Aragón

Los cotillones rozan el lleno en la primera Nochevieja sin restricciones por la covid

Las celebraciones dirigidas a un público menos joven aún tienen alguna entrada libre al igual que los que incluyen cena. La inflación hace limitar el gasto en la última noche del año.

Últimos preparativos en el Parque de Atracciones para celebrar el cotillón.
Francisco Jiménez

La alegría y la fiesta volverán a inundar las calles en la última noche del año en Aragón tras dos años marcados por las restricciones de la covid. Como resultado, buena parte de los cotillones rozan el lleno, aunque las previsiones son inferiores a las registradas en 2019. El efecto de la inflación ya se deja notar y también los cambios de costumbres, puesto que existe cierta tendencia a "evitar los locales masificados". "Hay gente que ya no quiere una barra libre, sino un par de copas. Busca algo más tranquilo", asegura Alberto Campuzano, presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Salas de Fiesta, Baile y Discotecas de Zaragoza.

Señala que los cotillones con más demanda son aquellos dirigidos a un público joven y que en estos casos la mayoría han colgado el cartel de completo. Hïde (de 49 a 70 euros), Kenbo (de 60 a 100 euros) y Espacio Ebro (69 euros) son algunos ejemplos. También el Parque de Atracciones (cuyo precio actual asciende a 65 euros) ha conseguido prácticamente llenar su aforo. "Queda alguna entrada, pero muy pocas", recalca Jorge López, subdirector general del grupo. El éxito, reconoce, se debe a que pusieron las entradas a la venta en Halloween, "de los primeros de Zaragoza". Y ese primer empujón ha permitido rozar los 3.000 asistentes. En 2019 hubo unos 2.600. Ayer por la noche, además, celebraron su primer cotillón sin alcohol, con unos 2.000 adolescentes.

Campuzano detalla que se ha "resentido" un poco la afluencia entre los mayores de 25 años. "Prácticamente ninguno de estos cotillones se han llenado, pero están en torno al 80%", afirma. Una tendencia similar se ha percibido en aquellos que llevan incluida la cena. "En 2019 se llenaban antes del puente y ahora en casi todos queda alguna entrada", reconoce.

También los hay que solo ofrecen la cena, como ocurre en el restaurante Novodabo. "Durante la pandemia hicimos menús a domicilio. Este año lo ofrecimos, pero la gente quiere venir y disfrutar de la experiencia al completo", detalla su dueño y chef, David Boldova, que ha colgado el cartel de completo. En esta última noche tendrán muchos clientes del extranjeros: "Hay mesas de Estados Unidos, Canadá, Francia o Suiza".

Los oscenses también vuelven con el entusiasmo recuperado a las fiestas organizadas por algunos establecimientos de ocio nocturno en la zona de marcha de Huesca. Tras la cena y las doce campanadas, los bares del Tubo, el alto y el bajo, abrirán sus puertas hasta la madrugada, unos con cotillón a puerta cerrada y otros no. El Palmar, en la plaza de los Fueros, hace mes y medio que agotó las entradas a 50 euros para su celebración. En la misma zona estarán abiertos a todos Casa Juan y La Cantina. El Tararí tiene prácticamente todo vendido con entradas de 45 a 60 euros.

Al otro lado del Coso, el Monasterio abrirá a las 17.00 para el tardeo y volverá a hacerlo después de las uvas. David Cremades, su dueño, señala que "en general ha ido bien, pero parece que a la gente le cuesta animarse". Las fiestas en los huertos de los alrededores de Huesca es la opción elegida por muchos jóvenes para pasar la Nochevieja. Es una práctica que se adoptó durante la pandemia y que en algún caso se mantiene como mejor opción.

Del tardeo a la madrugada

En Teruel, varios locales de copas y restaurantes organizan cotillones para despedir el año, aunque el principal punto de celebración es la carpa montada por el Ayuntamiento e Interpeñas en la Glorieta. La verbena para recibir el 2023, que arrancará a las 00.30, estará precedida de un vermú a las 13.00 con invitación a jamón y de un tardeo a las 16.30, también en la carpa. En la zona de copas, media docena de establecimientos organizan fiestas de fin de año. El discobar Scream, con entradas a 60 euros, está lleno. Por su parte, el restaurante El Mercado, que organiza una cena con copas y fiesta por 85 euros, tiene sus 78 plazas agotadas desde hace dos meses.