"El dinero que nos queda lo dejamos para nuestros hijos"

Javier tiene 44 años y vive en Zaragoza junto a su mujer y sus dos hijos, un niño de 7 años y una niña de 5. Por suerte, la crisis económica no se ha llevado por delante sus puestos de trabajo, pero la disminución de sus ingresos familiares y el aumento de sus gastos le han obligado a prescindir de muchas cosas y a priorizar a la hora de decidir en qué invierte su dinero.

"No me he comprado ropa desde hace 5 años y lo que gano lo dejo para mis hijos", asegura este zaragozano, cuya capacidad adquisitiva ha disminuido un 20% desde que comenzó la crisis: "Nuestros recursos se han reducido en unos 500 euros netos, pasando de ingresar 2.500 euros entre los dos a 2,000 euros mensuales, y nuestros gastos han aumentado considerablemente, ya que no disponemos de ninguna ayuda por no ser familia numerosa: la guardería del colegio, unos 60 euros al mes; el comedor del colegio, 200 euros; gasolina para ir a trabajar, unos 100 euros de más al mes...", relata Javier.

Por supuesto, con la crisis también se han acabado algunos 'lujos' que antes eran habituales: "Las salidas familiares a cenar en fin de semana las hemos dejado en una cada dos meses, cuando antes eran habituales, y de cine y teatro ni hablar, no llega. Las vacaciones al pueblo, y gastando poco". 

Pero los problemas económicos no acaban ahí: "Tenemos que disponer de dos coches, ya que ambos trabajamos fuera de Zaragoza, sin posibilidad de transporte público a las horas de entrada y salida al trabajo. El aumento del precio de  los carburantes nos están axfisiando aun más, y los gastos de taller de coche los hemos tenido que reducir, con el consiguiente peligro que conlleva", continúa Javier: "Me podría alargar aun más, pero aun así pienso que he tenido suerte ya que seguimos trabajando los dos".