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Pepe Polo: "La revuelta de la España rural puede acabar en sublevación"

El portavoz de Teruel Existe advierte de que si no se pone en marcha un pacto de Estado contra la despoblación y se garantiza su cumplimiento las plataformas que promovieron del exitoso 31-M volverán a movilizarse.

El portavoz de Teruel Existe y presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Pepe Polo, con la capital turolense al fondo.
El portavoz de Teruel Existe y presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos, Pepe Polo, con la capital turolense al fondo.
Jorge Escudero

¿Qué valoración hace del 31-M?

Supero todas las expectativas. Las plataformas, el apadrinamiento de buses para ir a Madrid y los participantes multiplicaron las previsiones. Noventa y seis plataformas de 24 provincias con 100.000 manifestantes fue un éxito.

¿Cómo interpreta que todos los partidos estuvieran presentes?

No me importó que vinieran políticos, pero teníamos muy claro que no podían llevar las pancartas, porque eso correspondía a la España despoblada, que sufre unos problemas que, en parte, son responsabilidad de los cargos públicos que estuvieron presentes. Se han aprobado demasiadas leyes y medidas para el medio rural que nunca se pusieron en práctica o sin dotación económica.

¿Por qué, tras el 31-M, reclaman el Pacto de Teruel contra la despoblación como prioridad?

Pacto de Teruel es solo un nombre. Lo importante es un pacto de estado que se cumpla y no se quede en papel mojado. Debe afrontar la despoblación del interior peninsular, que no deja de crecer. Al bautizarlo como Pacto de Teruel solo pretendemos que la firma se lleve a cabo en la provincia. Pero a mi me daría igual que se firmara en Villalar de los Comuneros (Valladolid), por ejemplo.

¿El lugar no le importa?

El pacto servirá si el contenido es acertado y se cumple. Me da lo mismo donde se firme. No es una cuestión fundamental.

¿No les preocupa que ocurra como con tantos planes para la provincia de Teruel, que no han revertido su despoblación?

Somos la provincia con más planes y estudios sobre la despoblación, pero también los que más incumplimientos hemos soportado. Los territorios de las 94 plataformas acumulamos multitud de infraestructuras que se han prometido y no se han hecho. La clave es el cumplimiento de los compromisos.

¿Qué debería cambiar en la lucha contra la despoblación?

El 31-M debe marcar una nueva pauta de actuación para todos los partidos. Se hicieron muchos anuncios y compromisos que se incumplieron, pero la revuelta de la España vaciada terminará en sublevación si se insiste en las políticas anteriores. Todo ha cambiado y con las redes sociales y los nuevos medios de comunicación las movilizaciones se pueden activar de la noche a la mañana. Una movilización, cuando toca el corazón de la gente, puede sacar a la calle a 100.000 personas, como ocurrió el 31-M.

¿El impulso de la España vaciada ha quedado agotado tras el esfuerzo del 31-M?

No está desfondado. Un movimiento que estaba disperso y desconectado en plataformas locales se ha unido a pesar de sus intereses y estrategias dispares. Ahora, el reto es coordinar ese movimiento respetando las idiosincrasias de cada plataforma. La riqueza de la España vaciada es que está pegada al terruño y defendiendo lo que la gente quiere.

Si la Administración mira para otro lado, ¿la España vaciada volverá a la calle?

Buscaremos fórmulas imaginativas para seguir adelante en la lucha común contra la despoblación y por las infraestructuras prometidas y nunca realizadas. Pero también queremos entrar en el reparto de la tarta de la industria, porque frenaría la despoblación.

¿Confían en que la Administración se ponga manos a la obra?

Tenemos que rentabilizar el 31-M. Valorar cómo nos podemos fortalecer aprovechando el impulso del día 31 de marzo en Madrid. Debemos crecer, ser más fuertes y más operativos. Pero ahora es el tiempo de los políticos, a los que hemos marcado el terreno de juego con la exigencia de un pacto de estado para acabar con la despoblación.

¿Cuándo debería firmarse?

No convienen las prisas. Forzar el pacto antes de las elecciones generales sería precipitado. Debemos esperar a que se forme el Gobierno para exigirle un pacto que incluya a los partidos políticos, a los agentes sociales y a la sociedad civil organizada en la España vaciada.

¿Qué medidas deberá incluir?

Para empezar, aplicar con dotación económica la Ley de Desarrollo Sostenible del Medio Rural de 2007 y después gestionar el dinero que llegará de Europa por despoblación a través de organismos autónomos al amparo de los cambios de gobierno. Para acotar la despoblación hay que planificar a 15 o 25 años, con tiempo para que las infraestructuras prometidas hasta la saciedad se hagan realidad con fondos europeos y del Estado.

¿Debe contemplar también ventajas fiscales?

Sí. Al igual que tras la Reconquista se repoblaron las tierras abandonadas con los fueros que comportaban ventajas fiscales a los nuevos pobladores. La Administración debe ofrecer incentivos fiscales para atraer empresas, porque estos territorios no disponen de otros atractivos, como buenas infraestructuras de comunicación.

¿La despoblación es reversible?

Sí. Pero todos los pueblos no se podrán salvar. Queremos recuperar el mayor número posible.

Da la impresión de que el objetivo de las reclamaciones de financiación ha dejado de ser Europa para centrarse en el Estado.

La España vaciada se dirige a todas las administraciones, pero Europa aprobó recientemente destinar el 5% de los Fondos para el Desarrollo Regional (Feder) a zonas despobladas. Ha puesto su grano de arena. Ahora, el Estado y las Comunidades deben dar un paso al frente.

¿La singularidad en la lucha contra la despoblación de Teruel, Cuenca y Soria se diluirá en una España vaciada de 24 provincias?

La ampliación no tiene por qué perjudicarnos, pero el dinero debe focalizarse en las zonas despobladas. El 31-M dimos un puñetazo sobre la mesa porque estamos hartos. Con 24 provincias movilizadas, el problema no se puede ignorar. Algunas están afectadas globalmente por la despoblación y otras en parte. Hay que delimitar bien el problema para atacarlo.

¿Han estado a la altura de las circunstancias los partidos tras el 31-M?

Lo valoraré cuando conozca sus programas políticos y cuando el futuro presidente de gobierno haga su discurso de investidura. Tendré en cuenta si cita el problema de la despoblación, si se compromete con un pacto de estado para afrontarlo y si le pone fecha. Tiene que haber, además, recursos económicos. Queremos un pacto de Estado no para exhibirlo sino para cumplirlo.

En la coordinadora de Teruel Existe no hay jóvenes. ¿Se quedan sin relevo generacional?

No. Todo lo contrario. El movimiento sale reforzadísimo del 31-M por la gran cantidad de gente que ha trabajado para organizarlo. Si los actuales coordinadores abandonan tendrán relevo porque el movimiento se ha rejuvenecido. El desplazamiento a Madrid de 18 autobuses del Bajo Aragón supuso un avance histórico.

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