Dos destacados edificios del centro de Zaragoza cambian de propiedad
Si el grupo Bancalé se hizo con el hotel Alfonso I y Torre Aragonia, ahora también se ha vendido el edificio de Plaza de España, 4.
![El complejo de Puerta Cinegia se inauguró en 2004 y cuenta con 50 establecimientos, 40 despachos y 39 pisos.](https://imagenes.heraldo.es/files/image_990_556/uploads/imagenes/2023/03/18/puerta-cinegia.jpeg)
Las transacciones de destacados inmuebles de la capital aragonesa no paran de sucederse en los últimos meses. Si el grupo Bancalé se hizo con el hotel Alfonso I y Torre Aragonia, que adquirió a Zaragoza Urbana, ahora uno de sus principales accionistas y consejero delegado, Felipe Sanz, también ha vendido el edificio de Plaza de España, 4. Pero en este caso llegó a un acuerdo con el fundador y propietario de Forestalia, Fernando Samper.
Esta compraventa se escrituró el pasado 3 de enero con una de sociedades, Investment Energy Isla Zanzibar, y afecta a los 2.200 m2 del inmueble de siete plantas, cuyo principal valor es el local que ocupa la operadora de telecomunicaciones Orange.
El edificio llegó a estar en venta en otras ocasiones, al igual que el de la plaza de Aragón, 12, cuyos bajos ocupa el restaurante Novodabo. Pertenecía al empresario Arturo Beltrán y sus hijas lo vendieron a finales del año pasado a la gestora M70 Inversiones SL, la sociedad patrimonial de una de las ramas de la familia Balet, accionistas de Saica.
En su caso, no han esperado para rentabilizar la inversión y ya están acometiendo obras de restauración de la fachada de este edificio de 2.245 m2, protegido por su interés arquitectónico, con el objetivo de alquilar las cuatro plantas a despachos profesionales. J. A.
También las oficinas de Puerta Cinegia
Por su parte, los propietarios de Electrodomésticos Paymar, Pedro José Giménez Lombar, y de la promotora de energías renovables Forestalia, Fernando Samper, han adquirido los locales, el centro de negocios y parte de las oficinas de Puerta Cinegia, en la plaza de España de la capital aragonesa.
La millonaria operación afecta a casi 9.000 metros cuadrados del complejo que levantó la constructora aragonesa Ortiz Dieste (Ordisa) hace dos décadas y que estaba en manos de un fondo inglés, Round Shield, tras su quiebra.