Aragón

PELIGROS NATURALES

En Aragón hay al menos 103 zonas con riesgo significativo de inundación

Afectan a 154 municipios y en total suman más de 540 kilómetros de ríos y barrancos. La CHE las ha identificado y delimitado una a una dentro del segundo ciclo de la aplicación de la directiva europea sobre inundaciones.

La carretera de acceso a Cerler, durante las inundaciones de junio de 2013 en Benasque. Ese tramo del río Ésera es uno de los que ha pasado a ser considerado área con riesgo potencial significativo de inundación (hasta ahora no lo era).
Rafael Gobantes

En Aragón hay al menos 103 zonas con un riesgo significativo de inundación que se extienden por 154 municipios distintos y que en total suman más de 540 kilómetros de cauces (ríos, arroyos, ramblas, barrancos...). La Confederación Hidrográfica del Ebro las ha identificado y delimitado una a una dentro del segundo ciclo de la aplicación de la directiva europea sobre inundaciones.

Además, la CHE ya está trabajando en la siguiente fase del proceso: elaborar mapas de peligrosidad y de riesgo que muestren cuáles son los terrenos con mayor probabilidad de anegarse y qué tipo de daños se producirían en los distintos escenarios posibles –desde las inundaciones que se producen cada pocos años hasta las que, siendo mucho menos probables, también pueden ocurrir en cualquier momento–.

La página web de la CHE permite consultar todas esas áreas de riesgo potencial significativo de inundación (ARPSIs) abriendo las fichas de cada uno de los tramos conflictivos (103 en Aragón, 409 en toda la cuenca del Ebro). En ellas se puede ver un mapa de la zona afectada y los datos básicos que han llevado a incluirla en el listado de áreas más vulnerables a las inundaciones.

El objetivo de la directiva europea sobre inundaciones es prevenir y minimizar los efectos negativos de estos fenómenos naturales. El propio texto legal, que se trasladó a la normativa española a través de un real decreto, reconoce que son episodios que no pueden evitarse. No obstante, también subraya que algunas actividades humanas (sobre todo la ocupación de las llanuras fluviales y el cambio climático) están contribuyendo a aumentar las probabilidades de que ocurran.

La Unión Europea considera que es "posible y conveniente" reducir los efectos de las inundaciones si las distintas administraciones actúan coordinadamente. Por ello, además de recordar la necesidad de tenerlas en cuenta en la elaboración de las políticas del agua y del suelo, la directiva impone varias medidas concretas distribuidas en tres fases.

La primera de esas etapas es la evaluación preliminar del riesgo de inundación, que debe conducir a la identificación de las zonas con un peligro significativo.

La segunda consiste en redactar para cada una de esas zonas de riesgo mapas de peligrosidad que las clasifique en función de la probabilidad de inundación y mapas de riesgo que describan los efectos potenciales de la subida de las aguas en cada posible escenario –en el caso de los trabajos realizados por la CHE, desde las inundaciones que estadísticamente se producen cada 10 años hasta las que tienen un periodo de retorno de 500 años–.

Por último, Europa exige elaborar planes de gestión que permitan reducir los daños personales, económicos y ambientales en esas zonas de riesgo significativo.

La CHE ya completó todo este proceso en el primer ciclo de aplicación de la directiva, que se culminó en 2016 con la aprobación del Plan de Gestión del Riesgo de Inundación del Ebro, documento de referencia para todas las administraciones en la lucha contra este tipo de fenómenos. No obstante, ahora la Confederación se encuentra inmersa en el segundo ciclo, que obliga a actualizar todas esas herramientas.

409 tramos de riesgo en toda la cuenca

La primera fase ha sido la evaluación preliminar del riesgo de inundación, que de forma coordinada con todas las comunidades autónomas de la cuenca ha permitido identificar y delimitar en toda la cuenca 409 tramos de ríos y barrancos con riesgo significativo –33 más que en primer ciclo– que en total suman 1.720 kilómetros de cauces –252 más–.

Para definir esas áreas se ha aplicado una metodología que tiene en cuenta tanto la peligrosidad de cada tramo –la posibilidad de que inunde medida en términos de probabilidad– como su vulnerabilidad –el tipo de usos de esos terrenos, ya que no es lo mismo que sean un barrio residencial a que sean campos agrícolas–.

De los 103 tramos de riesgo delimitados en Aragón, 3 son totalmente nuevos y otros 19 han sido modificados respecto al primer ciclo de la aplicación de la directiva de inundación. Por ejemplo, en el valle de Benasque antes solo se había identificado como área de riesgo la confluencia entre el Ésera y el barranco de Eriste. Sin embargo, tras las graves inundaciones de junio de 2013, ese tramo se ha ampliado y ahora comienza aguas arriba de Benasque.

Entre los 154 municipios afectados por esas ARPSIs están la mayoría de las grandes ciudades de la Comunidad: Zaragoza, Huesca, Calatayud, Ejea de los Caballeros, Fraga, Monzón, Jaca… No obstante, los estudios de la Confederación también han llegado a otras muchas localidades de pequeño tamaño.

Ahora, la CHE está trabajando en la segunda fase del proceso: la elaboración de los mapas de peligrosidad y los mapas de riesgo correspondientes a cada uno de los tramos. Esos documentos saldrán a exposición pública cuando estén terminados, y, según explican fuentes de la Confederación, permitirán mejorar el modelo cartográfico utilizado en el primer ciclo –por ejemplo, allí donde hay edificaciones aparecerán reflejadas en los mapas–.

Una zona más en la parte turolense del Júcar

El mismo proceso que ha llevado a cabo la CHE en la cuenca del Ebro lo ha desarrollado la Confederación Hidrográfica del Júcar en su demarcación. En este caso, el análisis preliminar de riesgos solo ha detectado un área con riesgo potencial significativo de inundación en la parte aragonesa de la cuenca del Júcar: la que engloba a los ríos Turia y Alfambra a su paso por la ciudad de Teruel.

Ejemplos de áreas con riesgo de inundación

  • 1

    El Ebro a su paso por Zaragoza

    Este tramo de 93 kilómetros no se va a modificar respecto a su delimitación inicial. Comienza a la altura de Sobradiel y llega hasta El Burgo de Ebro. 

  • 2

    El Ebro en la Ribera Alta

    Hasta ahora este tramo de riesgo de casi 30 kilómetros de longitud discurría entre Gallur y Cabañas de Ebro, pero la CHE va a ampliarlo aguas abajo de esta última localidad.

  • 3

    El Ebro en la Ribera Baja

    Hasta ahora la CHE considerada zona de riesgo significativo un tramo de apenas 3 kilómetros entre Fuentes de Ebro y Osera, pero en este segundo ciclo ese tramo se amplía aguas abajo otros 27 kilómetros más hasta llegar a Gelsa.

  • 4

    El río Isuela y el barranco del Diablo en Huesca

    Hasta ahora la CHE ceñía esta zona de riesgo de inundación al barranco del Diablo, pero en el segundo ciclo este tramo se va ampliar al río Isuela, con lo que en total incluirá más de 7 kilómetros de ambos cauces (por eso el mapa todavía no refleja las zonas inundables del río Isuela).

  • 5

    El Jalón a su paso por Calatayud

    A su paso por Calatayud, el Jalón se considerada tramo de riesgo significativo de inundación desde su confluencia con el barranco de la Bertolina hasta unos metros aguas abajo del cruce con carretera N-IIa, pero la CHE ha decidido ampliarlo aguas abajo de ese punto, de forma que duplicará su longitud (pasará a tener más de 7 kilómetros).

  • 6

    El Cinca a su paso por Aínsa

    En la localidad oscense de Aínsa se consideran zona con riesgo significativo de inundación el cauce del río Forcaz (o barranco del Estañuelo) y la confluencia entre los ríos Cinca y Ara. Esta zona no experimenta cambios en la revisión que ha llevado a cabo la CHE.

  • 7

    El río Martín a su paso por Montalbán

    El área de riesgo potencial significativo de inundación del municipio turolense de Montalbán tampoco experimenta cambios: incluye el cauce del río Martín desde la confluencia con el barranco en Umbría Baja de la Muela hasta la confluencia
    con barranco de Valdelaguna.