Aragón
Suscríbete

"No podemos ir a buscar mis enseres a la residencia en Madrid y nos quieren cobrar la cuota de junio"

La imposibilidad de viajar entre provincias provoca que algunos estudiantes tengan que pagar su alojamiento si no desalojan la habitación. La mayoría de los colegios mayores han hecho una devolución parcial de cuotas,  han fijado una aportación mínima o no han pasado recibidos.

Jóvenes universitarios en el campus de la plaza de San Francisco
Jóvenes universitarios en el campus de la plaza de San Francisco
Guillermo Mestre

Sanidad mantiene, "por criterios de prudencia", la negativa de permitir viajar entre provincias a aquellos alumnos que dejaron sus apuntes, libros, ordenadores y pertenencias en sus residencias o pisos de estudiantes y que llevan semanas reclamándolos de cara a los exámenes. En esta crisis del coronavirus, la mayoría de los colegios mayores han hecho una devolución parcial de las cuotas o han fijado una aportación mínima para sufragar los gastos que siguen soportando. Y, además, las quejas de estudiantes que se ven en la encrucijada de tener que pagar la factura de junio si antes de finales de mayo no acuden a recoger sus pertenencias y dejan libre su habitación.

"Hasta ahora nos han venido cobrando una cuota fija de gastos mínimos y este mes nos han enviado una carta en la que nos dicen que si antes de finales de mayo no acudimos a llevarnos nuestras pertenencias nos van a cobrar junio, aunque no nos han especificado si el mes completo o la aportación rebajada", denuncia un estudiante zaragozano, que prefiere mantener el anonimato, que cursa Periodismo y Comunicación Audiovisual en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. La cuota fija estos últimos meses ha venido siendo de 175 euros y en un mes normal, en habitación individual y con pensión completa, ronda los 900 euros. En otros colegios mayores públicos madrileños las familias han abonado estos meses un 15% del precio normal.

Este joven zaragozano hasta ha recibido un correo de la residencia "a modo de salvoconducto" aunque, al mismo tiempo, el centro elude cualquier responsabilidad y les advierte de que este documento no les va a evitar una posible multa. "Nos están diciendo que hay gente de otras provincias que ya ha ido y no ha tenido problemas, pero lo que está claro es que viajar a Madrid en esta fase no lo permita la normativa", cuenta este chico. Tampoco entiende las prisas de la residencia cuando en junio "tampoco tendrán las plazas ocupadas por otros clientes".

Un caso distinto es el de Julián, un padre de Huesca que tiene una hija estudiando en la Universidad de Zaragoza y residiendo en un colegio mayor privado. Aunque en marzo tuvo sus dudas "al final la dirección comunicó que no iba a cobrar nada, lo que nos ha parecido muy adecuado". No le urge recoger la ropa y otros enseres, pero lo hará en cuanto sea posible moverse entre provincias. Ahora lo que se pregunta es cómo empezará el próximo curso universitario y "si valdrá la pena contar con un alojamiento o se podrá prescindir de él si, al final, se combinan las clases presenciales y a distancia". Todo está en el aire.

La Delegación de Gobierno insiste en que en estos momentos  y siempre dentro de la misma provincia, se permite a estudiantes universitarios acudir a las localidades en las que estudian o en las que residen durante el curso para la recogida de material docente, enseres personales, firma o finalización de contratos de alquiler, u otras actividades similares. Viajar en las mismas condiciones que antes, pero con normas de higiene y distanciamiento físico, no será posible, por ahora, hasta esa 'nueva normalidad' a la que se llegará como muy pronto el 22 de junio. Eso sí, tanto la provincia de salida como la de destino tendrán que haber alcanzado la misma etapa.

"En los alquileres ha habido soluciones para todos los gustos"

En el mundo del alquiler de pisos y habitaciones a estudiantes "ha habido soluciones para todos los gustos, casi una para cada caso", sostiene Fernando Baena, presidente del Colegio de Agentes de la Propiedad Inmobiliaria de Aragón. Desde el colectivo profesional se ha avenido aconsejando desde el primer momento "el pacto entre el arrendador y el arrendatario" ya que "nadie tiene la culpa de una situación sobrevenida" que perjudica a todos. Baena recuerda también que no todo el que pone en alquiler una vivienda "es un gran propietario", sino que hay muchos para los que esta renta es "un complemento a su pensión, es muy difícil generalizar".

Baena pone como ejemplo la experiencia de un estudiante aragonés en Madrid que regresó a su hogar cuando se declaró el estado de alarma. Los compañeros que compartían el piso llegaron al acuerdo con la dueña de pagarle la mitad del piso durante estos meses y los estivales ya que les interesa conservarlo de cara al próximo curso.

En una situación similar se encuentra Teresa, una zaragozana con un hijo que estudia un ciclo de Gastronomía en Castellón y tiene una habitación alquilada. Estos dos últimos meses han pagado por ella 325 euros, la mitad, y van a seguir haciéndolo durante el verano para mantenerlo. Está contenta con la fórmula que les propuso la propia casera "que se ha enrrollado y lo planteó ella primero, cuando tenía un contrato firmado al que agarrarse". También ha habido en esta pandemia caseros solidarios que han aportado su granito de arena 'regalando' uno varios meses de arriendo a sus jóvenes inquilinos. 

Última hora del coronavirus.

Coronavirus en Aragón.

Coronavirus en España.

Suscríbete al boletín de Heraldo.es sobre la covid-19.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión