SEMANA SANTA
Cinco tradiciones de las que solo se puede disfrutar en la Semana Santa de Aragón
La Comunidad es uno de los territorios donde más se dejan oír los tambores y los bombos pero, además, cuenta con actos exclusivos que incluyen representaciones teatrales y costumbre con siglos de historia.
Pueblos bonitos, animales autóctonos y una naturaleza que deja sin palabras. Por todo ello, y por unas cuantas razones más, Aragón es un territorio único. También lo es por sus tradiciones, algunas de las cuales solo se celebran en esta Comunidad. Merece la pena destacar algunas de las fiestas aragonesas imprescindibles, como el Cipotegato o el Carnaval de Biescas. Tampoco hay que olvidarse de la Noche de Ánimas (la versión aragonesa de 'Halloween') o de todas las particularidades de la Navidad autóctona. Todas ellas mantienen costumbres centenarias, que pasan de generación en generación. Asimismo, la Semana Santa aragonesa cuenta con algunas tradiciones que solo pueden disfrutarse en esta época y en este territorio.
Romper la hora
Gracias a esta tradición única, el Bajo Aragón se ha situado en el mapa internacional, pues, cada año, centenares de turistas llegados de todos los rincones se reparten entre las nueve localidades para disfrutar de este espectáculo. Cientos de bombos y tambores se reúnen en las plazas, donde, tras un silencio estremecedor, se rompe la monotonía con el estridente sonido de estos instrumentos.
Lanzar 'las lágrimas'
Cada Jueves Santo, por las calles de la localidad oscense de Alcalá de Gurrea desfila la procesión de 'Las lágrimas de Nuestra Señora'. A su paso por la calle Mayor, se simula el caer de las lágrimas, con los pétalos de flores que los vecinos lanzan desde las ventanas sobre el paso de la Dolorosa. Las matracas y carraclas son los instrumentos que acompañan este acto.
Ver 'El drama de la Cruz'
Alcorisa celebra uno de los actos más populares de la Semana Santa del Bajo Aragón. En el Monte del Calvario de la localidad se recrean la muerte y pasión de Jesucristo. A pesar de las miles de personas que se congregan allí, el silencio reina en la localidad, convirtiéndolo en un acto aún más impresionante.
Pujar en la subasta de pasos
Un acto centenario. Así es la subasta de los pasos en el municipio de Biel. Allí, cada Viernes Santo, los allí presentes pujan por cada uno de los palos de las andas de los nueve pasos que ofrece la Cofradía del Dulce Nombre de Jesús, para poder llevarlos en la procesión. La tradición proviene de las antiguas discusiones que se originaban en la localidad por llevar los pasos. Los fondos obtenidos de la subasta se destinan a reponer los hábitos de los cofrades y las velas que se entregan en la procesión.
Comprar una Culeca
Aunque son muchos los dulces que adornan los escaparates de las pastelerías en Semana Santa, y las torrijas y los buñuelos tienen mucha tradición en nuestra tierra, las Culecas (o monas de Pascua) son 100% aragonesas. Así, no hay que desaprovechar la llegada de la Cuaresma para comprar (o preparar) estas delicias a base de harina, huevos, azúcar, mantequilla, aceite de oliva, ralladura de limón y, por supuesto, un huevo duro.
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