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  • Mar Vaquero

El futuro de Aragón es internacional

El futuro de Aragón pasa por la internacionalización y las tecnológicas.
El futuro de Aragón pasa por la internacionalización y las tecnológicas.
K.U.

La realidad es irrebatible: vivimos en un mundo global y cada vez más conectado entre sí. Las fronteras en términos económicos son menos elevadas con el paso de los años y todos pueden desarrollar su actividad en cualquier punto del planeta; a ello han ayudado en buena medida las nuevas tecnologías. De igual forma, cualquier territorio no es ajeno a las circunstancias que suceden a su alrededor. Todo influye y debe ser tenido en cuenta porque de un suceso concreto en un lugar muy determinado del mundo puede surgir el desencadenante para una realidad inesperada. Ejemplos hay de todo ello.

La observación activa del mundo, el análisis de los acontecimientos que suceden a diario y la adopción de medidas es la estrategia a seguir para poder afrontar el futuro. Por muchas que sean las certezas y las evidencias que nos conduzcan a una situación concreta, siempre hay cabida para lo imprevisto. No es admisible nada diferente a aprovechar tus potencialidades, saber explorar las oportunidades y corregir las debilidades.

En ese contexto, la pregunta que cabe formularse es clara: ¿está Aragón en buena disposición para el futuro? La respuesta es evidente, sí. Somos una economía diversificada, que mantiene firmes sus raíces en la industria y la agroalimentación, que supo abrirse un hueco en el sector logístico gracias a su ubicación privilegiada en el contexto nacional e internacional, y que ahora dirige sus pasos hacia las nuevas tecnologías, con la llegada de dos gigantes como Amazon y Microsoft. Y sin perder el carácter innovador que siempre ha caracterizado a la industria de nuestra Comunidad, con sectores como el turístico, en crecimiento desde hace varios años.

¿Está Aragón en buena disposición para el futuro? La respuesta es evidente, sí»

Estas perspectivas tienen su traslación en materia de empleo. La Encuesta de Población Activa del tercer trimestre registra los mejores datos desde el año 2008, con una tasa de paro del 7,8%. Supone cuatro puntos porcentuales menos que los datos nacionales (11,8%) y es la consecuencia de la reducción del paro registrado del 5,2%, 8% y 9,9% anual durante el primer, segundo y tercer trimestre. Es decir, las cifras están avalando que Aragón es un lugar en el que hoy se crean puestos de trabajo y que continuará con esa senda en los próximos meses, en buena parte debido a la llegada de nuevas empresas que vienen a sumar su actividad a una economía muy diversa.

Debemos ser todavía más ambiciosos. Limitarse a la autocomplacencia porque el desempleo baja, si esto es debido en buena parte a la pérdida de población activa, no es una buena noticia en sí misma. La aspiración debe basarse inexorablemente por el aumento del número de trabajadores y de empleo, sustentado en un incremento de la población en nuestras tres provincias. Así seremos más, viviremos mejor y ganará Aragón.

Nuestras preocupaciones, en un momento en el que la afiliación a la Seguridad Social ha aumentado un 1,3%, 2,5% y 2,8% anual durante los tres primeros trimestres de 2023, debe centrarse en los colectivos con mayores dificultades. Los trabajadores de más de 50 años que buscan una nueva oportunidad en el mercado de trabajo, las mujeres, que todavía registran unos datos peores que los hombres, y los jóvenes serán la principal inquietud. En un Aragón que reduce de manera constante el número de personas que buscan un empleo, todos se deben ver beneficiados de esa tendencia, los perfiles más atractivos y también aquellos que necesitan una recualificación para poder encontrar perspectivas de futuro.

Ahí aparece una de las principales preocupaciones que están trasladando las diferentes empresas de manera recurrente en los últimos tiempos. Los nuevos nichos de mercado y los avances tecnológicos están propiciando que se demanden unos perfiles profesionales concretos que no existen en el mercado de trabajo. Hay desequilibrios entre la formación y las necesidades de las empresas, lo que puede propiciar que tengan que acudir a otros territorios en los que sí que se están poniendo a disposición de las empresas esos hombres y mujeres capacitados para esas nuevas responsabilidades. O, lo que es peor, que tengan que buscar otros emplazamientos para desarrollar su actividad, con todo lo que ello supone en términos económicos y sociales para cualquier lugar del mundo.

«Aragón está alcanzando la excelencia gracias al espíritu innovador de nuestros empresarios»

En esta materia Aragón debe mejorar y a ello nos dedicaremos. A acompasar las necesidades de un mercado que no espera y a ofrecerle todo lo necesario para que el loable objetivo de que no haya ningún ciudadano sin un puesto de trabajo se consiga. Cuestión que pasa inexorablemente por avanzar en esta materia, por implementar la oferta formativa precisa y adaptada al momento actual. De la mano del Inaem y las empresas, se deben sentar las bases de este propósito porque de ello dependerá también que los ciudadanos puedan elegir libremente dónde vivir y no renuncien al sueño de quedarse en su tierra por falta de oportunidades.

Economía diversificadacon mucho peso industrial

Gran parte de la sociedad, cuando piensa en cómo es Aragón, lo vincula con el sector de la automoción. Razones no les faltan porque la llegada de General Motors en noviembre de 1982 a Figueruelas supuso un antes y un después. No sólo nos posicionó en el mapa mundial de fabricación de vehículos, sino que también surgió a su alrededor una industria auxiliar de componentes para la producción de la planta hoy de Stellantis. La buena salud de esta última incide directamente en la marcha del resto de las empresas, de tamaños bien diversos y características singulares.

Las cifras pueden avalar esa importancia del sector del automóvil en la industria de nuestra Comunidad, pero afortunadamente nuestra economía es mucho más diversa de lo que a primera vista puede parecer. Un hecho que nos permite reducir las fluctuaciones que se producen cuando un determinado sector sufre los avatares de las circunstancias, cuestión nada menor en un tiempo de grandes variaciones y alteraciones a nivel geopolítico.

Aun con eso, la automoción aragonesa supone la nada despreciable cifra del 6% de nuestro Producto Interior Bruto. Si observamos desde el prisma de la industria en exclusividad, genera más del 30% del empleo. Es decir, miles de familias de nuestra comunidad dependen directamente de ella, su bienestar está claramente influenciado por cómo le vaya al sector.

El hito de futuro más inminente pasa por conseguir que la gigafactoria de Stellantis recale finalmente en Figueruelas. Estamos convencidos de que ofrecemos todas las condiciones necesarias para conseguirlo y el respaldo del Gobierno de Aragón es máximo para un proyecto que debe ser considerado por todos como de Estado, igual que los ya conocidos en otras comunidades autónomas. No podemos dejar pasar esta oportunidad que nos abre las puertas del nuevo camino que ya ha iniciado la automoción mundial.

Pero Aragón es mucho más. La logística vino aquí, en pleno cruce de caminos entre los núcleos económicos más importantes de la península ibérica, con la perspectiva de ser imprescindible. Disponemos de suelo industrial y éste se verá incrementado en los próximos años como consecuencia de la creciente demanda. Hoy 530 empresas forman parte del sector y a él debemos 25.000 puestos de trabajo directos, a los que hay que agregar a su vez los indirectos.

O la agroindustria. Esencial y lógica en un territorio que es capaz de producir, gracias a la diversidad de sus paisajes en Zaragoza, Huesca y Teruel, un buen número de los mejores alimentos del mundo. Nuestro nombre está muy presente en las mesas de todo el mundo gracias, entre otros, al vino, el jamón, el melocotón, la trufa y los productos cárnicos. Generan un número de empleos a tener en consideración, especialmente en el medio rural, donde es más complicado generar actividad económica y fijar la población. Por eso mismo, los siguientes avances deben ir dirigidos a conseguir que la transformación y aumento de valor se pueda desarrollar también en Aragón para completar el ciclo y ser todavía más trascendentales.

En definitiva, el peso de la industria en nuestra Comunidad es sensiblemente superior al del país. De acuerdo con la Contabilidad Regional de España, el sector representaba en 2021 el 22,5% del Valor Añadido Bruto total, frente al 16,9% del conjunto del país. Porcentajes que nos sitúan, con toda la razón, como uno de los puntales más importantes en toda España, gracias también al trabajo de nuestras empresas.

A pesar de un contexto nada favorable, con dos conflictos bélicos que siguen muy presentes en el viejo continente y que tienen su incidencia directa en nuestra economía, podemos sentirnos muy satisfechos por la actividad de nuestra industria en 2023. Las últimas cifras a las que hemos tenido acceso nos revelan que la producción industrial aragonesa se ha incrementado un 0,7% anual. Logro ya de por sí importante, más cuando en el caso de España se ha registrado la caída de un 1%.

En circunstancias complejas, Aragón está alcanzando la excelencia gracias al espíritu emprendedor e innovador de nuestros empresarios, a su pelea constante por alcanzar la máxima competitividad y a unos trabajadores que ponen su sapiencia y esfuerzo al servicio de un proyecto común de éxito.

¿Por qué debemos limitarnos a nuestro entorno cuando podemos exportar nuestros productos y servicios por los cinco continentes? Es una pregunta que se han formulado muchas empresas aragonesas. Afortunadamente, la internacionalización ya no se concibe como una posibilidad remota, más bien es la obligación de una empresa que no tiene nada que envidiar a su competencia. Sin complejos y avalados por un trabajo en continua evolución y mejora.

El tejido empresarial aragonés que ha alcanzado la internacionalización de su negocio está creciendo a pasos agigantados. Hasta el mes de septiembre de 2023, en comparación con el año anterior, el número de exportadores regulares y que vendan más de 50.000 euros se ha incrementado un 4,4%.

Más concretamente, 1.029 empresas de nuestra comunidad han decidido comerciar en el exterior y llevan haciéndolo de manera ininterrumpida desde hace cuatro años. El cambio de tendencia es una realidad.

Eso se traduce en que durante este 2023 se está alcanzando de manera habitual el valor mensual más alto de la serie histórica en exportaciones. El crecimiento está siendo impresionante, de un 5,5% anual, en buena parte gracias a la aportación del sector del automóvil y los bienes de equipo. En el caso de España la subida se limita a un 0,3%.

De ahí que podamos asegurar que el futuro de nuestra Comunidad será internacional. En primera instancia, porque las compañías que ya están instaladas en alguno de los rincones de nuestro mapa puedan ampliar sus horizontes y buscar aumentar su actividad, sin cortapisas y pensando en grande, porque los aragoneses cuando se lo proponen lo son. Y, en segundo término, haciendo de Aragón un territorio atractivo para la llegada de otros proyectos que encuentren aquí el lugar de libertad, prosperidad, talento, competitividad e innovación que necesitan para que sus negocios sean viables y rentables.

Amazon y Microsoft marcan una tendencia que puede ser continuada por todo aquel emprendedor de cualquier rincón de la Comunidad, del país o del resto del mundo que quiera generar empleo y oportunidades.

* Mar Vaquero es vicepresidenta segunda y consejera de Economía, Empleo e Industria del Gobierno de Aragón

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