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Alina Klochko: "Los ucranianos aguantarán hasta la victoria, será la herencia que dejaremos a nuestros hijos"

A dos meses de cumplirse un año de la invasión de Ucrania por Rusia, la presidenta de la Asociación Ucraniana de Residentes en Aragón se siente "impotente" y sueña con regresar a un país en paz.

Alina Klochko en uno de los locales que la asociación AURA tiene en Zaragoza a la que acuden ucranianos en busca de ropa y otros artículos que necesitan
Alina Klochko en uno de los locales que la asociación AURA tiene en Zaragoza a la que acuden ucranianos en busca de ropa y otros artículos que necesitan
Francisco Jiménez

Alina Klochko (Chernivtsi, Ucrania, 1982) lleva desde 2015 residiendo en Zaragoza. En su ciudad natal trabajaba como responsable regional de un banco y decidió trasladarse a España cuando se habló de que Ucrania iba a cerrar las fronteras. Nunca más pudo volver. Traductora para entidades sociales, empresas y el Ministerio de Defensa, pone voz a sus compatriotas.

Dos meses y Ucrania llevará un año en guerra en una espiral belicista que cada vez va a más, ¿se imaginaba que iba a durar tanto?

En absoluto. Todos pensábamos que en una o dos semanas la invasión iba a terminar a nuestro favor. Nadie esperábamos una escalada bélica a tan gran escala. Después de tantos meses y con los últimos ataques la impotencia es total.

¿Ve alguna posibilidad para la paz?

Parece que no hay conversaciones de paz a la vista y las posturas diplomáticas sobre el conflicto se mantienen todavía muy alejadas. Aún así siempre intento ver algo positivo, porque es la única posibilidad para sobrevivir. Para mí una pequeña victoria fue que se desocupó la localidad de Jersón, es un paso más hacia la victoria final. Algunos dicen que el invierno va a jugar a nuestro favor y la ofensiva va a ir a menos.

Pero los bombardeos continúan, hay cortes de energía, una parte de la población civil tiene que recurrir a los refugios invernales.

Va a ser un invierno muy duro. No quiero decir que todo el mundo va a quedarse, pero los ucranianos aguantarán hasta la victoria porque está será la herencia que dejaremos a nuestros hijos y nietos. Este tema se tiene que resolver definitivamente, una vez que se ha llegado hasta aquí no hay marcha atrás.

"Entiendo que con los precios actuales y las perspectivas económicas las donaciones hayan ido a menos, pero la gente todo es de agradecer"

¿Cree que va a haber una nueva oleada de refugiados de su país que lleguen a España y Aragón como en las primeras semanas?

No creo que se produzca una llegada masiva de refugiados otra vez. Muchas de las personas que ahora salgan de Ucrania intentarán quedarse en los países más cercanos para estar cerca de su gente y regresar en cuanto puedan. Hay gente que una vez en España se ha vuelto aún sabiendo que su hogar había quedado destruido o que se iba a encontrar una localidad sin electricidad. En la asociación tenemos el caso de una familia que vive en Zaragoza y en cuanto se liberó Jersón cogieron su coche y se fueron hacia allí. Era muy pronto, pero se atrevieron, y llenaron su vehículo con ayuda para un centro de mayores que hay cerca de su casa y para ancianos que viven solos, sobre todo pañales para adultos y comida.

Desde el primer momento la Asociación Ucraniana de Residentes en Aragón se ha volcado en enviar ayuda. ¿Cuánta han podido tramitar?

Hemos intentado aportar desde aquí lo que hemos podido. Gracias a la generosidad de los aragoneses hemos enviado ya 17 camiones, estamos preparando el 18. Y hemos comprado once vehículos, cinco ambulancias, cinco minitodoterrenos y un minibús. También adquirimos desfibriladores que nos pidieron y hace poco viajó hasta allí el primer generador que funciona con una placa solar. Los últimos camiones los hemos podido enviar gratis a Polonia con Amazon. Con la experiencia hemos aprendido que en cada región de Ucrania necesitan cosas diferentes.

¿La gente está cansada de la guerra de Ucrania, han caído las donaciones?

Hay días que no veo ni las noticias de Ucrania, pero sí hay gente que siente que ante el problema de la inflación y el coste de la energía se ha quedado como en un segundo plano. Entiendo que con los precios actuales y las perspectivas económicas las donaciones hayan ido a menos, pero la gente sigue llamándonos para colaborar con nosotros y todo es de agradecer. Hay días que por la noche me invade la desesperanza, pero cuando por la mañana recibo una llamada telefónica de alguien que quiere echarnos una mano, sea como sea, recupero la ilusión y las fuerzas.

"No soy una experta y personalmente ya no sé qué más hace falta para poder parar a Putin"

Europa va a aumentar la ayuda a su país para comprar armamento y se estudian nuevas sanciones contra Rusia. ¿Es suficiente?

Toda ayuda parece poca para parar esta locura que ya ha costado muchas vidas humanas. Es importante contar con el apoyo de Europa. No soy una experta y personalmente ya no sé qué más hace falta para parar a Putin.

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