Aragón
Suscríbete

Zaragoza

Oliver estudia mejorar la ubicación de los contenedores

Desde la agrupación vecinal aseguran que algunos depósitos, ?situados a menos de un metro de la fachada de las viviendas?, pueden resultar ?peligrosos?.

Soterrar los contenedores o cambiarlos de ubicación son solo dos de las alternativas que desde la Asociación de Vecinos Oliver estudian para evitar que continúe el malestar vecinal. Y es que, bien sea por su inaccesibilidad, -“hay que tener en cuenta que una gran parte de la población del distrito es mayor y también la hay con movilidad reducida”, apunta Manuel Clavero, presidente del colectivo-, o por la proximidad y cercanía de estos containers con las fachadas de algunas viviendas, la actual localización de los mismos “no es la más acertada, según apuntan los propios vecinos”, comenta Clavero.


“Las personas mayores tienen muchos problemas para presionar con el pie la palanca que los abre. Es una queja constante que nos hacen llegar hasta la asociación”, dice el presidente de Oliver. De la misma manera que también es importante la denuncia de quienes tienen un contenedor a tan solo unos centímetros de sus ventanas.

“Sobre todo en la zona más antigua del barrio, como las aceras son tan estrechas, la separación es mínima entre las viviendas y los depósitos. Solo hay que ver los que hay en las calles de San Eloy, Artigas o Cardenal Bardají, por ejemplo”, cita Manuel Clavero.


Cuestiones tildadas de “importantes” por el colectivo vecinal y a las que ya buscan soluciones que logren mejorar la calidad de vida de los residentes. “Además de por los olores que desprenden, tener un contenedor en la puerta de casa puede resultar incluso peligroso. Más si recordamos que cada cierto tiempo la quema de este tipo de mobiliario se repite en Oliver”, dice el presidente de la agrupación vecinal.


Una asociación que ya busca soluciones y posibilidades que plantear al Ayuntamiento, a través de un estudio que actualmente realizan, apoyado en las quejas que los vecinos les transmiten al respecto. “Nosotros tratamos de verificar la situación que nos cuentan y la necesidad de que un determinado depósito deba mantenerse en su ubicación original. Una vez realizadas las conclusiones, tomaremos las medidas oportunas para favorecer los cambios, en el caso de que sean necesarios”, concluye Clavero.


Cambios que al menos para Eugenio Gutiérrez, vecino del barrio, “no deberían tardar demasiado”. “Ahora en verano, con el calor, el olor que desprenden es insoportable. A ver quién abre la ventana para ventilar la casa… Es peor el remedio que la enfermedad”, apunta el jubilado. A su lado, su mujer, Mari, opina que “al menos en las calles más estrechas deberían estar soterrados”. Opinión compartida por Roberto M., que reside en Antonio Leyva. “Seguro que soterrarlos resulta caro, pero con lo que cuesta cambiarlos cuando los queman, a la larga yo creo que se ahorrarían una pasta”, dice el zaragozano.


Una opción que también valoran desde la asociación vecinal. “De momento, no descartamos ninguna posibilidad”, concluye Clavero.