La extrema derecha se acerca al 12% de voto en Aragón que pone Feijóo de límite para una coalición
La formación de Santiago Abascal estaría a las puertas de negociar una coalición en Aragón porque el pasado 28 de mayo cosechó el 11,26% de los votos emitidos en las elecciones autonómicas.
La dirección nacional del PP ha cambiado su discurso y sostiene desde la crisis abierta con Vox en la Asamblea de Extremadura que los pactos de coalición dependen del respaldo de las urnas y no de la ideología, de las líneas programáticas o de las políticas a aplicar. El presidente de los conservadores, Alberto Núñez Feijóo ha establecido el límite para cerrar acuerdos de gobierno con el partido de Santiago Abascal en el 12% del voto obtenido en los distintos territorios.
Si se recurre a este baremo, en el que insistieron este jueves tanto el secretario general, Elías Bendodo, como el portavoz de la campaña de las generales, Borja Sémper, su compañero y candidato a la Presidencia de Aragón, Jorge Azcón, tendrá que ir pensando en cambiar su discurso y, sobre todo, su objetivo prioritario de gobernar en solitario.
En estas circunstancias, la formación de Santiago Abascal estaría a las puertas de negociar una coalición en Aragón porque el pasado 28 de mayo cosechó el 11,26% de los votos emitidos en las elecciones autonómicas. Es decir, más de 73.000 aragoneses escogieron la papeleta verde de Vox, lo que le convierte en la tercera fuerza política de Aragón con siete escaños.
Por su parte, el PP superó el 35,5% de los sufragios, convirtiéndose así en el ganador de las elecciones con el apoyo de más de 230.000 aragoneses, que se tradujo en la obtención de 28 de los 67 parlamentarios. El problema es que para ser investido por mayoría absoluta necesita sumar a Vox y que se abstenga, al igual que Teruel Existe, para salir por mayoría simple si se plasma el respaldo del único diputado del PAR. Con Alberto Izquierdo sumaría 29 síes frente a los 28 noes del bloque de la izquierda.
La condición del 12% establecida por Feijóo es el porcentaje que obtuvo Vox en Valencia y lo supera con holgura la formación tanto en Baleares (13,9%) como Murcia (17,72%). Como en el caso de Aragón, los candidatos conservadores podría gobernar en solitario si la extrema derecha optara igualmente por la abstención en las sesiones de investidura, a lo que no está dispuesta de entrada.