Aragón

MARCA ARAGÓN

Alberto Fantova: "La innovación debería ser la bandera de Aragón"

El director de Innovación de la multinacional HMY pone el foco en la construcción de una Comunidad fuerte a través de un elemento catalizador de las iniciativas locales.

Alberto Fantova apuesta por la creación de una ‘marca Aragón’ comprometida con todos.
Guillermo Mestre

La tienda física no desaparecerá, pero sí será distinta, mucho más experiencial. El único camino que impedirá la desaparición de los negocios tradicionales será la innovación, un concepto que debería ser la bandera de Aragón; al menos, según Alberto Fantova, director de este área en HMY, antigua Yudigar, una de las empresas punteras a nivel mundial en la fabricación e instalación de mobiliario comercial. Desde la central de la compañía en Cariñena, exportan sus diseños a establecimientos como el de Adidas en la Quinta Avenida o el de ‘souvenirs’ en lo alto del edificio Empire State, ambos en Nueva York; pero también a sedes de populares marcas como Coca Cola, Carrefour, Mercadona o Leroy Merlin.

El crecimiento exponencial que ha experimentado la firma HMY en los últimos años no ha conseguido distanciarla de Aragón, una región a la que está profundamente arraigada. Y es precisamente en esta última idea en la que Fantova pone el foco de cara al progreso de la economía de la región: "Debemos tener más orgullo de pertenencia, tratar de convertir nuestra tierra en algo grande; eso nos mantendría mucho más unidos. No sé si tiene que ver con el compromiso o con que las instituciones públicas lo faciliten, pero ahí creo que tenemos un déficit".

Envidia en este aspecto a los profesionales vascos o catalanes, quienes, dice, sí optan por el vecino cuando tienen un problema, antes de buscar soluciones fuera de su entorno. "En nuestro caso, nos nutrimos de personal de la zona -dice-; sería dramático trasladarnos a otro lugar. Pero sí es verdad que muchos miran directamente a Madrid o Barcelona".

Formación en el medio rural

No basta para construir una Comunidad fuerte con retener a los mejores profesionales; el responsable considera que se debe "recolectar a toda la gente que se ha tenido que ir" por falta de oportunidades. Y potenciar el talento, "que en Aragón es descomunal", también es importante. En aras de lograrlo, colabora mano a mano con el centro de innovación T-Zir, donde asesora a distintas ‘start up’, convertidas en pequeños motores de las grandes locomotoras multinacionales.

Tampoco piensa que sea perjudicial centrar la formación profesional en las capitales, pero sí optaría por compartirla con el medio rural -un factor que evitaría la despoblación- "más aún cuando sabemos que en estos entornos sí existen ofertas de empleo".

Yudigar descubrió en su día que era imposible competir a nivel global a través del precio, por lo que decidió pasar a centrar sus esfuerzos en la especialización, en aportar valor añadido a través de un producto diferencial; un problema que, observa, se replica en Aragón: "Entendimos que el negocio no iba de poner estanterías, sino de cómo podíamos conseguir que el cliente vendiera más. Pasamos de hacer tiendas bonitas a negocios rentables".

Esta diferenciación la considera clave también para el futuro económico de la Comunidad, que necesitaría de un elemento catalizador independiente: "¿Quién cierra el embudo para sacar las longanizas? -bromea- Quizá aquí esté lo más importante: en contar con un orquestador que convierta todo lo que se hace en la región en riqueza". Fantova considera que el camino para progresar es el de la creación de una Marca Aragón fuerte, comprometida: "Y esto se reduce a una cuestión de generosidad de los unos con los otros", asegura.

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