Aragón

Medio Ambiente

Los incendios forestales se disparan un 23% a tres semanas del periodo de máxima activación

El Gobierno de Aragón no descarta tener que adelantarlo "si las condiciones no son favorables"

Uno de los trabajadores de Sarga, ayer frente a la Consejería de Desarrollo Rural
Toni Galán

El número de incendios forestales registrados en Aragón se ha disparado un 23,5% respecto a hace un año. Hasta la fecha, según el Departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, han ardido 114,2 hectáreas. Más de 20 eran de arbolado, un dato que se aproxima a las 30,90 que resultaron calcinadas en todo 2018. El periodo de máxima activación de las brigadas antiincendios comenzará el 15 de junio, aunque el Gobierno de Aragón no descarta adelantarlo si las condiciones no son favorables.

Las diferencias respecto a 2018 se aprecian, sobre todo, en el número de conatos, un 34% más, según las estadísticas oficiales. Hasta el 30 de abril, último día del que se tienen datos, se habían producido 101 frente a los 75 del mismo periodo del año anterior. Solo en marzo, según las cifras del Ejecutivo autonómico, hubo 50, prácticamente la mitad de los registrados en estos cuatro meses. En total, se tiene constancia de al menos 131 incendios. Hasta 71, más de la mitad, se originaron en la provincia de Zaragoza, mientras que en la de Huesca se apagaron 40 y en Teruel, 20. Los más relevantes fueron los nueve sofocados en febrero en la capital, que calcinaron 25,77 hectáreas (8,06 de arbolado). Las estadísticas autonómicas indican que las afecciones están por debajo de las que marcan la serie histórica. El número de fuegos, en cambio, se sitúa por encima.

El de mayor tamaño se produjo en San Martín del Río el 24 de marzo, un día en el que el nivel de alerta era verde. Fue intencionado y quemó 7,6 hectáreas. El segundo, también provocado a conciencia, hizo arder 6,68 en Aranda de Moncayo el 22 de febrero y el tercero, calcinó otras 6 en Cella a principios de ese mismo mes.

También superaron las cinco hectáreas el extinguido en Ejea de los Caballeros el 23 de febrero y el de Cella de una semana antes. Ambos fueron causados por una negligencia. Hasta la fecha, solo 30 de los 131 incendios sofocados han arrasado más de una, un dato prácticamente idéntico al de 2018. Casi todos se produjeron entre febrero (14) y en marzo (14). Pese a todo, pronosticar si esta será o no una buena campaña es, por el momento, complicado. Todo dependerá, coinciden Gobierno y trabajadores, de las lluvias que se produzcan en las próximas semanas.

El 54,2% de los focos extinguidos obedecían a negligencias, la mayoría en quemas agrícolas o a la hora de eliminar basuras y restos. También ha habido unos 29 –el 22,1% del total– intencionados. El resto respondían a causas desconocidas (15,3%) o a accidentes (8,4%). Los operativos de extinción, que ayer convocaron una huelga de 24 horas para denunciar su situación laboral, ven prácticamente imposible que los datos del ejercicio anterior, el que menos incendios registró de los últimos 18 años, vuelvan a repetirse en este 2019.

Pese a las lluvias de las últimas horas, los trabajadores creen que si la sequedad que ha marcado el primer cuatrimestre del año persiste, el Gobierno de Aragón "tendrá que adelantar el periodo de máxima activación", que en 2018 comenzó el 16 de junio.

Estado de la vegetación

La diferencia entre 2018 y 2019 radica, según los trabajadores consultados, en la meteorología. Las lluvias del pasado ejercicio, que en abril provocaron una avenida extraordinaria del Ebro, contrastan con el "seco" arranque de este año en la mitad norte de Aragón.

En abril, último mes del que se tienen cifras oficiales, Zaragoza registró hasta un 15% menos de lluvia respecto a lo que se considera ‘normal’, mientras que en Huesca cayeron un 4% menos de precipitaciones, según la Aemet. "El número de conatos atiende precisamente a eso", explica Antonio Villoro, responsable del sindicato profesional de agentes forestales de UGT-Aragón. Las perspectivas, si la situación no mejora, no son halagüeñas, ya que, como detalla, "la vegetación está más seca y más predispuesta a arder por rayos o negligencias".

Aunque por el momento no hay alerta por riesgo de incendios forestales, el índice de riesgo por uso de fuego, que determina dónde están permitidas las agrícolas y forestales, es ya elevado en numerosos puntos de la Comunidad.

Los trabajadores de Sarga, en huelga por la precariedad

La primera huelga general de 24 horas de la empresa pública Sarga llevó ayer a más de un centenar de trabajadores a protestar durante dos horas frente a la sede de la Consejería de Desarrollo Rural, en la plaza de San Pedro Nolasco. Ayudados de bocinas, sirenas, petardos y motosierras, los empleados hicieron visible a dos días de las elecciones su malestar por la "improvisación, incertidumbre y precariedad” a la que, dicen, se ven sometidos.

José Ramón Cajal, delegado de CC. OO. y presidente del comité intercentros de Sarga, aseguró que el seguimiento de la huelga, a la que estaban llamados alrededor de 1.200 trabajadores, fue cercano al 100% en las cuadrillas del operativo forestal y de aproximadamente el 50% en el colectivo de oficinas, porcentajes que el Gobierno de Aragón rebajó hasta el 30% "en el turno de mañana".

Los trabajadores acusaron a la DGA de "estar desmantelando el operativo antiincendios". Sostuvieron que, con la prórroga presupuestaria, trabajarán hasta dos meses menos, de media, que el año pasado. "Si este año estamos ocho quiere decir que hay dos meses en los que los montes van a estar desasistidos por parte del Gobierno de Aragón", afirmó Cajal. El Departamento de Desarrollo Rural, en cambio, defendió que el Ejecutivo "ha mejorado notablemente las condiciones laborales del operativo de Sarga". "La retribución bruta anual se ha incrementado un 61,6% entre 2014 y 2018 y el tiempo de contratación ha aumentado un 47,31%", argumentaron desde la Consejería.

Las mismas fuentes defendieron que dicho periodo de contratación se va a ver reducido este año "porque se ha producido una mejora salarial del 2,5% desde enero y porque se prevé una mejora adicional del 0,25% en julio". "No obstante, la dirección de Sarga propuso a los sindicatos sentarse a negociar un nuevo convenio y se negaron", dijeron.

Los trabajadores, sin embargo, rechazaron estos argumentos y recordaron que si se levantaron de la mesa de negociación fue porque la Administración "empezó a despedir a gente a través de Whatsapp". "Eso no es admisible. Esperamos que el nuevo Gobierno, sea del color que sea, entienda que esta empresa es fundamental para todos los aragoneses", explicó el presidente del comité intercentros.