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Todos los secretos de 'El viaje' por el Ebro de Aragón TV

El periplo de tres horas de Gallur a Zaragoza solo es posible con un permiso especial de la CHE. La cámara viajó en una lancha escoltada por los bomberos debido a la peligrosidad y lo cambiante del entorno.

Un fotograma de 'El viaje', que el día de Año Nuevo ofreció Aragón TV.
Aragón TV

"Se puede pensar que es poner una cámara y ya está, pero 'El viaje' tiene bastante complejidad", cuenta Roberto Roldán, el director del programa que Aragón TV emitió el día de Año Nuevo. Fueron tres horas de 'slow tv', un concepto que se basa en una premisa solo aparentemente sencilla: un plano secuencia de larga duración con vocación de ser relajante para el espectador

En 2019, la cadena autonómica apostó por primera vez por este arriesgado formato con un recorrido en el canfranero. El éxito de audiencia y de críticas ha animado a una nueva entrega que, para comenzar el 2020, llevó a los aragoneses por el cauce del Ebro, 90 kilómetros entre Gallur y Zaragoza. Y estos han respondido. En esta edición ha cosechado la misma audiencia que el año pasado: un 6,7% de media.

La experiencia ferroviaria y otra reciente (una visita por el Museo del Prado para Telemadrid) le ha servido al equipo del programa, de Factoría Plural, para sentar muchas de las bases técnicas de la travesía por el Ebro si bien, los muy particulares condicionantes del río y su entorno han hecho de esta entrega casi una aventura.

Todo comenzó después de las Fiestas del Pilar, cuando se confirmó la idea que llevaba rondando meses: el Ebro sería el carril por el que 'El viaje' discurriría en su segunda edición. El empeño exigía comenzar pidiendo permisos a la Confederación Hidrográfica del Ebro, puesto que el río no es navegable para la ciudadanía en general. Motivo que obligó también a que el equipo televisivo fuera acompañado (y asesorado en todo momento) por algunos de los profesionales que mejor conocen el Ebro: los bomberos de Zaragoza y de la DPZ.

"El Ebro no es una plancha de agua por la que se pueda navegar plácidamente como pueda parecer". Roberto Roldán, director de 'El viaje'

Ellos ayudaron a calcular la velocidad a la que debería navegar la cámara para cumplimentar tres horas de programa, pero también previeron los problemas que podrían surgir. Aunque no todos, ya que el río tiene su componente sorpresa. "El Ebro no es una plancha de agua por la que se pueda navegar plácidamente como pueda parecer", explica Roldán. "De hecho -continúa-, aunque se pueda creer que no, porque no hay rápidos y cosas así, el Ebro es bastante peligroso, con corrientes, fondos y contratiempos que van surgiendo y que lo hacen todo complicado".

Tras barajar varias posibilidades, el equipo, de acuerdo con los bomberos, decidió que la cámara viajara en una lancha tipo zodiak con un operador de la misma. Un estabilizador ayuda a que la imagen no se mueva. Con el cámara iban en la misma embarcación otros dos bomberos. Acompañando detrás se dispuso otra lancha de seguridad con más bomberos. Por los caminos de la orilla, otro equipo del programa seguía a los navegantes.

"A lo largo del recorrido, los bomberos iban decidiendo sobre la marcha por dónde debía ir la barca. No se fue todo el rato por el centro, sino que se debió ir cambiando de orilla", cuenta Roldán. Incluso, en un momento del programa se ve cómo la hélice de la barca se engancha. "Tuvimos que cambiar la hélice, porque se rompió y la barca se dio la vuelta, mostrando a los bomberos de apoyo". 

Fue el único contratiempo visible de un proyecto que tuvo alguno más que no recogió las cámaras. "Hubo que tener en cuenta numerosas cuestiones. Se grabó en diciembre, poco antes de la crecida extraordinaria. En verano o primavera hubiera sido imposible. Pero nunca se sabe. Incluso los bomberos se sorprendieron, por ejemplo, al paso por Boquiñeni, donde el agua iba tan alta que las cabezas quedaban cerca de la sirga. Unos días más tarde y quizá no hubiéramos podido pasar; tampoco hubiera sido posible con la niebla de estos días", relata Roldán.

A su juicio, el programa ha merecido la pena, sobre todo, porque "permite 'El viaje' disfrutar del río desde una perspectiva que resulta imposible para el común de los aragoneses". Y más, en esta época, en la que tan importante es el cuidado del medio ambiente.

En redes sociales como Twitter, los espectadores convirtieron el programa en segundo 'trending topic' a nivel nacional. Muchos de ellos expresaron su deseo de que la propuesta se convierta en cita anual y, con el tiempo, en cita clásica para recibir el año.

A juicio de Carmen Ruiz, directora de Aragón TV, una de las cuestiones interesantes de este viaje es que permite "experimentar con la televisión transmedia, ya que tan importante como el documental en sí, es la campaña de expectativa y la conversación generada en las redes sociales, lo cual nos permite atraer a un público que no es el habitual de Aragón TV (el 58% de quienes tuitearon ayer con la etiqueta #ElViaje2020 tenía entre 25 y 34 años)". 

Para ella, el tono empleado en las redes y la complicidad que se estableció en la conversación fue también parte del éxito del programa. "Creo que otro de los grandes valores de este formato es que nos permite descubrir nuestro patrimonio cultural y natural desde una perspectiva completamente diferente, lo cual despierta la capacidad de sorpresa en el espectador, algo que, en estos tiempos, es verdaderamente complicado", ha dicho al respecto.