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Fiestas de revelación del sexo del bebé: "Le dije al médico que me lo anotara en un papel para descubrirlo en familia"
Desde globos con confeti a juegos del 3 en raya. La moda de descubrir el sexo del bebé que va a nacer se consolida en Zaragoza y aumentan las celebraciones de este tipo en la ciudad.
Sergio Gracia y Alicia López son una pareja zaragozana que espera su segundo bebé para el próximo mes de noviembre. Alicia está ahora de 15 semanas y, junto a su marido, han decidido descubrir el sexo del hijo que está en camino de una manera más original a la habitual.
Esta semana se han acercado hasta un centro especializado en ecografías 5D para embarazadas en la capital aragonesa, que ofrece también un servicio adicional de ‘Fiesta de revelación del sexo’. No lo han hecho solos. Su hija mayor, la pequeña Leonor de tan solo 7 meses, les ha acompañado en su carrito. “Hemos venido solo para que nos digan el sexo y hacer la fiesta aquí, tras la ecografía. Nos hace mucha ilusión. Lo grabaremos en vídeo y se lo enviaremos a la familia”, dice Sergio Gracia.
En este establecimiento empezaron tras la pandemia a ofrecer este servicio. “De hacer unas 3 o 4 al año hemos pasado en los últimos meses a hacer una decena a la semana. De hecho, la semana pasada hicimos 15”, afirma Irene Castaño, propietaria de Ecolady. “Ofrecemos la opción de hacerlo justo después de la eco, en un sala que tenemos preparada. Les damos diferentes posibilidades. Pueden elegir entre un cañón o un globo llenos de confeti -azul para niño y rosa si es niña- y grabamos en un vídeo el momento de la revelación para que lo tengan de recuerdo”, explica Castaño.
También hay quien lo organiza por su cuenta y tras la ecografía compra los elementos que va a necesitar o encarga lo que le gusta. “Tenemos globos, cañones de confeti, bengalas, pero también balones de fútbol que al darles una patada se abren y expulsan humo rosa o azul y extintores de humo. Todo lo que se les ocurra, lo buscamos y lo traemos”, insiste.
Y llega la hora de la verdad para Sergio y Alicia. Tras unos minutos en los que la pareja ha estado viendo a su bebé en 5 dimensiones dentro del útero materno, se colocan en el photocall que Irene tiene preparado. Les proporciona un cañón de confeti que previamente ha seleccionado, una vez que ha comprobado el sexo del bebé en la prueba, y se dispone a grabar el momento en vídeo.
La pareja se prepara, con la pequeña Leonor en brazos de su madre. Sergio dispara el cañón y miles de pequeños pedazos de papel azul llenan la sala. Será niño: "¡Sebastián! ¡Sebastián!", exclama Sergio, gritando el nombre ya elegido para su retoño, mientras abraza a su mujer y a su hija. “Estamos muy contentos y emocionados porque teníamos ganas de tener un niño desde el principio. Ahora lo hemos clavado y, junto con Leonor, ya tenemos la parejita”, confiesa el futuro padre. Se llamará Sebastián como el abuelo de Alicia. Es una tradición que iniciaron ya con la primogénita, que lleva el nombre del abuelo de Sergio.
Una moda que viene de América
En otras ocasiones, los futuros padres escogen organizar un evento propiamente dicho para revelar el sexo de su bebé. Johana Romero está al frente de la tienda Party Party, especializada en artículos para fiesta y además, organiza todo tipo de celebraciones.
Desde hace 2 años, las fiestas de revelación del sexo del bebé son unas de las más demandadas entre sus clientes. “Hemos notado un gran incremento en los últimos dos años. Primero empezamos con las 'Babyshower', las fiestas para dar la bienvenida al bebé mientras la madre todavía está embarazada. Y luego vinieron éstas”, explica.
Son unas fiestas que no eran comunes en España y que han llegado importadas de Estados Unidos y América Latina. Pero “desde hace unos años hemos visto que se están introduciendo muy bien entre el público español. Se notó al salir de la pandemia, que la gente tenía ganas de celebrarlo todo”, señala Romero.
“Al principio nos las solicitaban de forma muy puntual, unas 4 al año y eran demandadas por un público de origen latino. Pero ahora los clientes son aragoneses de toda la vida”, puntualiza esta emprendedora. “Estamos haciendo unas 5 o 6 al mes pero con el buen tiempo organizamos más fiestas de este tipo. El mes pasado tuvimos 5 seguidas”, añade.
Del médico, con los resultados en un sobre cerrado
Para que se pueda guardar el secreto hasta el final, hace falta la implicación de todos. “Los clientes vienen del médico con los resultados de la última ecografía en un sobre cerrado, o con una nota del médico en la que dice el sexo del bebé y que no han visto. Nos dejan el sobre y se van. Nosotros lo abrimos y con lo que pone, preparamos todos lo necesario para la fiesta”, desvela Romero.
Algunas veces, solo quieren comprar el material, los adornos y la preparan los clientes por su cuenta, en un parque o al aire libre. Y otras, “nos solicitan que seamos nosotros los que les preparemos la fiesta. La hacemos a su gusto, con los elementos que prefieran. Pueden elegir entre globos grandes de color negro que al pincharlos sale confeti de color rosa -para niña- o azul -para niño- bengalas de humo de diferente color, piñatas o cañones de confeti”, continua.
“Les decoramos el espacio con globos, letras grandes de ‘Boy o Girl’, montamos las mesas con la decoración, encargamos la tarta personalizada, preparamos juegos de luces de los mismos colores de la revelación del sexo y hacemos invitaciones. Cuidamos todos los detalles”, asegura. “Hay parejas que quieren algo más original y nosotros también se lo podemos organizar. Van la familia y los amigos cercanos. Suelen ser unas 20 personas y cuesta entre 500 y 600 euros”, informa Romero.
Descubrir el sexo del bebé jugando al 3 en raya
Esta fue la opción elegida por Angely Viaña para hacer la fiesta de revelación del sexo de su bebé que celebró el pasado mes de febrero. A sus 36 años, será madre por primera vez dentro de un par de meses. “Le dije al médico que no quería saber el sexo del bebé, que me lo anotara en un papel y se lo entregué a Joahana. Quería darle un poco de emoción a ese momento especial. Es mi primer bebé y quería que las personas a las que quiero estuvieses conmigo y descubrirlo juntos”, explica.
“Es un momento inolvidable y algo que recordaré siempre. Invitamos a una veintena de personas y alquilamos un local en el centro de Zaragoza. Estaba todo decorado, había picoteo, una tarta, era como una fiesta de cumpleaños”, compara Viaña.
Para la revelación del sexo, “Johana preparó un juego de tres en raya con el que consiguió generar intriga y suspense hasta el final, cuando se descubrió el sexo del bebé al levantar la última pieza del juego”, recuerda la futura madre. La pieza se reveló de un rosa claro. “Cuando supimos que iba a ser una niña nos emocionamos mucho y se nos escapó alguna lagrimilla. Recibiremos a Clarissa en un par de meses”, concluye, satisfecha.
