Aragón

La DGA levanta el control de las residencias de Vera y Los Olivos y ultima el de Épila

El Asilo San José de Teruel extiende su cuarentena al menos 14 días más tras detectarse nuevos positivos. Solo en el último mes han fallecido más de 200 internos, aunque el ritmo de decesos y de contagios sigue ralentizándose.

Gráfico de la evolución del covid en las residencias.
Heraldo.es

La DGA ha levantado el control de las residencias de Vera del Moncayo y Los Olivos, en Huesca, tras asumir su gestión, ya sea de forma directa o a través de las comarcas, como consecuencia de la crisis del coronavirus. También está «a punto» de cerrar la intervención de la Nuestra Señora de Rodanas, en Épila, en la que se han contabilizado en torno a una veintena de fallecidos. No ocurrirá así en el Asilo San José, en Teruel. Aunque la previsión era que terminase hoy su cuarentena, la aparición de nuevos casos obligará a ampliar el control al menos 14 días más, según informaron desde la Consejería de Ciudadanía.

Otros centros, como el de Illueca, la Casa Amparo de Huesca, o el de Nuestra Señora del Portillo, en Zaragoza, seguirán intervenidos por el Ejecutivo autonómico, ya que, si bien se da la situación por «normalizada», todavía no cumplen los parámetros necesarios –28 días sin casos– para ser considerados ‘libres de virus’ y volver a su estado anterior. A estos se une, según explicó el secretario general técnico de la Consejería de Ciudadanía y Derechos Sociales, José Antonio Jiménez, la residencia San Sebastián de Mallén, que sigue a expensas de que se cumplan las cuatro semanas desde su último episodio confirmado.

En Los Olivos, donde sí se ha superado este periodo, se ha retornado a la gestión ordinaria y el personal del Gobierno de Aragón se ha retirado ya. El Ejecutivo asumió el control sanitario hace mes y medio con el objetivo de «apoyar al centro» y buscar «el mayor beneficio» para los usuarios.

Jiménez destacó el «gran esfuerzo» realizado por las personas que han trabajado tanto en esta como en el resto de las residencias intervenidas. También subrayó la «entrega encomiable» de quienes se han puesto al frente. «Han tenido plena capacidad para asumir la situación», dijo.

En total, la DGA da por cerrado el brote en 64 centros, intervenidos o no, mientras que la mayor parte de los restantes llevan ya, según el director gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), Joaquín Santos, «varios días sin casos».

El «esperanzador» avance de las estadísticas, que se aleja de las hasta 137 residencias que han registrado al menos un positivo desde el origen del brote, permitirá recuperar las visitas de familiares a partir de hoy en aquellos que no hayan tenido ningún positivo desde el inicio de la pandemia o hayan sido declarados ‘libres de coronavirus’. También volverán a ofertarse servicios de peluquería o podología, prohibidos durante las primeras fases de la desescalada.

El principal problema ahora está en que puedan entrar asintomáticos que desencadenen nuevos brotes, una situación que obligará al Departamento, consciente de que el riesgo cero «no existe», a extremar la precaución.

Otra prioridad será seguir realizando test y garantizar equipos de protección, que siguen siendo «escasos» en según que centros, según denuncian los sindicatos. Solo en el último mes han fallecido más de 200 internos en los centros de mayores de la Comunidad, haciendo ya un total de 713, según el último Boletín Epidemiológico de Aragón.

El virus ha castigado especialmente a los mayores de 70 años con patologías previas. Los últimos datos reflejan, no obstante, una tendencia a la baja. Entre el 19 y el 26 de abril se registraron 71 decesos. Una semana más tarde fueron 55 y a la siguiente, 57. En la última, según el Boletín, han sido 29.

Un descenso «lento»

El pico se registró a principios de abril, con 137 residencias con al menos un contagio y más de 130 fallecidos en cuestión de siete días. El descenso actual, aseguró Joaquín Santos, director gerente del Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), es positivo, aunque «lento» en comparación con las cifras globales de la pandemia. «Los datos siguen sin ser, lógicamente, todo lo bajos que nos gustaría», expuso. La parte positiva está en que el virus no ha entrado a nuevas residencias, y si lo ha hecho ha sido «de forma anecdótica». «Todavía no se pueden echar las campanas al vuelo, pero la situación está más tranquila», dijo.

El número de casos, con 2.770 confirmados hasta el día 20, ha aumentado en unos 300 en los últimos 14 días. Se trata, sin embargo, de un incremento mucho menor al registrado durante las peores semanas de la pandemia.