Canfranc se ha convertido este año en un destino alternativo a las costas para el turismo español y extranjero. Las cifras de las visitas guiadas de la estación se han disparado y está previsto que a finales de agosto alcancen los 125.000 turistas que han entrado al edificio en cuatro años, desde que se abrió el vestíbulo. El Gobierno de Aragón adquirió el edificio al Ministerio de Fomento en diciembre de 2012 y el Ayuntamiento de Canfranc gestiona estas visitas al monumento desde julio de 2013.

"Estamos viviendo un récord de visitantes. Las agencias han empezado a traer ahora a muchos turistas", explica Elisa Torrecilla, responsable de la Oficina de Turismo de Canfranc. "Vienen este año muchas personas de Galicia o Castilla-León, y de los extranjeros tenemos grupos de hasta 200 franceses para las visitas guiadas. También tenemos turistas de lugares como Gran Bretaña, Holanda, Alemania... Vienen a hacer montaña y conocer la estación", agrega.

El Ayuntamiento de Canfranc inauguró este año la nueva oficina de turismo, donde ha tenido que contratar a ocho personas en verano para hacer frente a la avalancha de visitantes. En lo que va de temporada, se ha producido un incremento del 19% en el número de personas que han entrado a conocer la estación, según los datos oficiales que facilitó Elisa Torrecilla. En verano, se ofrecen seis visitas diarias y ocho durante los fines de semana, que se quedan en la mitad para el resto del año.

"Los meses de mayo, junio y julio han sido muy fuertes y en agosto siempre llenamos todas las visitas, que hemos tenido que reducir de una hora a 40 minutos para poder llegar a las seis que se realizan cada día", detalló.

Asimismo, en cuanto a la atención a las peticiones de información en la oficina de turismo, tanto en persona como por teléfono, han subido un 30% de consultas. "Nos pueden preguntar por Utrillas o Jaca. A veces, parece que estamos en la plaza del Pilar para las fiestas", concluye Elisa Torrecilla.

A las visitas guiadas, en las que los turistas abonan tres euros y van protegidos con cascos porque el edificio está en plena rehabilitación, se han sumado también las representaciones teatralizadas, con grupos de 50 personas, y el espectáculo de iluminación de la estación por la noche, en el que no se contabilizan los asistentes.

Suelo y Vivienda del Gobierno de Aragón ha colaborado también en la gestión del turismo en la estación porque ha aportado un gestor de reservas en la página web del Ayuntamiento de Canfranc para que los interesados en la visita guiada puedan hacerlo también por internet.

El alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, destacó que la tarea de la rehabilitación del vestíbulo de la estación está muy adelantada y podría concluirse definitivamente en septiembre por la Escuela de Conservación y Restauración de Huesca.

Además, Sánchez señaló que está previsto que se reúna el Consorcio Canfranc 2000 el próximo 8 de septiembre en el que se van a licitar las obras de la estación por 26 millones, con el proyecto de que se convierta en un hotel. Será un concurso público con una gestión privada de una empresa que pagará un canon anual al Gobierno de Aragón.

Sustitución del escudo

En este verano, los estudiantes de la Escuela de Conservación y Restauración se han centrado en la parte sur, donde aún hay andamios colocados y ya se han recuperado las paredes, como aparece en la fotografía del lado norte que está situado el escudo de la República francesa. En los próximos días está previsto que se coloque el escudo de España de la monarquía de Alfonso XIII, época en la que se inauguró la estación en 1928, tras haber retirado el que colocó la dictadura de Franco y se va a depositar en el Museo Provincial de Huesca.

La dirección general de Suelo y Vivienda, junto con Patrimonio, decidieron que se licitara esta obra y encargarla a una de las tres empresas que se presentaron para reproducir el mismo que hay en el túnel del Somport. Esta decisión se adoptó después de que se encargara un informe a Pilar Poblador, profesora titular de Historia del Arte de la Universidad de Zaragoza, sobre la idoneidad del que existía y no haber encontrado una fotografía del escudo que estaba colgado en ese lado del edificio.