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Oliete mira con respeto a su gran cráter: la sima de San Pedro

No es lunar ni volcánica; la sima de San Pedro se debe a un hundimiento de tierras en la prehistoria, y su profundidad supera los 100 metros desde el borde superior.

Pepe Royo, director del Parque Cultural del Río Martín, en la Sima de San Pedro
Laura Uranga

Oír hablar a Pepe Royo de la sima de San Pedro es interesante; el director del Parque Cultural del Río Martín observa la inmensidad del espeluznante e hipnótico agujero con una mezcla de respeto, fascinación y e ilusión infantil. La sima está a las afueras de Oliete, perfectamente señalizada y, desde hace poco tiempo, con el acceso mejorado. "Se trata –explica Pepe– del roducto del hundimiento de una dolina, suceso datado en un margen amplio que comprende los 750.000 y 1 millón de años. Estamos ante una estructura geológica y paraje ecológico de carácter único en toda Europa, y es innegable que atrae las miradas curiosas, pero siendo responsable hay que advertir que esa curiosidad debe tener un límite, que además está marcado con sirgas por cuestión de seguridad; traspasarlas para hacer un ‘selfie’ o mirar directamente al fondo es una temeridad".

En la sima hay un mirador, pero no se trata de una instalación concebida para el turismo. Otra cosa es una idea que ronda para el futuro próximo, y que sí facilitaría un visionado estricto de la sima en su totalidad. "El proyecto –detalla el gestor del Parque– es hacer una trinchera en una veta de calizas hasta cierta altura de la pared interior, que se cubriría y sellaría con la tierra sacada, para reducir el impacto medioambiental. Así se podría asomarse por un agujero en una plataforma, quizá un enrejado, que sobresaliera apenas un metro sobre la sima, en un punto en el que la propia disposición del terreno sujeta un posible movimiento de tierras. Lo que hay ahora es un pequeño balcón concebido para la práctica espeleológica, como se advierte en el acceso. Si se visita el perímetro hay que hacerlo con mucho cuidado, porque la sima sigue creciendo, tanto en diámetro como en profundidad, El río Martín está 40 metros por encima del fondo de la sima, y alimenta el lago de 22 metros de profundidad en la parte baja. La altura total es de 108 metros, 86 desde el mirador espeleológico, y el diámetro ronda los 80 metros".

El paraíso de las aves

Pepe cree que el mayor espectáculo del lugar lo brindan sus moradores habituales, las aves. "Hay biólogos de la Universidad de Barcelona, del Instituto Pasteur y Ministerio de Sanidad que están estudiando ahora mismo los murciélagos en la sima. La primera edición de la revista ‘National Geographic’ en español habló del curioso orden de entrada y salida de las aves en la sima de San Pedro; van de pequeñas a grandes, ocupando paso a paso las grietas de las paredes y anidando en ellas".

En primavera es un fenómeno digno de ver, cuando regresan las especies migrantes. Pepe enumera algunas. "Se puede observar al gorrión común, gorrión chillón, avión común, avión roquero, grajas y grajillas, vencejo real, palomas, chova piquirroja… hasta 25 especies, que vienen en grandes bandadas hasta teñir el cielo con sus colores; efectúan una especie de baile en el aire y se lanzan a la cima. Al atardecer, comienzan a salir los murciélagos. Dedicar un rato a tumbarse en las proximidades y observar este fenómeno es algo único, no solo para ornitólogos o aficionados a las aves, sino para cualquiera que aprecie las cosas bonitas".

Cabezo de San Pedro, el premio extra para el visitante a este municipio

El poblado ibérico del Cabezo de San Pedro, un poco más allá de la sima con la que comparte advocación de santo, lleva ya cuatro campañas de excavaciones desde que el Gobierno de Aragón adquirió la propiedad, prospecciones realizadas junto al Museo de Teruel y el propio Parque Cultural del Río Martín. En 2019 se hallaron más de 20 túmulos funerarios, prueba de lo que fue una gran necrópolis. "El Cabezo –aclara Pepe Royo– tiene en altura conservada la torre más antigua de la península; para recuperarla se inyectó en ella mortero de cal, un recurso que ya se utilizaba en la época romana, y que actúa como una especie sutura. Hay nuevos hallazgos; el poblado se dató entre entre el siglo III y I a.c., cuando fue destruido en las guerras sertorianas, pero las últimas excavaciones parecen evidenciar una ocupación anterior. El año pasado se asfaltó el camino hasta las inmediaciones".

Fotos de Oliete en 'Aragón es extraordinario'

¿Apadrinar un olivo? ¡Vamos allá!

El verano pasado, el colectivo artístico Boa Mistura decoró la almazara de Apadrina Un Olivo en Oliete, la iniciativa que pretende recuperar poco a poco el olivar de la localidad con un fin social, solidario y saludable, resumido en apadrinaunolivo.org. La idea lleva 7 años en desarrollo; actualmente, Carlos Blanco es su maestro de almazara, y lleva 2 años en el pueblo junto a su esposa y sus 4 hijos. "Alberto –se refiere a Alberto Alfonso, impulsor de la iniciativa– me echó un órdago y vinimos. Tenemos nuevo depósito, nueva sala de envasado y almacén mejorado, se han recuperado otros 2.000 olivos en estos dos años. Somos 8 en plantilla, ha habido 10 en un taller de empleo y tenemos la intención de que se queden 2 de ellos a media jornada. Esto sigue creciendo. Yo, por mi parte, valoro mucho mi vida aquí, estoy tranquilo, la familia contenta, mi hija mayor de 8 años hace cabañas en el río y planta en el huerto... la urbe es una jaula de oro enfocada al ocio, y aquí hay otras cosas; para empezar, una gran familia de 300 personas que se ayudan, eso es impagable".

Alberto Alfonso es hijo de olietano, y desde pequeño venía con los abuelos a pasar verano, Navidad y Semana Santa al pueblo. "En 2013 hubo una gran cosecha de olivas, pero vimos que la mayoría de los olivos estaban abandonados. Había que hacer algo para recuperarlos, y aplicamos ciertas variables a la idea; un proyecto social de alto impacto con foco en lo medioambiental, social y de desarrollo rural, sostenible y con afán en la custodia del territorio. Adrián y Pablo, dos ingenieros informáticos fantásticos que conocí en la European Campus Party de Londres, nos ayudaron con el valor añadido y así comenzó todo. Es saludable por la naturaleza del producto, nuestro aceite; solidario por los 50 euros que pagan los padrinos por cada olivo, gesto por el que reciben 2 botellas de aceite al año e información actualizada del estado de su olivo gracias a un seguimiento individualizado por QR".

Se han recuperado 8.200 olivos y hay más de 5.000 padrinos de 17 países. El baloncestista Juan Antonio Corbalán es uno de los padrinos, Jordi Cruz de Masterchef, Rafa Nadal y muchos otros anónimos. Hay nuevos retos. "En 2020 –remata Alberto– esperamos que crezca el padrón local, seguir recuperando olivar y extender el modelo; en vez de teorizar por la despoblación, hay que apoyar proyectos que propongan soluciones".

Así es Oliete: cómo llegar y dónde comer

Comarca. Andorra-Sierra de Arcos.

Cómo llegar. Desde Teruel, su capital de provincia, hay 115 kilómetros por la ruta más directa, que discurre por la N-420, la A-222 y, finalmente, la A-1401 vía Orrios, Montalbán y Muniesa.

Hostelería y hospedaje. En el apartado de bares y restaurantes hay que citar al de las piscinas y el Bareta, en verano abre el Íbero, que es más bien pub. Las dos Casas rurales son Araceli y El Trucho. Ahora se ha rehabilitado una vivienda para acoger puntualmente a padrinos de los olivos locales.

Embalse de la Cueva Foradada. Este paraje destaca sobre todo por su entorno, con el barranco de la tía Chula y las pinturas rupestres como atractivos más señalados. Llega hasta Alcaine.

La parroquia. La Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es del siglo XVIII, y alberga pinturas del gran artista olietano contemporáneo (y reputado docente) Alejandro Cañada.

Reportaje de la serie 'Aragón es extraordinario'.