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Plena Inclusión rechaza la denegación de una plaza de FP a un joven con discapacidad
Plena inclusión Aragón ha rechazado la decisión del Departamento de Educación de denegar una plaza para estudiar Formación Profesional al joven Ánchel Sabio, que sufre una hemiparesia lateral izquierda con una discapacidad del 54 %, por considerar que es discriminatorio y contrario a la ley.
Según explica la entidad en una nota de prensa, el adolescente, de 17 años y que acaba de terminar 4º de la ESO, tiene una limitación del movimiento de su mano izquierda que no le ha supuesto ningún obstáculo para obtener su título de Secundaria, hacer deporte ni llevar una vida normalizada.
Tras acabar la ESO su intención era cursar un ciclo de grado medio de sistemas microinformáticos y redes, que Educación le ha denegado, según denuncia su familia, por entender que su discapacidad le impide hacer algunas de las actividades que contempla esta formación y por los riesgos que para su seguridad y la de sus compañeros suponen tareas como las de montaje de componentes y cableado y pese a que el IES donde ha cursado la secundaria defiende la idoneidad de este estudiante para dicho grado.
Para Plena inclusión Aragón, la negativa de Educación a concederle la plaza por motivos de discapacidad "echa por tierra todos los avances acometidos por el Ejecutivo aragonés a favor de la educación inclusiva" además de que es "contraria" a los valores constitucionales de no discriminación y a la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad de Naciones Unidas, que además es de obligado cumplimiento, tras su ratificación por parte del Estado español.
Además de que "contradice" varios artículos de la ley aragonesa de derechos y garantías de las personas con discapacidad.
Plena inclusión Aragón insta al Departamento de Educación a replantearse su posición en este caso concreto, a cumplir la ley y a continuar trabajando a favor de la educación inclusiva, para lo que, según la entidad, "solo es necesaria una mayor voluntad política" y "la dotación de recursos humanos y materiales" que permitan al joven, que ha tenido que matricularse en un centro privado, continuar dando forma al proyecto de vida que ha elegido.
"Lo contrario sería condenar a este joven a ser un ciudadano de segunda, con el único argumento de su discapacidad. Un extremo inadmisible en una sociedad avanzada y garantista de derechos como es la aragonesa", concluyen.
Por su parte, la familia de Ánchel ya ha recogido más de 52.000 firmas en la plataforma Change.org para pedir a la Inspección Educativa que "no discriminen al menor y le permitan seguir estudiando".
La madre del estudiante, Nuria Ondiviela, explica en la plataforma que la discapacidad del menor nunca le ha impedido hacer "todo lo que se propone" y ha destacado su práctica del balonmano durante tres años, de pádel y su trabajo como entrenador de un equipo de niños en prebenjamín.
