Aragón

TURISMO

Todos los lujos, en la copa de un árbol

El zaragozano Juan Marcos Segura construye enormes cabañas de madera a cuatro metros de altura en las que no falta ni una bañera de hidromasaje.

Una de las singulares construcciones diseñadas por el zaragozano.
Heraldo

Hace ya cuatro años que se lió la manta a la cabeza. Fue de la forma más tonta: viendo en Discovery Max el programa ‘Mi casa en un árbol’. Quién le iba a decir a Marcos Segura que al poco tiempo estaría intercambiándose correos con el presentador del programa, Pete Nelson, para que supervisara planos, sugiriese algunos cambios, moviera vigas de un lado a otro…

“Le doy mucho la tabarra”, bromea Segura, aunque cree que a sus arquitectos también les despiertan mucha curiosidad sus cada vez más ambiciosos proyectos para hacer cabañas en los árboles. Segura, con estudios previos de carpintería y experiencia laboral como ebanista, ultima en estos momento los detalles de su obra magna, hasta la fecha, que se ubica en las afueras de Cuenca y que tiene hasta 35 metros de superficie. Cuenta, además, con camas suspendidas, suelos de madera, bañera de hidromasaje… Todo a tres metros y medio de altura.

Las casas en los árboles son muy populares en los camping del País Vasco y Cataluña, pero suelen ser más básicas. Algunas no tienen ni luz ni agua y, aún así, tienen un alto grado de ocupación”, cuenta Segura, que ahora vive en Cuenca pero se crió y pasó media vida en el zaragozano barrio de San José. Además de la gran cabaña de Cuenca tiene otras dos en Albacete, en el balneario de la Concepción, que también ponen su granito de arena en la moda del ‘glamping’, eso de disfrutar de la naturaleza pero con todos los lujos y las comodidades. Al margen detalles que suponen un plus (cristaleras o suelos naturales), lo importante para este barón rampante es "la construcción en sí: aislar bien la cabaña, que se repartan los pesos correctamente, dejarla protegida del agua"... 

El espacioso interior de la cabaña levantada entre los pinos conquenses.
Heraldo

“Lo que singulariza mis cabañas es la amplitud, los metros cuadrados de los que disponen”, cuenta, al tiempo que confiesa que uno de sus sueños sería poder levantar una en Monte Perdido. De momento, sí ha mantenido conversaciones con distintos campings aragoneses -como el de la Selva de Oza- para ofrecerles apostar por estos alojamientos no aptos para quienes tengan vértigo (aunque alguna tiene patas para reforzar su seguridad). “En el País Vasco suelen estar a más altura porque tienen abetos de Douglas gigantes y las pueden elevar hasta 8 o 10 metros”, explica. Aquellas, no obstante, no cuentan con suelos de olmo ni cortinas de diseño ni jacuzzi como las que pueden verse en la web de Marcos TreeHouses. 

“Entre que se esboza en un papel y hasta que se ve la cabaña construida puede llegar a tardarse entre siete meses y un año”, comenta. Es un proceso laborioso en el que es muy importante "la imaginación y la visualización" y que requiere una inversión inicial importante, pero que “puede amortizarse rápido”. La joya de la corona de la producción de Marcos TreeHouses puede costar unos 35.000 euros, pero en algunos recintos hosteleros las cabañas llegan a alquilarse por 170 euros la noche. “Además, hay incluso lista de espera, y varias de ellas ya están ocupadas para los próximos tres meses”, explica.

Uno de los singulares alojamientos de madera diseñados por Segura.
Heraldo

En Aragón no está tan extendida la moda de las cabañas en los árboles como en provincias limítrofes y, sin embargo, en Cabañas de Ebro sí encontramos el caldo de cultivo de parte de esta fiebre. Aunque con sede comercial en Barcelona, la aragonesa Judit Casas es cofundadora de la empresa CasaÁrbol, que se dedica a hacer realidad el sueño de infancia de muchos: tener un gran refugio entre las ramas de un árbol. En la carpintería familiar de Cabañas de Ebro se fabrican buena parte de los listones y láminas para construir estos alojamientos, que tienen una superficie de entre 15 y 20 metros cuadrados y se pueden adquirir a partir de 20.000 euros. El precio incluye un estudio fitosanitario del árbol, otro para saber qué tipo de anclaje es el mejor, el diseño y la instalación. la más alta que han construido se levanta seis metros sobre el suelo, pero su catálogo no se compone solo de estas cabañas . Incluye también los ‘pod’ (alojamientos con forma de tronco habitable) y los ‘bungy’ (como los ‘pod’, pero construidos en los árboles ), entre otros.