Tanto los especialistas como la Organización Mundial de la Salud (OMS) llevan años trabajando para reducir el número de cesáreas, una práctica que se disparó de una manera preocupante durante años. Aún así, casi 3.000 niños nacieron en Aragón el año pasado a través de esta intervención quirúrgica, lo que supone casi un 22,7% del total de alumbramientos de la Comunidad aragonesa. Un porcentaje que se mantiene todavía lejos de lo recomendable por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que aconseja solo practicar entre un 10% y un 15%.

La tasa de partos por cesáreas aumenta considerablemente por los hospitales privados ya que, según algunos datos a los que ha podido tener acceso este periódico, algunas clínicas han alcanzado en ocasiones hasta un 40% de nacimientos de este tipo. Mientras la tasa media de los centros públicos se mantiene muy por debajo, en un 19,4%.

Ante esta situación, los especialistas insisten en que las cesáreas son necesarias en algunos partos con problemas y eso hay que tenerlo presente, pero hacen hincapié en que esta intervención quirúrgica tiene que ser uno de los últimos recursos que se pongan sobre la mesa. El jefe de sección de Paritorios del hospital Miguel Servet, Sergio Castán, asegura que a pesar de que las sociedades científicas son unánimes a la hora de pedir una reducción de cesáreas, cada centro tiene que trabajar en conseguir contener esta técnica con estrategias particulares que se ajusten a la "casuística y complejidad" de los partos que atiende. "Algunos estudios apuntan que un 30% de la tasa de cesáreas depende del estilo y las prácticas que utiliza el colectivo médico", añade.

Castán recuerda que, por ejemplo, los profesionales de la Casa Grande, que ha pasado de un 20% de cesáreas en 2008 a un 15,5% en 2014, hacen sesiones clínicas cada día para valorar cada uno de los casos. El Miguel Servet apuesta por partos vaginales, incluso, en alumbramientos que se consideran de partida un poco más complejos, como pueden ser los de nalgas, gemelares o aquellos con una cesárea anterior. "Un 70% de mujeres con una cesárea anterior consiguen que el siguiente parto sea por vía vaginal", afirma Castán que destaca que las estadísticas revelan que España está mejor que otros países como Estados Unidos donde un 35% de niños nacen por esta técnica.

Tanto Castán como el jefe de sección de la Unidad Materno Fetal del hospital Clínico de Zaragoza, Manuel Romero Cardiel, subrayan los beneficios sociales y sanitarios de un alumbramiento tradicional fuera de quirófano. "El riesgo de una cesárea siempre es mayor, porque como en cualquier intervención puede haber una hemorragia o desencadenarse una infección. La gente ha perdido el miedo a las cesáreas y hay que tenerlo en cuenta", advierte el especialista del Clínico, quien añade que 485 de los 2.370 partos que hubo el año pasado en este centro fueron por cesárea (un 21%). Romero achaca a la normalización de algunas prácticas, como la inducción del parto, lo que ha motivado muchas de estas cesáreas. En concreto, en el Clínico un 22% de los partos fue provocado.

Respecto al coste económico, los profesionales sanitarios hacen hincapié en que cualquier paso por quirófano acarrea más gastos que un parto en paritorio. "Hay una tesis que apunta que si bajara un 1% la tasa global de cesáreas se conseguiría ahorrar en España 5,5 millones de euros", concluye el responsable del Miguel Servet de Zaragoza.