Fotos del pueblo pequeño de Aragón con 422 habitantes y un despoblado sumergido bajo las aguas del Ebro
Este enclave, fronterizo con Cataluña, es un paraíso para los amantes de la pesca y de los deportes náuticos. Su historia está marcada por la construcción del embalse de Ribarroja, formado por la unión de los ríos Ebro y Matarraña, que se construyó en el año 1967, por lo que el antiguo Fayón se inundó por las aguas del Ebro. Todo el pueblo quedó sepultado bajo el embalse, a excepción de la torre de la iglesia de San Juan, único vestigio silencioso del pueblo que emerge de las aguas. A raíz de este suceso, en lo alto de un monte se levantó el nuevo Fayón, cuyas calles conducen a la plaza Mayor porticada, de aires modernistas, al igual que la iglesia, con su esbelta torre de hormigón, cuya arquitectura contrasta con la fisonomía del Poble Vell. Merece la pena subir hasta el Mirador del Ebro, donde se sutúa la ermita de la Virgen del Pilar. Desde este punto se puede contemplar la espectacular panorámica del conjunto del embalse, la desembocadura del río Matarraña y las montañas que rodean la cuenca. Puedes descubrir el embalse de Ribarroja con una nueva ruta náutica que se incorpora a la oferta de rutas fluviales en llaüt por el río Matarraña y este pantano. Este paseo permite recorrer los vestigios de la parte más alta del pueblo viejo de Fayón que quedó sobre el nivel de inundación, así como puntos estratégicos de la batalla del Ebro, una oportunidad ideal para disfrutar de este singular enclave natural. >>Qué ver en Fayón<<