La gasolina y el diésel empiezan el año con los precios más bajos desde febrero de 2010
Competencia critica a las petroleras porque solo han abaratado el carburante un 22% mientras el crudo ha caído un 46%.
Sin embargo, la felicidad que muestra el presidente Rajoy debería ser una alegría a medias, porque la propia Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia está avisando en sus últimos informes de que el carburante español tendría que estar aún más barato que ahora. Esto se debe a que el precio del crudo ha caído mucho más en estos seis meses que lo que se paga en las gasolineras: ha bajado un 46% (teniendo en cuenta la variación de la cotización del euro-dólar de cada momento), mientras que el carburante solo se ha abarato un 22%.
En concreto, el barril de Brent comenzó su descenso este junio (cuando estaba a 85 euros) y este martes cerró a solo 46 por el aumento de la oferta de crudo en el mercado. Sin embargo, el diésel solo ha pasado en este tiempo de 1,39 euros por litro a los actuales 1,09.
Por ello, Competencia considera que las petroleras no han bajado el carburante todo lo que deberían y que, por el contrario, han aumentado sus márgenes de beneficio por litro vendido durante estos meses. En este sentido, vuelve a criticar que la fuerte concentración del suministro de combustible que hay en manos de tres empresas (Repsol, Cepsa y BP) no favorece precisamente la competencia.
El debate sobre esta concentración viene de años atrás y el propio ministro de Economía, Luis de Guindos, tuvo que hablar de ello cuando en septiembre de 2012 la gasolina alcanzó cifras de récord en España sin que hubiera aparentemente razón alguna. Criticó, en concreto, lo que en el sector se llama el efecto cohete-pluma, es decir, que las petroleras llevan el encarecimiento del barril de Brent a los precios de venta al público inmediatamente (como un cohete), mientras que un descenso de la cotización internacional llega mucho más despacio a la economía real (va bajando lentamente como una pluma).
En esa época fue cuando Aragón también registró los precios medios del carburante más altos de su historia: 1,425 para el gasóleo y 1,499 para la gasolina, ambos en septiembre de 2012 (coincidiendo con la subida del IVA del PP). La diferencia con las tarifas actuales es más que notable: 1,09 y 1,14, respectivamente.
Menos céntimos sanitarios
Por otro lado, el 2015 también comienza con otra noticia importante para el sector del carburante aragonés, en este caso negativa. Se trata de que cada vez más comunidades están eliminando o reduciendo su céntimo sanitario autonómico, por lo que Aragón corre peligro de perder la ventaja competitiva que tiene desde hace años porque muchos conductores paran aquí para repostar al estar la gasolina unos céntimos más barata que en otras comunidades limítrofes. En concreto, Navarra ya lo eliminó en 2014 y, desde ayer, Cantabria también lo ha suprimido y Castilla y León lo ha reducido de 4,8 céntimos a 1,6 por litro.
En resumidas cuentas, ahora, además de Aragón, no tienen céntimo sanitario autonómico La Rioja, País Vasco, Navarra y Cantabria. No obstante, Aragón mantiene su ventaja competitiva con otras regiones limítrofes: Cataluña, la Comunidad Valenciana (cuyas gasolinas cuestan 4,8 céntimos por litro más) y Castilla y León (1,6).