Aragón

SOLIDARIDAD

Juegos y chapuzones en la piscina que no entienden de exclusión social

Cruz Roja ha comenzado sus colonias urbanas de verano en las que prácticamente la totalidad de los niños están becados y disfrutan de actividades de ocio y convivencia durante dos meses.

Algunos niños hacen un mural en las colonias urbanas de Cruz Roja
Redes sociales Cruz Roja

El colegio ya hace días que ha acabado y lo que toca en verano es no salir de la piscina y disfrutar de juegos y actividades durante todo el día. Para ello, los campamentos y las colonias de verano son una de las mejores opciones para los chavales y Cruz Roja ha iniciado ya las suyas de este año con el objetivo de que las familias sin recursos y en riesgo de exclusión social puedan llevar allí a sus hijos, incluso a horas muy tempranas.

A las 7.45 (y hasta las 17.00) el colegio San Agustín de Zaragoza (conocido comúnmente como Agustinos) se abre para más de 200 niños desde los 3 hasta los 12 años y a las 11.30 comienzan a entrar los chavales de entre 13 y 18 años puesto que "con ellos hay que ser más flexibles en el tema horarios para engancharles ya que están ya en unas edades un poco complicadas", ha explicado Elisa Torres, responsable del programa de infancia de Cruz Roja. No obstante, aunque las colonias están divididas en esos turnos "también hay adolescentes que entran pronto porque vienen con sus hermanos pequeños y los padres se quedan así más tranquilos", cuenta Torres.

Al llegar a las colonias, los pequeños se dividen en grupos de edad y comienzan con sus actividades entre las que no faltan los murales para colorear, algunos juegos con los que agudizar el ingenio y, por supuesto, ir a la piscina durante todo el tiempo que puedan (o lo que los monitores les permitan). Además, entre tanta diversión también tienen tiempo de realizar algunos ejercicios de Matemáticas o Lengua, o de aquellas materias que les cuesten un poco más. Precisamente, las colonias de los mayores están más enfocadas al refuerzo escolar y a repasar lo que durante el curso se les ha atragantado un poco, aunque eso no quiere decir que no se diviertan.

Un día a la semana todos disfrutan del ocio cultural y los monitores enseñan a los chavales recursos con los que aprender a la vez que divertirse, por ejemplo, en el Caixaforum de Zaragoza o en otros museos de la ciudad. También hacen alguna excursión y los voluntarios de Cruz Roja Juventud proponen juegos y diferentes actividades.

Después de tanta actividad, es necesario reponer fuerzas y en las colonias también se les da a los chavales servicio de comedor y almuerzo, además de facilitarles crema solar para la piscina, por ejemplo. Prácticamente la mayoría de los usuarios están becados y pertenecen a familias que normalmente son atendidas por Cruz Roja y que tienen situaciones complicadas. Sin embargo, "se dan algunos casos en los que las familias aportan alguna cantidad simbólica para cubrir pequeños gastos, pero siempre son aquellas que pueden hacerlo", argumenta la responsable.

Cuando llegan las 17.00 todos abandonan las instalaciones del colegio de vuelta a sus casas y así durante las tres semanas que cada chaval pasa en las colonias (algunos pueden repetir). Esta iniciativa veraniega es ya tradicional en Cruz Roja y este año finalizará el próximo 30 de agosto, así que todavía quedan unos cuantos días de chapuzones y juegos.