"2021 será un año de clara recuperación, el PIB recuperará dos tercios de lo que va a perder este año"

En el marco de una economía global que va a sufrir este año una caída de entre el 3% y el 5% y en la que España va a ser uno de los países más afectados, con un descenso del PIB (Producto Interior Bruto) del 11%, conviene mirar a futuro para ver que "2021 va a ser ya de recuperación, un año en el que se recobrarán dos tercios de lo que se ha perdido en 2020". Es el mensaje de confianza que ha lanzado hoy Antonio Martínez, director financiero de Ibercaja, al participar en uno de los encuentos +Cerca, organizados por el Instituto Aragonés de Fomento (IAF), junto a José Mariano Moneva, decano de la facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Zaragoza.

Ante la "extraordinaria incertidumbre" que ha traído esta pandemia, "en la que no hay peor escenario que recaer", ha dicho este experto, únicamente cabe pensar que la salida y el horizonte de recuperación va a ser rápido comparado con la crisis financiera de 2009. En este sentido, ha destacado, que si para volver a los niveles que la economía española tenía entonces , hubo que esperar a 2017, es decir, nueve años, en la crisis actual, que ha tenido un origen sanitario, "en tres años habremos vuelto a lo precedente". Eso sí, siendo conscientes de que este año, ha recordado, "el déficit se acercará al 15% del PIB y la deuda se aproximará al 120% del PIB frente al 95,5% actual" ya que el Gobierno ha tomado "unas medidas necesarias que había que tomar, pero como el dinero no crece en los árboles, el reto a futuro será reconducir todo esto".

Y hacerlo no será fácil porque se venía de dos desequilibrios de la crisis anterior no corregidos, ha destacado Martínez, como la tasa de paro, del 14%, cuando antes de 2008 estaba al 8%, y el déficit público. "El peaje del desempleo en la anterior crisis fue descomunal", y en esta, ha dicho, aunque está funcionando el mecanismo de los ERTE, lo previsible es que "a finales de 2021 habrá medio millón de ocupados menos en España que a finales de 2019 y un millón respecto a 2017".

Si bien Aragón, al tener un mayor peso de la agroalimentación y la industria y menor de los servicios, parte en mejor posición de salida que otras comunidades, habrá que trabajar duro para favorecer la recuperación, y, sobre este punto, ha marcado tres fases, la de medidas paliativas, en la que nos encontramos, la de reactivación para la que es necesario combatir la falta de confianza inicial e impulsar medidas de estímulo de la demanda (consumo e inversión) y la fase de reconstrucción con ayuda a los sectores estratégicos más afectados.

Por último, ha indicado que "España necesita a Europa" y ha alertado contra "populismos que pueden tener un efecto muy malo" sobre esta recuperación que se notará ya el próximo año.

En su intervención, José Mariano Moneva, decano de la faculta de Economía y Empresa de la Universidad de Zaragoza, ha señalado también que "hoy no hay alternativa al intervencionismo de los Estados" ya que incluso Alemania y otros Gobiernos liberales han tenido que salir al rescate de algunas compañías, y ha puesto el acento en que la salida tiene que ser "sostenible" ya que hay desafíos como frenar el cambio climático y construir una economía más sostenible que estaban ahí sin resolver y que siguen siendo fundamentales, así como fomentar una economía social y colaborativa, que se ha demostrado imprescindible.

La covid-19, ha manifestado Moneva, debe ser la oportunidad de corregir errores como "no invertir lo suficiente ni desde lo público ni lo privado en I+D+i, no seguir permitiendo el déficit en industria y suministros de tipo sanitario que hemos sufrido y evitar el incremento de las asimetrías y desigualdades que a nivel mundial va a traer esta crisis".

Ya en el turno de preguntas, a la de cómo incentivar el consumo, el director financiero de Ibercaja ha señalado que los bonos hotel para fomentar el turismo y los planes renove en electrodomésticos y otros bienes de consumo pueden ser un aliciente, así como la rebaja del IVA en la compra de automóviles o viviendas que están ya aplicando en otros países. En cuanto a si un mercado laboral más rígido ayudaría, Antonio Martínez ha indicado que solo supondría una mayor ineficiencia y ha recordado lo sucedido en 2008, crisis en la que se destruyeron 3,5 millones de empleos en España. Por último, ha demandado una rebaja en las cotizaciones sociales porque en España "es caro contratar, no despedir" y favorecer la formación ya que, según Randstad, el 49% de los desempleados en España tienen una cualificación baja y el avance acelerado de la digitalización va a suponer que los puestos de baja cualificación vayan desapareciendo y por tanto, tengan menos oportunidades. Asimismo, ha insistido en la necesidad de apoyar la industria: "la desindustrialización ha ido demasiado lejos".