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En colaboración con ITA

Proyecto Pistara

Big data sobre el terreno: qué variedad de pistacho crecerá mejor en mi parcela

Los datos obtenidos mediante sensores instalados en diferentes parcelas permitirán encontrar las zonas óptimas para el cultivo del pistacho en Aragón.

Los datos obtenidos mediante sensores instalados en las parcelas del proyecto Pistara permitirán conocer qué áreas de Aragón son óptimas para el cultivo del pistacho
Estación meteorológica en una de las parcelas de pistacheros del proyecto Pistara
Pistara

El pistachero, originario de las regiones montañosas de Oriente Medio, se ha convertido en una de las especies con mayor interés en el sector de frutos secos. La razón: se adapta mejor a las condiciones meteorológicas que el resto de los frutales, ya que es capaz de soportar heladas de -30ºC en el invierno y temperaturas por encima de 40ºC en verano. Su resistencia incluso en suelos pobres, con pocas precipitaciones, y esta capacidad de adaptación a temperaturas extremas encaja con las características de muchas zonas de Aragón.

El cultivo del pistacho se está extendiendo por Aragón. Tras su tímida introducción hace una década, en los últimos cinco años se ha quintuplicado la superficie: de 250 hectáreas en 2018 a 1.241 en 2024. El árbol tarda de seis a ocho años en dar fruto, y las primeras plantaciones aragonesas empiezan a dar rendimiento ahora. En 2023 se recogieron 35.000 kilos, 25.000 más que en 2022.

Al tratarse de un cultivo tan joven en Aragón, y de cara a su expansión por nuevos terrenos, falta experiencia e información. ¿Se presta mi terreno a este cultivo? ¿Qué variedad de pistacho es adecuada para una parcela concreta? Si se toma la decisión de plantarlo, ¿qué labores son las más indicadas para obtener una buena cosecha de calidad?

Para dar respuesta a estas preguntas y situarlas sobre un mapa, se está desarrollando en Aragón el proyecto Pistara, que busca la caracterización ambiental y de los suelos del territorio aragonés para el cultivo del pistacho. En él participan el Instituto Tecnológico de Aragón (ITA) y la Estación Experimental de Aula Dei, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y, como entidades beneficiarias, Agroalimentaria Andoval SL, Asociación de Pistacheros de Aragón (Apistar), Cultivos Forestales y Micológicos SL, Rebeca Tul Moreno y Unión de Agricultores y Ganaderos de Aragón (UAGA). El proyecto está enmarcado dentro de las acciones de cooperación de agentes del sector agrario, en el marco del Programa de Desarrollo Rural para Aragón.

Sensores en las parcelas

Pistara ha diseñado una red de parcelas representativas de las principales zonas productoras de pistacho en Aragón. Los datos obtenidos mediante sensores instalados en estas parcelas permitirán conocer qué áreas de Aragón son óptimas para el cultivo del pistacho, así como las variedades más adecuadas a cada una. Todo con el objetivo de facilitar el aumento de la producción y de la sostenibilidad y viabilidad de las explotaciones.

Lo más novedoso es el cruce de información. "Hasta dónde sabemos no se había realizado un estudio similar ni en Aragón ni a nivel estatal: cruzar la información de campo del estado del cultivo con mediciones medioambientales (temperatura, humedad, precipitación, etc.) y descriptiva del suelo para tratar de determinar si una variedad de pistacho es adecuada para una parcela o no", destaca Francisco José Lacueva, miembro del equipo de Big Data y Sistemas Cognitivos del ITA.

"El cruce de la información y la generación de nueva información usando modelos fenológicos (modelos estadísticos sobre los fenómenos biológicos en relación con el clima y los cambios estacionales) y el posterior desarrollo de modelos basados en inteligencia artificial ayudarán a que el agricultor tome decisiones: si el pistacho en general o una variedad de pistacho en concreto son adecuados para una parcela o no y, si toma la decisión de plantarlos, qué labores son las más adecuadas para obtener la máxima cosecha y con la mayor calidad", señala.

Incertidumbres

El ingeniero informático del ITA considera que, "aunque el entorno natural presenta muchas más incertidumbres que un entorno industrial, extraer conocimiento de los datos, para complementar la experiencia adquirida por los agricultores, permite que se puedan tomar decisiones óptimas para el cultivo y la cantidad y calidad de los productos obtenidos". La utilización de los datos permite también "anticipar los cambios en las plantas vinculados al cambio climático y, en casos como el pistacho en los que existe poca experiencia propia, reducir el tiempo requerido para aprender", señala.

La información facilitada por Pistara pretende asimismo ajustar la aplicación de diferentes productos fitosanitarios y fertilizantes a las necesidades del cultivo en las diferentes épocas del año. De este modo, el medio ambiente también saldrá beneficiado.

Un mapa a disposición de los agricultores

Pistacheros del proyecto Pistara crecen en unas 50 estaciones en parcelas ubicadas en Aguarón, Alborge, Alcañiz, Alfántega, Argente, Borja, Calatorao, Cariñena, Cella, Ejea de los Caballeros, Encinacorba, Escorihuela, Laluenga, La Muela, La Puebla de Híjar, Lucena de Jalón, Maluenda, Monreal del Campo, Olvés, Pinsoro, Salillas, Torrelacárcel, Todos, Teruel, Valdealgorfa, Valdecebro, Valmuel y Zuera

Este es el tercer y último año del proyecto. "Con los datos recogidos de las estaciones mediante sensores, las observaciones de fenología –floración, brotación y maduración del fruto– y los datos de la parcela –suelo, localización, altitud– se están elaborando modelos con los que se pretende correlacionar el comportamiento de los árboles de cada parcela con las condiciones que se han dado en cada campaña y, de esa manera, poder analizar el grado de adecuación de las variedades a las distintas parcelas", explica Lacueva. 

Haciendo uso de los modelos generados con la información recogida por las estaciones y de los agricultores miembros de Apistar, los investigadores de la Estación Experimental de Aula Dei (CSIC) van a generar el mapa de idoneidad del pistacho en Aragón. La herramienta está en pruebas y pronto estará disponible para que los propietarios de las parcelas y, en general, cualquier agricultor interesado la pueda utilizar.

Desde el equipo de Tecnologías Digitales del ITA se están realizando trabajos como la captura de datos climáticos –humedad, temperatura, precipitación, etc.– de las estaciones desplegadas en el proyecto y la estimación utilizando los datos de ERA5 (visualizaciones de estadísticas climáticas históricas) facilitados por Copernicus. También, en colaboración con la Estación Experimental de Aula Dei, se ha desarrollado una interfaz para la captura de la información de campo y la presentación de información meteorológica, así como distintos modelos estadísticos, para analizar la idoneidad de un terreno para el cultivo de pistacho. El diseño y despliegue de la infraestructura de big data en la nube dará soporte al sistema necesario para la visualización de los datos, en forma de mapa.

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