Aragón

Salud

El 'virus de la bofetada' llega con la primavera

Es benigno y está causado por el parvovirus B19. Se llama así por el sarpullido rojo que aparece en el rostro, normalmente en la mejilla, de los pequeños.

El virus es más común en niños al contagiarse más entre ellos..
Francisco Jiménez

¿Su hijo ha aparecido con unos llamativos coloretes en los mofletes sin una causa aparente? Puede que sea uno de los cientos de pequeños que han sido contagiados esta primavera por el ‘virus de la bofetada’. Un virus benigno que se caracteriza por un llamativo exantema en las mejillas, como si le hubieran dado un cachete, y que aunque puede afectar a adultos y niños, son estos últimos los que más se contagian en las guarderías y en los colegios.

Aunque coloquialmente se conoce como el ‘virus de la bofetada’, oficialmente se llama eritema infeccioso causado por el parvovirus B19. También se le denomina "quinta enfermedad" por que solía encontrarse en el quinto lugar en el listado de patologías que causan erupciones cutáneas (sarampión, rubeola, varicela... ).

Pese a que se registran casos durante todo el año, es durante los meses de la primavera cuando se concentran la mayoría. Carmen Puig, pediatra y vocal de médicos de Atención Primaria del Colegio de Médicos de Zaragoza (COMZ), insiste en que es un virus "benigno" y que una de las peculiaridades de este es que en el momento del contagio es prácticamente "asintomático". "Simplemente puede parecer que sufres un simple catarro leve, con algún dolor de cabeza y sin apenas fiebre. Pero es entonces cuando se contagia como cualquier otro virus respiratorio", asegura Puig.

A la semana siguiente del contagio, es cuando aparece normalmente el enrojecimiento de las mejillas, que puede ir acompañado días después de un exantema por el resto del cuerpo, sobre todo, por el tórax.

Con la rojez ya no hay contagio

El virus en sí no tiene tratamiento y solo se suele prescribir un analgésico o antihistamínico para calmar las molestias o el picor que produce el exantema. Cuando este enrojecimiento aparece –señala Puig– ya no tiene sentido recomendar el aislamiento del enfermo en el domicilio porque ya no es el momento en el que puede contagiar. De hecho, según apuntan los especialistas, es normal que el sarpullido aparezca y desaparezca durante varias semanas.

Aunque es más probable que el virus se transmita entre niños al tener más contacto en colegios y guarderías, también puede afectar a adultos que tengan relación con algún pequeño contagiado. La presidenta de la Asociación Aragonesa de Pediatría de Atención Primaria, Teresa Cenarro, recuerda que es típico que en algunas mujeres adultas el virus esté acompañado de dolores articulares intensos.

Como no existe una vacuna para prevenir el contagio, los profesionales insisten en que la manera más eficaz para evitarlo es similar al que se recomienda para el resto resto de virus de este tipo: un frecuente y a conciencia lavado de manos.