Las salas encuentran un "alivio de luto"en el aumento de aforo
Las compañías de teatro dicen que la medida era necesaria y que también "rebaja el miedo del público".
El panorama de la cultura ha acogido con alivio la ampliación de aforo, ese paso del 25 al 50 %, que se notará de inmediato en un sector que vive una situación acuciante, crítica, y que está a la espera de que lleguen las ayudas ordinarias y extraordinarias a las diversas compañías.
Fernando Vallejo y Cristina Yáñez, responsables del Teatro de la Estación, opinaban: "Siempre es una mejora. Estábamos dejando a la gente en la calle con tres cuartos de las butacas vacías. Un aspecto importante es el mensaje que se transmite y que ayuda a rebajar la sensación de miedo de los espectadores".
Con todo, perciben que se está lejos de lo ideal: "Seguimos trabajando con asepsia (gel, mascarillas, distancias, ventilación), pero la gente tiene tal vez la sensación de que sirve para algo y que avanzamos en la dirección correcta para solucionar este problema grave de salud. Económicamente sigue siendo una situación complicada que requiere un esfuerzo mayor", decían.
El director-gerente de Teatro Arbolé, Esteban Villarrocha, valoraba la nueva medida: "Es un alivio para las Navidades. Aunque es un paso adelante, la situación sigue siendo muy dura, y esperamos que este incremento del 25 al 50% nos ayude a seguir adelante estas Navidades al menos".
María López resumía así la paradoja:"Es un alivio de luto". La directora gerente de la compañía Teatro del Temple, que ha ganado el VI Premio Artes &Letras de Teatro, Danza y Circo, buscó otros matices:"Desde el Gobierno de Aragón se habían comprometido a hacerlo en la última reunión y han cumplido. También les pedimos que no bajen ya de ahí y que en cuanto puedan suban al 75 %", pedía.
Chema Turmo, responsable del patronato de Artes Escénicas que agrupa espacios como el Teatro Principal y el Teatro del Mercado, valoraba muy bien el cambio de capacidad: "Era necesario porque hace justicia a la confianza que deposita el público".
Chema Fernández, representante de salas de conciertos, decía:"A las salas de conciertos grandes, que son discotecas, no les sirve pues si hay que cerrar a las 22.00 no sale rentable abrir solo para el concierto".