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La subida de la inflación dispara hasta un 40% los presupuestos de las fiestas más esperadas

El mayor caché de los espectáculos de todo tipo, el intenso calendario de actividades por la Comunidad, la ampliación de los programas tras dos años en blanco y la desaparición de empresas por la pandemia han disparado las partidas

Las fiestas vuelven a vivirse como antes, como se puede comprobar en esta imagen de las ferias de La Vaquilla tomada ayer
Las fiestas vuelven a vivirse como antes, como se puede comprobar en esta imagen de las ferias de La Vaquilla tomada ayer
Jorge Escudero

Tras dos años de suspensión de las fiestas patronales o con actos muy condicionados por las limitaciones impuestas por la crisis sanitaria, los programas de festejos reflejan que hay ganas de recuperar el tiempo perdido. Pero para ello, los ayuntamientos tienen que lidiar con un problema que no se podía anticipar hace unos meses, una inflación que ha hecho que los presupuestos aumenten hasta un 40%, según los datos facilitados desde algunos de los consistorios de localidades de más de 8.000 habitantes. Un sobrecoste que asumen para mantener una programación similar a la de 2019 o incluir alguna actuación estrella que compense dos años sin estos días de encuentro para unos y de desenfreno para otros.

Para el presidente de la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias, Luis Zubieta, en este incremento también pesa «la explosión» de actividades que se organizan por todo el territorio y que «dificulta encontrar servicios como equipos de sonidos o un cáterin». «Además, hay empresas que han desaparecido», añade. Los ayuntamientos que cerraron contrataciones a finales de 2021 o principios de año se han beneficiado de unos precios más bajos de los que se manejan en los últimos dos meses.

Zubieta, alcalde también de Zuera, pone el ejemplo de su municipio. Los 290.000 euros con que contaban para el capítulo global de fiestas en 2019, las grandes son las de San Licer a finales de agosto, pueden dispararse un 30% hasta los 377.000 euros. En Jaca, las cuentas ya están echadas y el resultado es muy parecido. Los festejos en honor a Santa Orosia y San Pedro de finales de junio costaron 175.000 euros frente a los 137.000 de hace tres años (un 27,7% más). «Las actividades sí que se han encarecido un poco, pero han pasado dos años y el IPC también ha subido, por lo que ha ido todo en proporción», explica la concejala María Victoria Mora.

"Hasta el bordado de las cintas"

Caspe se lleva la palma. Las cifras para San Roque, del 12 al 16 de agosto, se disparan hasta un 44,4%, de 90.000 euros a 130.000. «Ha subido hasta el bordado de las cintas de las caspolinas. Y eso que los fuegos y las vaquillas nos han mantenido el precio de 2020», cuenta la edil Elise Ventura.

En la mayoría de las localidades el alza, más discreta, ronda el 25%. Es el caso de las fiestas del Ángel de Teruel, que estos días vibra con La Vaquilla: de 260.000 a 324.000 euros (24,62% más). El concejal Javier Domingo señala que el gasto ha crecido para los conciertos de Los Planos y la seguridad, y que también se debe a la voluntad de dar «más protagonismo» a esta cita tras dos años en blanco. En Tarazona para el Cipotegato, en Alcañiz y en Sabiñánigo no se han cerrado datos, pero esperan que cuesten, al menos, un 25% más. El Ayuntamiento de Zaragoza no facilitó cifras sobre el Pilar.

Sube también la cuota peñista

En Calatayud la inflación afecta hasta a las cuotas peñistas. San Roque se celebra a mediados de agosto con la organización a cargo de la Federación de Interpeñas. Su presidente, Gerardo Bernal, habla de una subida de un 20%. «Son 250.000 solo en gastos de los toros, chupinazo… Sumándole el gasto de las peñas nos iremos hasta los 600.000», calcula. La inscripción a las peñas será de 110 euros, cinco más que los previstos para 2020. «Y no hemos aplicado la subida que sería realista. Así que iremos muy justos», reconoce.

Para la programación de la Virgen de la Peña, la patrona, el Ayuntamiento bilbilitano va a destinar unos 150.000 euros y la conclusión es similar. La responsable del área, Chus Peñalosa, subraya que «la oferta de empresas es menor, porque muchas dedicadas al sonido y la iluminación, por ejemplo, han desaparecido». En La Almunia de Doña Godina, para Santa Pantaria en septiembre, contarán con cerca de 250.000 euros, unos 30.000 más (13,6% más).

Hay Ayuntamientos que han esquivado la inflación. El de Huesca volverá invertir unos 460.000 euros en San Lorenzo. La oferta musical, gratuita, se lleva ya 250.000. «Nada cambiará de forma radical», señala el concejal del área, Ramón Lasaosa. En Barbastro y Monzón las partidas son similares a las de antes de la pandemia. En Cuarte de Huerva también se destinará lo mismo, unos 200.000 euros, para las fiestas – las de Santa Ana en julio y las de la Virgen del Rosario en octubre–. En lo que no se «ha escatimado», destaca el edil Julio Conde, es una programación cultural «potente» que ha duplicado su presupuesto, de 150.000 a 300.000 euros.

Verbenas y actuaciones al aire libre, reminiscencias de la covid

En Cuarte de Huerva, que celebrará sus fiestas del 22 al 26 de julio en honor a Santa Ana, los vecinos se marcarán unos bailes en las verbenas al aire libre, en el bulevard, y los hinchables para los más pequeños se desplegarán este año en el campo de fútbol. En el auditorio, epicentro habitual de actividades antes de la pandemia, solo se desarrollarán talleres para niños y las cuarenta del guiñote seguirán cantándose en el interior del centro de mayores.

«Queramos o no, la mayoría seguimos teniendo muy presentes los contagios, sobre todo con el repunte que se ha producido ahora. Por eso hemos preferido que los actos más multitudinarios se desarrollen en espacios abiertos con una gran capacidad, como es el bulevar, donde tranquilamente pueden caber 8.000 personas», comenta el concejal utebano Julio Conde. Y una cierta «psicosis» también va a pesar en el almuerzo popular de los sábados, en el que se van a extremar las medidas de «manipulación» de los alimentos.

La brecha en los precios y la falta de personal, nuevos problemas

La contratación de espectáculos para las fiestas de verano se suele tramitar ya en octubre o diciembre del año anterior. Con la subida del IPC, las empresas se han encontrado con una importante brecha entre los presupuestos del otoño y la realidad de los meses estivales. «Con el gasoil, el coste medio de un viaje se ha doblado, de 600 a 1.200 euros. A partir de ahí suma alojamientos, dietas... Nosotros tampoco podemos cargar a los ayuntamientos las pérdidas cuando nos han contratado por un precio», argumenta Ángel Lasheras, presidente de la Asociación de Empresarios de Grupos de Orquestas de Aragón (Aegore).

Hay músicos y técnicos que «se han quedado por el camino» porque «tuvieron que cambiar de profesión» y tienen «problemas» para contratar «personal técnico y de montaje». Algunas orquestas han ampliado su giras a comunidades más alejadas. Lasheras subraya que los grupos han aprovechado para «ampliar sus montajes» y diseñar nuevas propuestas, algo que espera sepa «apreciar» el público.

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