Aragón

'Empleo Personalizado' busca la inclusión de personas con difícil inserción laboral

La asociación de discapacidad Plena Inclusión ha estado a cargo del proyecto.

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Para una persona con discapacidad intelectual, el trabajo de sus sueños suele estar lejos de su alcance. Para tratar de buscar solución a esto, se ha puesto en marcha el ‘Proyecto para la Inclusión Social: Pilotaje de Empleo’, más conocido como ‘Empleo Personalizado’, una iniciativa que busca crear una oportunidad laboral que se adapte tanto a sus necesidades como a las de la empresa.

Es un programa que ha llevado a cabo Plena Inclusión, una asociación que agrupa 29 entidades diferentes sobre discapacidad y cuenta con base estatal. Llevan diversos proyectos de inclusión, que abarcan desde justicia y empleo hasta ocio. A nivel político, representan los intereses de las familias que la integran. "Se intenta representarlos a ellos y que se representen a ellos mismos", contó Clara Álvarez, miembro de Plena Inclusión a cargo del proyecto de ‘Empleo Personalizado’ en Aragón.

"Es una metodología nueva procedente de Estados Unidos", explicó Álvarez. "Queremos comprobar si es mejor que el método usual". Generalmente, tal y como comentó Álvarez, las personas con discapacidad intelectual solo pueden acceder a los puestos subvencionados en empresas privadas, donde realizan tareas simples y repetitivas. El nivel de estudios e idiomas que solicitan la mayoría de puestos de trabajo se encuentra fuera de lo que pueden aspirar, pero, desde Plena Inclusión, consideran que la pasión y la experiencia pueden superar estas barreras. "Si se descubren sus intereses se consigue ver dónde pueden trabajar", afirmó Álvarez.

El proyecto comenzó en enero de 2022 y finaliza ahora, en julio de 2023. Se trataba de un pilotaje para una investigación de la Universidad de Valencia, aunque, según informó Álvarez, "si los datos son prometedores, puede implementarse en el proceso general de búsqueda de empleo". A nivel nacional participaron 502 personas, 34 de ellas en Aragón. De estos últimos, la mitad recibió el nuevo método y la otra mitad fue grupo de control.

Realizaron entrevistas a los participantes y fueron a sus casas a estudiar sus aficiones. El objetivo era descubrir sus gustos e intereses, pero también sus aptitudes. A partir de ahí, comenzaron a ponerse en contacto con las empresas que podían estar interesadas en un perfil similar. "Era muy importante también que las necesidades de la empresa estuvieran cubiertas", aseguró Álvarez.

"Tenemos a un chico con TEA (Trastorno del Espectro Autista) trabajando de guía turístico y a una chica con síndrome de Down la ha contratado su entrenadora de toda la vida", anunció orgulloso Mario Gracia, responsable de comunicación de Plena Inclusión.

La iniciativa se financió con los fondos ‘Next Generation’ de la Unión Europea y recibió la colaboración del Ministerio de Inclusión.