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Una burbuja que parte de Arcosur y sobrevuela cuatro continentes

La periodista Ana Moreno y la ilustradora Erika Hernández han creado un cuento solidario, cuya recaudación, que ya se acerca a los 2.500 euros, donarán a los programas de emergencias de Cáritas contra la covid19.

Una de las primeras páginas del cuento solidario.
A. Moreno/E. Hernández

"La burbuja existió realmente. Lo que pasa es que salió volando y le perdimos la pista. Ahora sabemos que recorrió cuatro continentes y descubrió cómo los niños viven esta crisis del coronavirus", explica Ana Moreno Marín, que hace unas semanas lanzó en internet, junto a la ilustradora Erika Hernández, el cuento ‘La burbuja viajera’.

Se trata de una iniciativa solidaria que, a través de un micromecenazgo, recauda fondos para los programas de emergencias de Cáritas contra la covid19. La campaña comenzó en el mismo día de San Jorge y lleva recaudados ya la mitad de los 5.000 euros que se ha propuesto reunir.

“Todo surgió una tarde gracias a una de las iniciativas de la web ‘Adopta a un maestro’, en la que ofrecen ideas a los padres para hacer más llevadero el encierro. Una de las propuestas era hacer una burbuja gigante y lanzarla a volar hasta que se perdiera de vista”, explica Moreno. Así lo hizo la autora junto a sus hijos Daniel, de 5 años, y Miguel, de apenas 1, y la burbuja salió volando, acaso azuzada por la imaginación de los chavales. Entonces se pusieron a fantasear y el cuento narra la historia de esta singular viajera que, partiendo desde un balcón de Arcosur, surca el cielo y llega hasta África, luego Norteamérica, recala también en China...

Ana Moreno, junto a sus hijos (Miguel y Daniel), con una imagen de la burbuja.
Heraldo

El cuento esta pensado para niños de entre 3 y 6 años, pero lo están descargando (al colaborar se obtiene la versión en formato pdf) padres solidarios con chavales de más edad. “Estamos muy contentas porque las reacciones están siendo extraordinarias. Hasta algunos cuentacuentos nos han pedido poder utilizar la historia y me consta que la van a trabajar en algunas clases de Infantil del colegio integrado del barrio”, comenta Moreno.

Tanto ella como la ilustradora son madres (tele)trabajadoras y han tenido que hacer malabares y sacar tiempo de donde no lo había para dar forma a la publicación. “El cuento ofrece la oportunidad de reflexionar con nuestros hijos sobre valores como la solidaridad, la responsabilidad, la diversidad, la higiene o el medio ambiente”, dicen, al tiempo que consideran que puede ser una forma de agradecerles lo bien que se han portado durante casi dos meses los niños que no han podido salir a la calle. “El coronavirus nos ha hecho recluirnos en casa, pero no ha podido con la alegría contagiosa de los pequeños, sean del país que sean, que sonríen y abrazan a pesar de las dificultades”.

La ilustradora Erika Hernández, responsable de la línea gráfica del cuento.
Heraldo

“Todo lo recaudado se destinará íntegramente a través de Cáritas Española a los que más sufren las consecuencias de la covid-19. Aunque estemos en fase de desescalada, el parón económico está afectando a miles de familias y personas vulnerables”, explican. Las autoras refrendan, además, su afirmación con datos: "Necesitan apoyo en sus proyectos de Emergencia Social porque en abril han multiplicado por tres las solicitudes de ayuda y el 40% de ellas son de nuevos solicitantes, lo que da una idea de la terrible crisis que afrontamos”.

Otra vertiente más de esta burbuja henchida de solidaridad es que en su periplo viajero también ha conquistado las redes. A raíz de la publicación, se ha hecho un reto en Instagram (@ilustrandodiaadia) por el que algunos lectores envían imágenes y, como por arte de magia, las autoras añaden la burbuja en sus fotografías. Hasta el momento, se la ha podido ver en el paseo de la Independencia, en los pinares de Venecia y en algunos huertos urbanos.