‘Matria’, el duro y realista retrato de otra forma de agricultura

El reconocimiento como única patria de la tierra en la que cada día hunden sus manos más de 1.200 millones de campesinos en el mundo, los conflictos en torno a estas tierras y la denuncia del ‘expolio’ de estos recursos son los ejes en torno a los que gira ‘Matria’, la exposición de la fotoperiodista Judith Prat (Altorricón, 1973), que hasta el 30 de agosto alberga el Museo Pablo Serrano de Zaragoza.

"El modelo neoliberal de apropiación de tierras por parte de las grandes corporaciones minerales o agroindustriales y la expulsión de los campesinos no solo afecta a estos, sino que nos repercute a todos", explica Prat. "Está poniendo en riesgo la soberanía alimentaria, la seguridad alimentaria y la producción de alimentos de calidad en todo el planeta», lamenta la fotógrafa, que ha trabajado en los últimos años en zonas tan difíciles como Oriente Medio, Nigeria o el Congo.

‘Matria’ es una llamada de atención sobre los principales problemas que sufre el campesinado. A través de un recorrido de 66 imágenes en cinco países (Mozambique, Estados Unidos, México, Yemen y Sudán del Sur), la cámara de Prat sirve para denunciar situaciones como el acaparamiento de tierras, la situación de los jornaleros en zonas transfronterizas, o qué sucede con la alimentación cuando estalla un conflicto armado; situaciones que "podía haber fotografiado prácticamente en cualquier país del mundo", asegura. "De hecho, el 80% de la gente que pasa hambre o vive en situación de pobreza extrema habita en zonas rurales", apunta la fotógrafa.

Pero Prat quiere ir un paso más allá. No solo se trata de denunciar, sino también de poner sobre la mesa las alternativas que la comunidad campesina plantea: la vuelta a la agricultura familiar, que es la que produce alimentos de calidad; el impulso de la agroecología frente al modelo de producción industrial; y el respeto a la mujer dentro del campesinado."Las mujeres cultivan la tierra, pero en muchos casos, debido al modelo neoliberal que se pretende imponer y a las estructuras sociales ancestrales, no tienen ningún derecho de titularidad y se les hace perder poder", denuncia la oscense, quien cree firmemente en que "el futuro de la agricultura es de las mujeres", algo que evoca la imagen de portada de ‘Matria’, la foto de una niña mozambiqueña de trece años que acabará dedicándose al campo.

Lo que Judith Prat denuncia a través de ‘Matria’ es un problema tan acuciante y tan severo que ya en 2018 Naciones Unidas aprobó la Declaración sobre los Derechos de los campesinos y otras personas que trabajan en las zonas rurales.