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Otro verano de récord en venta de piscinas en Aragón

Las empresas especializadas en construcción de vasos están saturadas de trabajo y dan fecha para agosto y septiembre para ejecutar la obra.

Una piscina construida por la empresa aragonesa Piscinas Alpuente.
Una piscina construida por la empresa aragonesa Piscinas Alpuente.
J. F.

Desbordados de trabajo. Así se encuentran de nuevo las empresas especializadas en la construcción de piscinas en Aragón tras el bum de 2020 a raíz de la irrupción del coronavirus. "Nos pasa como al sector de las reformas de viviendas: es un no parar de la demanda que hay. Antes, entre las vacaciones y ser socio de una piscina, la gente no se planteaba hacer una obra. En cambio ahora, quienes tienen un terreno se juntan con la familia, están más en burbuja y quieren una piscina", apunta Ana Murillo, comercial de Piscinas Plaza en Zaragoza.

Esta compañía -especializada en piscinas prefabricadas de poliéster- avisa de que, ante nuevos encargos, el plazo que dan es ya para septiembre. "La mayoría de nuestros clientes están en la Comunidad y podemos hacer desde el vaso a realizar todo el montaje", explica.

También Juan Fernández, gerente de Piscinas Alpuente, está saturado de obras: 12 para ejercutar en estos momentos. "Los pedidos que entren ahora serán para agosto-septiembre. Tenemos un 60% más de demanda que el año pasado. Las personas que no llegaron a ponérsela en 2020, lo hacen este verano. Somos poco previsores; la época ideal para construir una piscina es la que va de septiembre a  noviembre", asegura Fernández, que se queja de falta de personal especializado. "No se encuentran albañiles y cuesta formarles", añade.

En cuanto a los precios, el gerente de Piscinas Alpuente informa de que el coste medio de una piscina de hormigón o de poliéster se mueve entre los 17.000 euros, la más barata, y los 25.000 euros, la más cara, más IVA.

Mientras, el director-gerente de la Asociación Española de Profesionales del sector piscinas (Asofap), Agustí Ferrer, habla de un aumento "importante" de la actividad en 2020 en España -extendible a Aragón- con una perspectiva "positiva" para este año, según un informe sectorial presentado el pasado noviembre. "El sector está en un buen momento; es cada vez más popular en la sociedad. En los últimos cuatro años ha crecido el triple que la media de la economía española", sostiene.

Según el 'Barómetro Sectorial de la Piscina en España 2020', el parque de piscinas en nuestro país sigue creciendo, superando los 1,1 millones. "Al 70% de las empresas del sector el año 2020 les fue igual o mejor que en 2019, con crecimientos superiores al 15% interanual", se destacaba.

Un empleado de Piscinas Alpuente trabaja en la construcción de un vaso.
Un empleado de Piscinas Alpuente trabaja en la construcción de un vaso.
J. F.

Más pequeñas y nuevos consumidores

La previsión de Asofap es que la demanda de construcción de piscinas va a continuar en 2022 y 2023 a nivel mundial. "Hay empresas de otros países que dan fecha de ejecución para Navidad y en Estados Unidos, para febrero del próximo año. Hay voluntad de seguir invirtiendo en la piscina", comenta Ferrer, quien hace otras dos observaciones: la reducción del tamaño de los vasos ("una de 3x5 es una magnífica piscina") y la irrupción de nuevos consumidores ("la imagen típica de una familia con niños jugando en el agua existe, pero cada vez más vemos otros intereses a nivel individual o de compartir con la pareja. Esto supone una palanca de crecimiento de futuro").

Por su parte, Víctor Franca, gerente de Vitalpiscina, habla de un incremento del 20% en las contrataciones respecto a 2020. "Hay una cultura de la vivienda con jardín propio para poder disfrutar al aire libre del entorno familiar", destaca, al tiempo que indica que en estos momentos están dando un plazo de ejecución de mes-mes y medio. "Podemos llegar a hacer obras este verano y también tenemos contratación programada para el invierno", detalla.

Ubicada en Ejea de los Caballeros, esta empresa familiar fue creada por Franca hace 25 años y en ella trabajan 15 personas. Especializada en la construcción de piscinas de obra, prefabricadas, climatizadas y cubiertas, lo que más demandan ahora sus clientes son piscinas VitalBlock, de poliestireno expandido "que mantiene el calor del agua". El precio medio de estos vasos rondan los 15.000-17.000 euros.

Desmontables o portátiles

Asimismo, también hay un aumento de la demanda de piscinas desmontables, portátiles o hinchables. El director-gerente de Asofap recuerda que el año pasado una empresa española importante del sector se quedó sin 'stock' de piscinas desmontables. "Quien no se pudo hacer una de obra (ante el bum de pedidos) buscó esa alternativa y la compró de forma provisional por internet o en grandes superficies", recuerda.

Precisamente, el canal 'online' es cada vez más utilizado por el cliente de la piscina residencial en nuestro país, tal y como se refleja en un reciente estudio de la patronal del sector. "Ello obliga a los profesionales a adaptarse a un cliente más informado y autónomo, pero que todavía demanda un profesional cualificado", se recoge en el mismo.

Desde Asofap se recomienda ponerse en manos de profesionales, consultar si la empresa elegida es miembro de la patronal y pedir referencias de las piscinas que ha construido como paso previo. "La referencia es clave; es importante que se confíe en profesionales acreditados. En cualquier sector, cuando hay un aumento importante de la demanda aparece siempre el intrusismo; gente que ve la oportunidad", advierte Agustí Ferrer.

Respecto a las piscinas portátiles y desmontables en terrazas o azoteas, el director de la Asociación resalta la importancia del asesoramiento de un arquitecto. "El año pasado vimos terrazas que se hundieron porque no podían sostener el peso del agua del vaso. También hay que contar con los profesionales para construir piscinas en las azoteas; hay que asegurarse del cálculo estructural del edificio. Hace unos días, en Brasil, la piscina de una vivienda de lujo se desplomó e inundó el garaje", indica. 

Ya el año pasado, el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza alertó de que existe un gran peligro si se instalan piscinas portátiles en terrazas o en azoteas sin la debida supervisión de un técnico. Desde este colegio profesional trasladaron varias recomendaciones sobre el uso de estas piscinas como no llenar más de 20 centímetros de altura de agua, si el edificio es de reciente construcción, mientras que para inmuebles más antiguos esta altura de agua tiene que ser en todo caso igual o menor y dependerá de la antigüedad y el tipo del forjado.

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