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Ringo Válvulas mantendrá en 60 millones sus ventas pese a la pandemia

Al suponer la exportación el 90% de la cifra de negocio y contar con proyectos a largo plazo, la empresa espera tener cubierto este ejercicio

Imagen del exterior de las instalaciones de Ringo Valvulas en el polígono Empresarium de Zaragoza.
Guillermo Mestre

Repetir la cifra de negocio del pasado año, que ascendió a 60 millones. Ese es el objetivo de Ringo Válvulas, según su director general, José Manuel García, que recordó que durante los meses más duros de la pandemia han estado trabajando en pedidos que tenían de 2019. «A Petronas para un proyecto en Malasia le suministramos piezas por valor de 1,5 millones. Con Petróleos de Omán hay otro pedido por valor de 4 millones. Y acabamos de firmar un contrato con la compañía rusa Rosatom para la central nuclear de Akkuyu en Turquía presupuestado en cinco o seis millones. Así que el año está cubierto», explicó el directivo.

Contar con un 90% de exportación supone una ventaja y aunque «todo el mundo se ha visto afectado, al considerarnos servicio esencial –ya que suministramos válvulas a instalaciones petrolíferas (un 75% del negocio) y a centrales de producción de energía eléctrica (el 25% restante)–, no hubo que cerrar», indicó.

«Hasta el mes de marzo la situación fue normal. En abril y parte de mayo sí hubo paralización de la actividad comercial, pero como nosotros no vendemos piezas iguales sino hechas a medida, partíamos de decisiones de compra ya en marcha», apuntó el máximo responsable de Ringo Válvulas, que emplea a 110 personas (40 en producción y el resto en ingeniería y oficinas) y está convencido de que a final de septiembre u octubre el mercado del petróleo volverá a los niveles de marzo con lo que la producción de piezas para lo que es extracción y transporte del crudo se reactivará.

«La economía mundial se recuperará más rápida que la española. Aquí dependerá de si en octubre o no hay rebrotes del virus y eso a día de hoy no lo sabe nadie», manifestó. Oriente Medio, China, Sudamérica y Europa son los grandes mercados en los que opera Ringo Válvulas. Si bien si sufrió algún retraso en el suministro de piezas que le llegaban de Italia y la India –además de que no pudieron venir algunos inspectores a testear proyectos por el cierre de fronteras– «ha sido cuestión de dos meses como mucho lo que en proyectos a largo plazo de 8 meses o un año tampoco representa mayor contratiempo», reconoció. «Vemos además, en contratación de nuevos proyectos, que en junio ha comenzado a reactivarse».

En Ringo Válvulas durante estos meses se ha teletrabajado, sobre todo el personal de ingeniería y oficinas, pero en producción han seguido acudiendo a sus puestos. «Los proyectos requieren ponerlos en común y el rendimiento y eficiencia es mejor estando en fábrica», reconoció García. Desde el primer día «se aplicaron estrictas medidas de seguridad usando mascarillas, manteniendo las distancias y desinfectando piezas que nos llegaban de terceros aplicándoles una cuarentena preventiva», dijo. «En cuanto reincorporamos al personal que estaba teletrabajando se hicieron tests a toda la plantilla», añadió ensalzando la labor de José Antonio Valero, de Seguridad y Salud.

El esfuerzo inversor de 3 millones en 2012 para la ampliación de las instalaciones y el medio millón que se destina cada año a renovación de equipos les ha permitido hacerse un hueco en un «mercado global en el que compiten con grandes multinacionales».