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"Tenemos una selva dentro del río Ebro y si no se limpia en verano, en invierno hay inundaciones"

La Asociación de Afectados por las Riadas del Ebro (Asafre) urge medidas como "hacer desaparecer las islas salvajes" para desaguar el cauce. La CHE explica que sigue trabajando con el plan Ebro Resilience para actuar ante las crecidas con una estrategia más amplia.

 Alfonso Barreras conoce bien el río a su paso por su municipio, Villafranca de Ebro. Sabe dónde han ido creciendo islas de grava que han terminado estrechando el cauce del Ebro  y hasta donde llegó el agua en la última gran riada, la de 2018. "Cada vez baja menos agua pero las crecidas causan más daños", lamenta, y lo achaca a los residuos acumulados a lo largo del río. Tiene una empresa agroalimentaria en el municipio zaragozano por cuyas vacas teme cada vez que hay una crecida.

De camino a uno de los puntos donde denuncia que ha habido un mayor abandono ha quedado con Javier Lansaque, agricultor del municipio. "Antes, que te dejara tu familia una parcela al lado del río era un vergel y ahora es un problema", coinciden. Ambos forman parte de la Asociación de afectados por la riadas del Ebro (Asafre), con socios a lo largo de los 250 kilómetros de río a su paso por La Rioja, Navarra y Aragón.

Estrategia Ebro Resilience

La organización viene denunciando que no se han hecho los trabajos necesarios en el río. Echa de menos los años en los que los trabajos de empresas de áridos ayudaban a dragar el río. Hoy son estructuras de hierro abandonadas tras el cambio de normativa por razones medioambientales. El verano es "la mejor época para llevar a cabo las obras de mantenimiento y reparación en los cauces de los ríos", explican, debido al bajo nivel del agua. Tras la inacción de estos meses advierte de que "tenemos una selva dentro del río y si no se limpia en verano, en invierno hay inundaciones".

Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) recuerdan que está en marcha la Estrategia Ebro Resilience, que tiene como objetivo reducir las afecciones ante el riesgo de inundación en el tramo medio del Ebro. Consideran que el dragado de zonas como las islas que se encuentran a lo largo del cauce no es una medida que de forma aislada pueda solucionar los problemas.

Desde Asafre vienen insistiendo en que urge hacer algo ya para evitar los problemas que surgen durante las crecidas periódicas que terminan por afectar a los municipios ribereños. La situación del río afirma que es generalizada a lo largo de su cauce. Se puede ver la falta de cuidado "en cualquier lado, en el Cuarto Cinturón de Zaragoza. En cualquier punto de la ribera, desde Novillas hasta Quinto", explican.  

En El Burgo de Ebro han quedado con Jesús Marín, delegado del municipio en la asociación. En las riadas "el agua llega hasta el polígono", calcula. "Lo más urgente es ampliar la capacidad de desagüe del río. Una limpieza generalizada tanto de las islas como de la vegetación", explica. "Es un problema hidráulico, que lo han convertido en medioambiental y luego en político", se queja. El estado actual del cauce "taponado" por las islas y la vegetación denuncia que hace que "riadas catalogadas como ordinarias causen daños extraordinarios".

"Al río hay que dejarle salida. Después de limpiar, mantener. Si limpiamos y no mantenemos estamos en el mismo problema", advierte Barreras.

Reunión en febrero en la CHE

Desde la asociación lamentan que este verano no se haya hecho nada. "En mayo y junio ya se puede empezar a trabajar".  Insisten en la necesidad de actuar y critican que el plan director y los planes hidrológicos "no atienden a las necesidades reales de la población que convive con el río día a día". Piden que se revisen consultando con los ribereños porque son "quienes de verdad conocen los puntos fuertes del Ebro y sus flaquezas" y pueden ayudar a "minimizar" los efectos de las crecidas.

Por su parte, en la CHE señalan que los colectivos afectados ya han empezado a ser partícipes del plan para actuar en las crecidas. En enero hubo una reunión dentro de la Estrategia Ebro Resilience con los Ayuntamientos del tramo medio del río, el que transcurre entre Logroño y La Zaida (Zaragoza), el que tiene un "alta exposición" a inundaciones, que se celebró en la sede de la Confederación. En febrero hubo otra con 35 comunidades de regantes, organizaciones agrarias y ecologistas, entre otras entidades.

"Las inundaciones son fenómenos naturales e inevitables y no existe una única medida efectiva" (Confederación Hidrográfica del Ebro, CHE)

En el encuentro técnico de enero participaron las instituciones promotoras de la estrategia, Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, la CHE y las Comunidades Autónomas de La Rioja, Navarra y Aragón para favorecer la colaboración. Se han creado cinco grupos de trabajo técnico para centrarse en medidas de prevención, actuaciones de protección, gestión ambiental, gestión del espacio fluvial y financiación, participación y divulgación. Todo ello para generar capacidad de resiliencia ante las crecidas y no solo actuar después de que se produzcan.

En ambas citas se explicó que la CHE  aplica en la estrategia las medidas incluidas en la Directiva Europea de Inundaciones en esta zona de la cuenca y "concreta el plan de medidas para el tramo medio del Plan de Gestión de Riesgo de Inundación de la Demarcación".

Acciones "compatibles con un desarrollo sostenible"

Las claves son la coordinación y los "nuevos enfoques para reducir el efecto negativo de los episodios de inundación, apostando por medidas combinadas que mejoren la capacidad de recuperación", indican desde la CHE. Por ello, el Plan parte de que las inundaciones son fenómenos "naturales e inevitables" y de que "no existe una única medida efectiva". A ello une la necesidad de "aplicar acciones compatibles con un desarrollo sostenible".

Con el abanico de medidas busca "la protección de núcleos y la recuperación del espacio del río donde sea posible" para lo que se estudian en cada tramo si resulta más conveniente desde el punto de vista técnico el "retranqueo de motas, la creación de cauces de alivio y zonas de inundabilidad controlada" y también tratan de "fomentar los usos compatibles y potenciar la autoprotección con la mejora de la divulgación de adaptación de edificaciones y de explotaciones…", detallan desde el organismo de gestión de la cuenca. Frente a la desaparición de las islas se ha llevado a cabo en algunas zonas técnicas de 'curage' que consisten en abrir caminos en las grandes islas, mejanas y sotos, "favoreciendo que los sedimentos sean movilizados por caudales normales", indican desde la CHE.

Entre las últimas iniciativas está la realización de estudios de detalle por zonas en el tramo medio, visitas a explotaciones agrarias y ganaderas para analizar problemas de exposición al riesgo de inundación y hacer informes con propuestas. 

Desde Asafre siguen considerando que hay "demasiados proyectos y reuniones". Reconocen que hacer una limpieza ahora del cauce sería "bestial", pero mantienen que se hagan acciones más directas. "En cinco años hemos tenido tres riadas. Eso es demoledor", lamenta Barreras. "Parece que queramos que le hagan daño al río, pero es al revés, porque nosotros vivimos del río", concluye.