Herencia universal, expulsión de migrantes y otras promesas para las elecciones europeas

Los programas electorales para las elecciones europeas se hacen eco de las principales preocupaciones ciudadanas. El acceso a la vivienda, la política agraria o la lucha contra la despoblación tienen un peso importante en los ejes de la campaña del 9-J. Izquierda y derecha tratan de marcar distancias en busca de su electorado, pero también hay coincidencias.

Agricultura y medio ambiente

La movilización del campo de los últimos meses ha tenido su reflejo en los programas electorales de todos los partidos, que han incorporado el grueso de las demandas de las tractoradas. Las promesas compartidas por las diferentes siglas van desde un incremento de los fondos de la Política Agraria Común (PAC), hasta la protección de los productos europeos frente a los llegados de fuera, pasando por la simplificación administrativa y las acciones para favorecer el relevo generacional.

Pero hay más. El PSOE apuesta por «reforzar las políticas de I+D aplicado en agricultura y ganadería a través del programa marco europeo», mientras que Sumar quiere «reducir en un 42% las emisiones del sector agrícola» y «fortalecer la condicionalidad social de las ayudas». En Podemos reivindican, entre otras muchas medidas, «eliminar los derechos históricos, que están en el origen del reparto injusto entre productores y territorios», mientras que Existe exige «que agricultores y ganaderos sean considerados en la PAC como gestores del medio ambiente, debiendo compensar tal función».

En este sentido, para la izquierda la protección del sector primario no debe invadir la protección medioambiental, con el Pacto Verde como línea roja. El PP respalda dicho compromiso europeo como «un marco de referencia para trabajar en la descarbonización, en la seguridad energética y la autonomía estratégica», aunque matiza que es necesario «reformar sus iniciativas con el fin de descontaminarlo de ideología decrecentista y priorizar la innovación tecnológica». Vox va un paso más allá y reclama «acabar con las condiciones ideológicas verdes en las ayudas» y «frenar y revertir todas las medidas de la Agenda 2030».

Inmigración

Las políticas migratorias también enfrentan a izquierda y derecha. En especial se desmarca Vox, que manifiesta su intención de «perseguir a las mafias, expulsar de forma inmediata a los inmigrantes ilegales», implicar al Frontex en la frontera sur de Europa y sellar acuerdos con países de tránsito «para que controlen la inmigración ilegal y acepten las devoluciones de expulsados».

Por contra, Podemos reclama «un sistema público europeo de búsqueda y salvamento marítimo» y asegurar «vías legales y seguras para garantizar la vida». Sumar plantea el «cierre de los CIE en toda la Unión Europea, incluyendo en la directiva del retorno otras medidas alternativas menos lesivas», mientras que Existe subraya que la gestión migratoria debe hacerse «desde el respeto a los derechos humanos». Finalmente, los socialistas se oponen «a la externalización de la gestión de las fronteras de la UE que solo genera situaciones de vulnerabilidad» y promueven «ampliar y unificar las vías para una migración segura, ordenada y regular».

Despoblación

Todo el ADN del programa electoral de Existe está impregnado de políticas contra la despoblación, seña de identidad de la formación que enarbola la bandera de la España vaciada. Proponen, entre otras acciones, una fiscalidad diferenciada para las regiones despobladas y envejecidas con medidas de «discriminación positiva». También ayudas fiscales para «empresas que den puestos de teletrabajo» en estos territorios «aunque su domicilio social se encuentre en otro lugar».

En el PP recuerdan la importancia de ampliar la aplicación de las ayudas a los costes de funcionamiento de las empresas en la provincia de Teruel y piden que la distribución de fondos europeos «tenga en cuenta la realidad» de las zonas despobladas. Mientras, los socialistas prevén crear «una Estrategia Europea de lucha contra la Despoblación que mejore las condiciones de estas áreas» así como «garantizar la prestación de servicios básicos a una distancia máxima de 30 minutos».

Sumar pide «reforzar el papel de los municipios» y «elaborar estrategias sobre envejecimiento y cambio demográfico en los diferentes niveles de gobierno». Podemos, por su parte, apuesta por «descentralizar las inversiones productivas y garantizar que cualquier inversión europea priorice los territorios despoblados».

Juventud y vivienda

Los problemas de acceso a la vivienda y el fomento de la emancipación juvenil son cuestiones coincidentes en la mayoría de los programas, aunque existen fórmulas diversas. El PP ha arrancado la campaña con varias promesas en este apartado y plantea eximir del pago de impuestos a los jóvenes en las primeras etapas de su vida laboral. En concreto, se bonificaría su cuota tributaria hasta los primeros 30.000 euros, y «el ahorro fiscal resultante se destinaría a nutrir una cuenta de ahorro durante cuatro años».

En Sumar apuestan por una «herencia universal a escala comunitaria y con financiación europea» que constaría de una ayuda de 20.000 euros que se hará efectiva al cumplir los 23 años. El PSOE fijaría «objetivos vinculantes para asegurar que al menos el 30% de la vivienda nueva sea vivienda asequible para los grupos de bajos ingresos», mientras que Podemos quiere bajar la edad legal del voto a los 16 años y limitar los pisos turísticos al 2% del total.

En cuanto a Existe, pide ayudas a la «restauración de viviendas desocupadas en municipios de baja población para uso de familias que se trasladen allí a trabajar».