FLORIDA135 FRAGA

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Las generaciones familiares que impulsaron la música electrónica en España

Juan Arnau es conocido por todo el mundo por Monegros Desert Festival, elrow y Florida135. Descubre cómo tanto él como su familia han labrado una manera de trabajar que les ha permitido crecer con el paso de los años, como el resto de protagonistas de ‘¡Hola de nuevo!’, un proyecto de Banco Sabadell sobre empresas con mucha historia.

El Monegros Desert Festival se ha establecido por derecho propio como la gran cita anual de música electrónica en España. Su sólida trayectoria y su potente cartel atrae a amantes del entretenimiento de todas las partes del mundo, pero no muchos saben que sus orígenes se remontan a un local muy especial que abrió sus puertas en el siglo XIX.

En Fraga, un pequeño y acogedor municipio oscense, encontramos la discoteca en activo más antigua de toda España, Florida135. Se trata del auténtico reclamo de esta localidad, uno de los lugares referentes en música electrónica en todo el país e incluso en toda España. Juan Arnau Durán recogió el testigo de una intensa tradición familiar y han aupado a Florida135 y al resto de negocios como Monegros Desert Festival y elrow al máximo reconocimiento internacional. No obstante, todo este éxito surgió en este pequeño pueblo aragonés fronterizo a Cataluña.

Esta historia familiar es la primera entrega de ‘¡Hola de nuevo!’, es un proyecto de Banco Sabadell que rinde homenaje a negocios familiares de larga trayectoria que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su identidad ni su esencia.

'¡Hola de nuevo!' es un proyecto que rinde homenaje a negocios familiares que perduran en el tiempo

“Para el primer precedente tendríamos que remontarnos al siglo XIX, al 1870, que es cuando uno de mis tatarabuelos monta un genuino café al estilo de Madrid aquí en Fraga”, explica Juan Arnau Durán, perteneciente a la quinta generación de esta familia que se dedica al mundo del espectáculo. En ese año fue cuando José Satorres abrió el Café Josepet en la citada localidad aragonesa. Rompía con siglos de tradición familiar agricultora, pero puso los primeros cimientos para el gran éxito en el mundo del espectáculo que es ahora. Su espíritu visionario e incansable marcó tendencia en las generaciones posteriores y definió el futuro de varias familias.

“Hemos hecho de todo en nuestra familia. Hemos hecho café, café casino, cabaret, teatro, cine mudo, cine sonoro, music-halls, hemos hecho salas de baile... Hemos desembocado después en las primeras discotecas de los años 70, siguiendo un poquito en la estela que nos marcaba Nueva York”, detalla Arnau.

Antonio Durán, casado con María Vilar, la nieta del fundador, transformó el Café Josepet en el Café Victoria. Posteriormente, este local se convirtió en un teatro y un cine. Estos fueron los primeros cimientos para que el pequeño y agrícola pueblo de Fraga se hiciera un nombre en el mundo de la música y el espectáculo de la mano de las familias Arnau, Durán y Satorres. Todo este proceso quedará plasmado para siempre en un cómic de 240 páginas a color que el propio protagonista ha estado preparando durante cinco años.

Un espíritu transgresor

Inmersos en una sociedad muy represiva, al cine de los Durán se les sumó el cine de los Arnau en los años 40. Sus más de 1.500 butacas y un gran escenario de más de 150 metros cuadrados permitió a los Arnau combinar lo mejor de la época dorada del cine hollywoodiense con grandes representaciones teatrales y musicales que rompían los moldes más estrictos de la España franquista. La Terraza Jardín Florida y el Saloon Florida se unirían poco después a estos espacios dedicados al espectáculo. Así, tanto la marca Florida como la Arnau, se convirtieron en todo un icono de la música y el entretenimiento.

“En aquellos tiempos todo esto del entretenimiento estaba mal visto. Estamos hablando de una época en la que no existían los fines de semana, la gente trabajaba para vivir. La gente que llevaba el entretenimiento eran considerados como outsiders”, aclara Juan Arnau.

"La gente que llevaba el entretenimiento eran considerados como outsiders"

En las décadas siguientes, el Saloon Florida se convirtió en una de las primeras discotecas de la época. En 1971, Javier Regás decoró la sala Florida Fraga. Tres años más tarde, un incendio lo destruyó al completo y lo reconstruyeron en tan solo 30 días. En 1985, el propio Regás crea la legendaria Florida135 inspirándose en Blade Runner y West Side Story. Este fue el comienzo del destino fundamental para la música electrónica española.

Florida135 en su 75 aniversario.
Florida135 en su 75 aniversario.
T. V.

“Siendo de pueblo, hemos estado siempre pendientes de lo que pasaba en las grandes urbes, donde este tipo de movimientos musicales contestatarios y contraculturales nacían”, señala Arnau. Fueron numerosas sus aventuras a los lugares más underground de los 80 en búsqueda de nuevos sonidos: “En el 89, en el Berlín comunista, entramos en unos sótanos de unos grandes almacenes increíbles, allí descubrimos la underground resistance”, explica. “Ahí vimos la primera cabina de baile electrónica, humos sin extracción y jóvenes de Berlín que habían encontrado la libertad”.

No obstante, el espíritu transgresor que siempre ha caracterizado a los Arnau pasó factura en algunas ocasiones, aunque siempre se han recompuesto: “La primera vez que vino Jeff Mills a Fraga nos vació la sala. La gente no sabía quién era Jeff Mills, ni siquiera un DJ, ni siquiera sabían lo que era el techno, ni muchas veces ni el house”, detalla. Sin embargo, a la familia Arnau le gustan los retos: “Nosotros nos dimos cuenta de que, si eso pasaba en Berlín o en Nueva York o en Detroit, ¿por qué no podía pasar en Fraga? Ese fue el gran reto”.

Nos dimos cuenta de que, si eso pasaba en Berlín o en Nueva York o en Detroit, ¿por qué no podía pasar en Fraga?

La innovación está en las raíces

Al inicio con ‘Móntatelo en Florida135’ y posteriormente con la denominación de ‘Hysteria’, Florida135 empieza a asentarse como una auténtica meca de la música electrónica, el house y el acid house de finales de los 80. A partir de la década siguiente, Florida135 sigue creciendo y se apunta a la archiconocida Ruta del Bacalao valenciana, la música disco, la movida madrileña, los grupos pop más representativos, la máquina, el bacalao, la electrónica más underground y universal y los grandes hits de baile de todos los tiempos.

Este largo recorrido repleto de momentos transgresores y de protagonistas visionarios se completa con el Monegros Desert Festival y elrow, festivales de música electrónica celebrados en España e impulsados por la misma familia que rompió la tradición agrícola con el Café Josepet y que ahora ostenta el Florida135, y que rinde homenaje a lo que el propio Juan Arnau denomina ‘el baile de las cabras’.

“Es una historia curiosa la de mi tatarabuelo Josepet. Cuando él vivió en Fraga había un pastor de cabras que tenía un corral aquí que se marchaba muy pronto los domingos para dar de comer a las cabras y a pasearlas. Estaba como unas tres o cuatro horas fuera del corral. Entonces él y sus amigos decidieron montar algo allí sin que el pastor se enterara. Me lo imagino muy divertido, como espías vigilando a que llegue el pastor porque estaba prohibido. Esto lo hacían los domingos por la mañana, un poco lo que hacemos en elrow ahora”.

Desde el Café Josepet hasta elrow y Monegros Desert Festival, pasando, por supuesto, por Florida135. Más de dos siglos de entretenimiento de esta familia inconformista que siempre tuvo la diversión de sus clientes entre ceja y ceja: “El entretenimiento lo tenemos en las venas. Para nosotros no es tan importante lo que ganamos, sino lo que el baile o la electrónica nos da. Y nos da felicidad, nos hace muy felices hacer felices a la gente. Y eso es imbatible”.

Alayans Studio - Idea creativa: Fedra Valderrey - Reportaje: Manu Carrero - Producción: Pilar Sanz - Audiovisual: Pablo Ballesteros - Diseño: Beatriz Areste - Maquetación web: Javier Asuar