Los cofrades ya se preparan a golpe de bombo
Tras las Navidades, los ensayos para la Semana Santa ocupan las agendas de los cofrades, que empezaron ayer a prepararse para las procesiones y el XL Concurso y Exaltación de Instrumentos de marzo.
La mayoría de cofradías de Zaragoza iniciaron el pasado sábado sus ensayos, repartidas por diferentes puntos de la ciudad. Se pudieron ver bombos y tambores en la zona de la Expo, en la ribera del Ebro, en el parque Oeste o en Maristas. Aunque hay algunas que no cuentan con sección de instrumentos de percusión, son un total de 24 hermandades las que se prepararán durante estos meses para las procesiones que llenarán las calles de "religión popular".
Así denomina Mariano Julve, presidente de la Junta Coordinadora de Cofradías de Zaragoza, la labor que realizan los cofrades trasladando los actos religiosos que se celebran en Semana Santa a toda la ciudadanía. "Es una forma de participar en la pasión y la muerte de Cristo explica Julve y de trasladar los actos litúrgicos a la calle".
Se realizan una media de entre 20 y 25 ensayos antes de la Semana Santa y Giménez precisa que es necesario asistir a 15 de ellos. "Suelen realizarse los fines de semana, aunque a veces también los días laborales". El hermano mayor de cada cofradía se encarga de gestionar, entre otras cosas, los permisos de los lugares de ensayo. La Humillación lo hace cerca de la Torre del Agua, y por ejemplo, la cofradía de la Llegada ensaya en el parque Oeste y la del Nazareno, en el paseo de la ribera.
Jorge Mangas tiene 17 años y es el jefe de la sección de bombos en la Humillación. "Si pierdes el ritmo, paras y vuelves a cogerlo. Yo me encargo de marcarlo, muchas veces en la procesión te giras y golpeas más fuerte cuando notas que alguien va perdido", explica. Cuenta que una cofradía es "como una familia". "Hay mucha recompensa detrás de los ensayos".
Mariano Julve señala que ganar estos concursos es un "gran reconocimiento", y el de Zaragoza tiene "mucho prestigio". Los toques de percusión han evolucionado desde que en los años 40 saliera la primera procesión y Julve reseña que "la presencia de niños cada vez es mayor, lo que asegura el futuro de las cofradías".