Adiós, el día de San Jorge
Cuando se revisa la edad media de los fallecidos en Aragón es demoledor que los mayores que viven en algunas residencias sean los que sufren más el Covid-19, con un 80% de las víctimas. En España, han fallecido más de 12.000 personas de la tercera edad (de los 20.852 muertos hasta ayer) y en la comunidad aragonesa esa proporción es mayor, con 462 fallecidos de los 637.
Ese drama que vive esta tierra es lo que el médico jubilado Manuel Granados, que colabora en el teléfono del Salud en Zaragoza, me transmitió hace unos días:«Es muy triste perder a los de la generación de la posguerra que consiguieron mejorar España». Como médico de Atención Primaria en la Jota y exmiembro del Ejército del Aire tenía claro que estamos ante «una guerra sin bombas» y la segunda parte del conflicto se disputará en los centros de salud, como ya ha advertido el Gobierno. Pero esta sociedad tendrá que revisar antes o después cómo han pagado esta catástrofe los de la posguerra, los mismos que en la crisis económica de 2008 sacaron a muchas familias del pozo cediendo su pensión para que todos pudieran comer.
En las residencias se defienden sobre el riesgo acumulado con los mayores afectados, por la falta de medios para realizar los test del 061, y por eso los aislaron en ‘zonas sucias’ a las que llevaron a los sospechosos de positivos. La DGA tuvo que intervenir cinco centros por la situación y trasladaron positivos a otros tres. El dolor de perder a los mayores, como al expresidente del Gobierno de Aragón Santiago Lanzuela, de 71 años, debería servir el jueves, día de San Jorge, para no olvidarnos de ellos.