Aragón

El tráfico de la N-II se desploma un 73% dos años después de la liberalización de la AP-2

De 87.828 vehículos de media al mes a tan solo 24.038.

Liberalización de la AP-2: zona de peajes de Pina de Ebro (Zaragoza)
Oliver Duch

De 87.828 vehículos de media al mes a tan solo 24.038. La liberalización del peaje de la AP-2 ha tenido un impacto directo e inmediato en la densidad del tráfico de la N-II, cuyo trazado discurre paralelo al de la antigua autopista. Dos años después de desmontar las cabinas de pago, la nacional ha reducido un 73% la circulación que soportaba, y que la convertía en una de las más peligrosas del país.

El 1 de septiembre de 2021, las barreras del peaje de la AP-2 se levantaron definitivamente tras 44 años de concesión en los que viajeros y transportistas se vieron obligados a pagar en el único tramo sin desdoblar de todo el corredor. La última tarifa ascendía a 25,35 euros entre Alfajarín y El Vendrell, recorrido habitual de los miles de aragoneses con segunda residencia en las costas catalanas y de los camioneros que conectan con las empresas y centros logísticos de la comunidad vecina.

Unos y otros han ido abandonando en estos dos años la carretera nacional. Según datos de la Delegación del Gobierno en Aragón, de enero a julio de 2021 circularon por el punto kilométrico 363 de la N-II un total de 614.796 vehículos, de los que el 70% eran camiones. En el mismo periodo de este año esa cifra ha bajado a 168.271, y el porcentaje de transportistas ha caído hasta el 64%.

El traspaso de tráfico de la nacional a la autopista ya fue abultado el primer año (cercano al 54%), pero ha aumentado con creces en el segundo, por lo que no se descarta que vaya a más, en especial cuando se ejecuten los dos nuevos accesos en Osera y Candasnos.

De momento, la gratuidad ya se deja notar en la seguridad de ambos viales. El año pasado, la autopista se convirtió por primera vez en el trazado con más accidentes mortales de Aragón, un total de cinco. En segundo lugar se situó la N-II, con cuatro fallecidos, pero en lo que va de 2023, afortunadamente, no ha habido que lamentar ninguna víctima. Por su parte, la autopista, que afronta esta semana la operación retorno de vacaciones, tampoco ha registrado fallecidos por colisiones, aunque sí hubo que lamentar la muerte de un camionero arrollado por otro vehículo pesado mientras cambiaba una rueda a la altura de Villafranca.