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Más de 120 años protagonizando el primer café en Aragón

Álvaro Marco pertenece a la cuarta generación de Cafés Orús, una compañía que mantiene intacta su tradición tras más de un siglo de historia. Lo mismo que también ha conseguido el resto de entrevistados de '¡Hola de nuevo!', un proyecto de Banco Sabadell que rinde homenaje a negocios familiares de larga trayectoria que han sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su identidad ni su esencia.

Hace más de 120 años que Cafés Orús hace más agradables las mañanas de los aragoneses, que lo piden cada día en su cafetería de confianza o lo preparan ellos mismos en sus casas. En grano, molido, en cápsulas… Sus inicios se remontan al año 1900, cuando todavía no se dedicaban únicamente a esta bebida. En su primera tienda de ultramarinos, situada en pleno centro de Zaragoza, vendían todo tipo de productos del otro lado del océano, como especias, legumbres, cereales o conservas. Tres décadas más tarde, se enfocaron en exclusiva al café porque era un alimento de consumo diario y porque el proceso de tostado les gustó desde el principio.

Su fundador fue Joaquín Orús, un empresario adelantado a su época y con espíritu emprendedor que viajó al extranjero para conocer el funcionamiento de otras fábricas y situarse a la vanguardia del sector. Al igual que en la actualidad, los granos de café llegaban en verde de lugares tan lejanos como Sudamérica, Asia y África y ellos mismos eran quienes se encargaban de tostarlo en el propio establecimiento, siendo los últimos responsables de su sabor. Antiguamente lo elaboraban en unas pequeñas sartenes especiales de hierro fundido y, a medida que fue avanzando la tecnología, en calderas de tamaño industrial.

Cafés Orús se define como un negocio familiar y esa es una herencia que quieren preservar

De la parte financiera y de la dirección del negocio se encargó tiempo después, y de forma conjunta con el fundador, José María Marco Acón, seguido de su hijo José María Marco Mateo, que continuó con sus mismos pasos y se incorporó a Cafés Orús en 1975. Ahora es su nieto Álvaro Marco quien está al frente de la compañía, siendo la cuarta generación en mantener viva la tradición y la pasión por el café.

“Definiría Cafés Orús como una compañía con unos valores y unos principios muy definidos desde sus 120 años de historia, que poco han variado, que son el trabajo, la calidad de sus productos y la calidad de sus procesos; pero con la agilidad y la capacidad de ir adaptándose a las necesidades de nuestros consumidores”, señala Álvaro Marco.

Trabajo, esfuerzo y pasión

“El secreto para seguir funcionando después de 120 años de historia es el trabajo de todas las generaciones que han ido pasando por la empresa y el respaldo y el cariño de todos nuestros clientes. Sin ellos hubiera sido imposible”, explica el entrevistado, que hace referencia al reto que supuso la liberalización del café en 1981.

Terminada la Guerra Civil, el café fue declarado 'producto de Estado' y el comercio a su alrededor se regulaba en régimen de monopolio. El Estado era el único importador posible y el que adjudicaba, mediante cupos, la cantidad de café que correspondía a cada tostador. “La liberalización del café fue un momento trascendental en nuestra empresa y en el sector porque se añadía un proceso más que hasta ahora desconocíamos, que era la compra de café. Algo que nos permitió conocer sus orígenes y nos dio un salto cualitativo a nivel de empresa y de marca muy importante”, celebra.

La diferencia entre una situación controlada, con precios prefijados, y un mercado libre mundial fue tan grande que más de 500 torrefactores tuvieron que cerrar. No fue el caso de Cafés Orús, que a día de hoy todavía conserva su legado: “Solo hay que salir a la calle y ver los distintos puntos emblemáticos de la ciudad donde Cafés Orús estaba presente”.

Cafés Orús se ha convertido en un símbolo más de la ciudad de Zaragoza.
Sus inicios se remontan a 1900 y, con más de un siglo de historia, Cafés Orús se ha convertido en un símbolo de Zaragoza.
A. S.

Como las generaciones futuras aseguran y los propios trabajadores cuentan, tanto Joaquín Orús como José María Marco Acón han sabido transmitir a su equipo el esfuerzo del día a día para que el negocio saliese adelante. “Me hace sentir muy orgulloso de ser su nieto”, afirma emocionado Álvaro Marco.

Al igual que la compañía se ha traspasado de generación en generación, el oficio también se ha aprendido de padres a hijos. Hay empleados como Fernando que llevan en la empresa desde los 14 años y piensan jubilarse, como ya hicieron otros anteriormente, en el mismo sitio. Cafés Orús se define como un negocio familiar y esa es una herencia que quieren preservar.

“Como cuarta generación, el legado que nos gustaría dejar no dista mucho del que nos han dejado a nosotros: una compañía consolidada, 100% familiar y en la que entendemos que el esfuerzo y el sacrificio diario son fundamentales para seguir muchos años más”, destaca. 

La incorporación de la última tecnología, la digitalización y la sostenibilidad juegan un papel clave en Cafés Orús

Innovación sin olvidar la tradición

Aunque parezca que el café goza de poca evolución sobre el papel porque solo se puede tostar, este producto ha sufrido muchos cambios en el mercado, en los procesos de preparación y en las formas de consumo del cliente. El café tiene más de mil componentes que, al someterse a una elevada temperatura, desarrollan sus peculiares aromas y, por ende, determinan su sabor. Buena parte del éxito de Cafés Orús, reconoce su director, es haber entendido el gusto y el paladar de su público y haber empleado la última tecnología en el tratamiento del tueste y envasado. “Tenemos que renovar y actualizar permanentemente la maquinaria y todos los sistemas de ensilado, tueste y envasado para mantener la calidad”, enfatiza.

Asimismo, declara que la digitalización y la sostenibilidad son dos pilares que tienen la misma importancia. Gracias a su tienda online y su presencia en redes sociales, sus productos pueden llegar a cualquier rincón de España. Por otro lado, su compromiso con el medio ambiente ha desembocado en el lanzamiento de un nuevo envase totalmente reciclable y en la incorporación de cafés más ecológicos o de producción más sostenible. “Nos esforzamos por encontrar soluciones circulares y por abandonar la utilización de plásticos y otros materiales nocivos para nuestro entorno”, defiende Marco.

Cafés Orús se ha convertido en un símbolo más de la ciudad de Zaragoza y, por supuesto, forma parte inherente del ADN de cada generación que ha cruzado sus instalaciones. El olor a café cuando su padre llegaba de la fábrica e impregnaba las habitaciones con su aroma es uno de los recuerdos más bonitos para Álvaro Marco, que desde bien pequeño ha estado vinculado con la compañía. “Cuando digo que he crecido es que he jugado los fines de semana en los pasillos y en el almacén de esta empresa”, rememora.

A día de hoy, confiesa que para llegar a la dirección su carrera profesional ha estado orientada a este puesto y mantiene muy presente uno de los primeros consejos que le dieron: no olvidarse de las generaciones que vinieron antes. Una guía que transmite a las próximas generaciones, a quienes pide el mismo esfuerzo y las mismas ganas para seguir contando esta historia, al menos, 120 años más. “Que observen y aprendan lo bueno de la compañía y los motivos que nos han traído hasta aquí. Y, a partir de este punto, incorporen todas las ideas y mejoras que consideren que van ayudar a la empresa, pero con la generosidad y la dedicación que exige”, concluye. 

Esta historia familiar es la segunda entrega de '¡Hola de nuevo!', un proyecto de Banco Sabadell que quiere rendir homenaje a esos negocios que han pasado de padres a hijos y han sabido adaptarse a los nuevos tiempos sin perder su identidad ni su esencia, introduciendo en su estrategia retos del presente como la digitalización o la sostenibilidad.

Alayans Studio - Idea creativa: Fedra Valderrey - Reportaje: Sara Cabrero - Producción: Pilar Sanz - Audiovisual: Pablo Ballesteros - Diseño: Beatriz Areste - Maquetación web: Javier Asuar