Casi la mitad de los aragoneses con discapacidad física se sienten discriminados
El rechazo se acentúa en el ámbito laboral. Es una de las conclusiones de un estudio sobre necesidades de este colectivo elaborado por Dfa.
Un 42,5% de los aragoneses que viven con alguna discapacidad física admiten que se han sentido discriminados por esta circunstancia en algún momento de su vida y hasta un 8,8% lo hace a menudo o continuamente. Es en el ámbito laboral donde este rechazo se ve más acentuado, llegando incluso a afectar a un 45,3% de este colectivo.
Es una de las principales conclusiones extraídas del proyecto ‘Detección y estudio de necesidades sociosanitarias de las personas con discapacidad física en Aragón’, elaborado por la Fundación Dfa (entidad que atiende a este colectivo) a través de 944 entrevistas telefónicas a mayores de 16 años.
En la relaciones sociales o en actividades de ocio, hasta un 38,1% dice haber sufrido algún tipo de marginación. El problema se reproduce, aunque en menor medida, en las aulas y los centros educativos (28,9%), el transporte y los desplazamientos (22,6%) y el entorno sanitario (15,9%). Llama la atención que uno de cada cuatro de los encuestados, un 26,9%, tiene este sentimiento en su vida cotidiana, al hacer la compra o llevar a cabo alguna gestión.
El estudio llama la atención sobre el hecho de que "entornos formales" sujetos a normativa, como son el laboral y el educativo, constituyen una "importante fuente de discriminación".
Satisfacción con la vida actual
En la Comunidad residen 69.406 personas con discapacidad física, según los últimos datos publicados por el Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS) a finales del año 2021. De ellas, un 81,3% tienen su hogar en la provincia de Zaragoza, un 14,2% en Huesca y el 4,5% restante en Teruel.
Esta encuesta también analiza la satisfacción con la vida actual. La valoración media es de un bien alto, un 6,44. La edad influye y la percepción más positiva se encuentra entre los menores de 30 años (7,68), mientras es más baja entre las personas de 45 a 64 años (6). El estado de la salud es la variable que causa mayores diferencias, pasando de una puntuación de 7,92 entre los que se encuentran bien a un suspenso de 3,83 que le dan los que están enfermos.
Sobre el estado de salud, el informe revela que el 41% lo considera regular, mientras que un 40,9% lo califica como bueno o muy bueno. En contraposición, un 16,9% cree que su salud es mala o muy mala. Tan importante como el bienestar físico es mantener una salud emocional y mental. A la pregunta de si a lo largo de la última semana habían sentido apatía, estrés, tristeza, enfado o insomnio, entre otros, el 68% de las personas entrevistadas reconoce como propio alguna de los estados de ánimo propuestos.
El grado de discapacidad y el desempleo
La encuesta llevada a cabo por Dfa revela también que la discapacidad influye en la inserción laboral de una manera muy significativa, ya que el 52,7% de las personas con un grado del 33% al 45% se encuentra trabajando, reduciéndose hasta uno de cada diez para los que tienen más de un 65% de discapacidad. Un 53,9% lo hace en la empresa ordinaria, un 20,2% desarrolla su labor en un centro especial de empleo, mientras que el 19,2% lo hace en la administración pública.
En cuanto a los cuidados sanitarios o médicos, el 85,4% de los encuestados requiere alguno. Muy por debajo quedan el resto de servicios, destacando la rehabilitación (36,4%), las actividades deportivas para el cuidado de la salud (30,7%) y la atención psicológica (26,5%).
Respecto a la cobertura de los servicios sanitarios y sociales, seis de cada diez de los participantes en el estudio opinan que el sistema público de la seguridad social cubre suficientemente los que se precisan. En término medio, la satisfacción global con esta cobertura es de un 6,74.
Casi uno de cada cuatro de los entrevistados, un 23,5% de los casos, precisa adecuar las condiciones de su vivienda de manera total o parcial. En cuanto a la accesibilidad fuera del hogar, el 47,4% considera que las aceras, pasos de cebra, jardines o parques tendrían que mejorarse. Un 35% también muestra su descontento con el transporte público.
La principal necesidad detectada, que manifiestan el 17,5% de los entrevistados, es la eliminación de barreras arquitectónicas: mejora de aceras y estado de calles, rebaje de bordillos y rampas de acceso. El segundo problema para un 15,3% tiene que ver con la asistencia y cuidados sanitarios, como las listas de espera, las revisiones con mayor periodicidad y la inclusión de las prótesis en la cobertura sanitaria. La tercera gran demanda que expresa el 12% está relacionada con la integración social, seguida por más ayudas económicas (10,2%) para adquirir medicaciones y adaptar las casas.
