El retraso en la incorporación de los médicos internos residentes (mir) en 2020 por culpa de la pandemia de covid-19 ocasiona este año un hecho insólito: habrá quienes terminen su periodo formativo en mayo y quienes finalizarán en septiembre (aquellas especialidades de cuatro años). A todos ellos trata de atraer la Consejería de Sanidad con un plan de fidelización que les ha presentado este martes, que busca fórmulas para captar el talento, también de cara a paliar la carencia de personal, agravada por las vacaciones del personal sanitario durante las vacaciones de verano. En este sentido, la orden permitirá ofrecer puestos de difícil cobertura, tanto en el ámbito rural como urbano, a los residentes de último año que voluntariamente quieran cubrir vacantes en su sector de referencia durante cuatro meses.

La plan de fidelización de los mir salió adelante durante la última Mesa Sectorial, con el voto en contra de todos los sindicatos a excepción de FTPS. La orden será efectiva tras su publicación en el Boletín Oficial de Aragón (BOA). Mientras llega ese momento, y ante la premura de plazos, responsables del Servicio Aragonés de Salud han trasladado las líneas principales del documento a los mir que acaban su formación en 2024, que piden más concreción en algunos aspectos. Al encuentro han asistido también jefes de servicio y de sección así como responsables de las unidades docentes, entre otros. También estuvo presente al inicio del acto el consejero, José Luis Bancalero. La reunión se pudo seguir de forma presencial y telemática.

El Ejecutivo aragonés estima prioritario disponer cuanto antes de esta orden para que los profesionales sanitarios que están en el último año de su formación especializada puedan conocer con tiempo el contenido de esa nueva normativa y facilitar así que puedan quedarse a trabajar en Aragón. De hecho, los plazos son muy ajustados, tanto que algunos residentes han trasladado que varias comunidades limítrofes, como Navarra o La Rioja, así como centros privados, ya han iniciado contactos con futuros especialistas que se incorporarán al sistema este año. De hecho, han reconocido que hay regiones que han sacado ya sus planes de fidelización, como Galicia y Castilla y León. Por otra parte, desde la Consejería de Sanidad aseguraban hace unos días que mir de fuera se habían interesado por el plus de fidelización aragonés, al que pueden optar facultativos de otras autonomías.

El plan busca captar a los nuevos adjuntos para puestos y centros ofertados de difícil cobertura. Son todos los hospitales ubicados fuera de la ciudad de Zaragoza y más de 40 centros de salud repartidos por todo el territorio. En el ámbito de la atención primaria, además, son aquellas plazas en zonas básicas de salud donde no hay disponibilidad en la bolsa de empleo. Deberán constar como inscritos en la bolsa de difícil cobertura de empleo temporal del Salud y el baremo tendrá en cuenta la calificación del último año de residencia. Si hubieran prestado sus servicios en centros de difícil cobertura la totalidad del contrato se les otorgará un punto adicional.

Para los nuevos adjuntos se recoge un ‘plus de fidelización’ de hasta 30.000 euros en tres años de forma progresiva, de manera que al final del primer año percibirían el 20% de lo que sería la suma total (6.000 euros); el segundo, el 30% (9.000 euros), y el tercero, el 50% del importe (los 15.000 euros restantes). El documento reconoce además méritos en los centros de difícil cobertura. La orden recoge también incentivos formativos, laborales y medidas de carácter social.

Lista voluntaria para cuatro meses

Para garantizar la asistencia durante este verano, el plan se dirige también a los residentes que finalizan en septiembre, para conseguir su fidelización para el último periodo formativo cuatro meses antes de su conclusión. Será también para puestos y centros ofertados de difícil cobertura, y quienes de forma voluntaria se acojan a esta posibilidad, podrán seleccionar todos o parte de estos centros acreditados o colaboradores docentes. El proceso de elección se iniciará por el aspirante que haya alcanzado la calificación más alta en el último año de residencia, siguiendo en orden de puntuación.

La orden contempla que se abonará el importe correspondiente a las funciones que efectivamente realicen -que pasaría por ofrecer retribuciones de adjunto- y serán supervisados por un tutor o colaborador docente. Residentes que han asistido a la reunión han explicado que el Salud quiere tener ya el 25 de mayo, de cara al verano, adendas a los contratos de formación para puestos de difícil cobertura, sobre todo en atención primaria, y cada uno dentro de su sector de referencia.

"Necesitamos más aclaraciones", concreta una médica interna residente (mir) de último año de la especialidad de Medicina Familiar y Comuntaria en el Sector Zaragoza II, el que tiene al Miguel Servet como hospital de referencia. "Hasta el 24 de septiembre no dejamos de ser residentes", subraya: "Y tenemos que seguir haciendo las guardias que nos corresponden en nuestra unidad docente hasta completar el plan formativo". Con este plan, además, "dan la opción de hacer más guardias en el centro en el que puedas estar en verano".

"Hay muchos puntos que no se han resuelto. Se ha avanzado algo (respecto a la reunión mantenida con los mir de esta especialidad el 27 de febrero), pero tampoco mucho", asegura. La lista voluntaria para garantizar garantizar plazas vacantes este verano en puestos de difícil cobertura saldrá, estima, a finales de mayo. Por otra parte, se va a crear una bolsa de fidelización para los que terminan en mayo y otra para quienes concluyen su formación en septiembre.

Para Guillermo Viguera, vocal de Médicos Jóvenes y Empleo del Colegio de Médicos de Zaragoza: "Existe muy buena predisposición para fidelizar a los residentes que acaban en Aragón, pero quedan muchas lagunas para los que acaban en septiembre y, sobre todo, para los de especialidades de cinco años que finalizan ahora en mayo". "Nos gustaría ver un plan más definido", añade, de cara a decidir quedarse en la Comunidad."

"Queremos que los centros de difícil cobertura tengan cubiertas sus necesidades, no solo para los residentes que acaban y que empiezan su etapa de adjuntos, sino también para los profesionales que están trabajando en los mismos. Y que estas condiciones laborales se vean incrementadas a lo largo del tiempo, y no únicamente este año en el que estamos en un periodo de crisis en cuanto a recursos humanos", pone de manifiesto.