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día mundial del medio ambiente

Un vínculo con el territorio que crea comunidad y mejora el entorno

La Asociación de Medio Ambiente de Distrito Sur va a iniciar su tercera campaña de riego, una iniciativa creada por un grupo de vecinos de Valdespartera que cuenta ya con 60 voluntarios.

Los voluntarios se encargan también de las plantaciones, que han alcanzado los 1.600 ejemplares.
Los voluntarios se encargan también de las plantaciones, que han alcanzado los 1.600 ejemplares.

Si se pasea por el barrio zaragozano de Valdespartera, es fácil ver pinos, olivos, almendros, jaras, lentiscos, romeros o tomillos en áreas como el parque Libro de la Selva, el parque de la Razón o el cuartel de la Guardia Civil. Lo que no todo el mundo sabe es que buena parte de estas plantas existen como resultado de una iniciativa vecinal que nació en 2019 y que ha ido creciendo hasta contar con 60 voluntarios que se reparten en cuadrillas de riego organizadas para mantener a estos seres vivos.

Así, la Asociación de Medio Ambiente de Distrito Sur ha logrado plantar alrededor de 1.600 plantas, entre árboles y arbustos, gracias a la dedicación de sus miembros. Todo empezó con el surgimiento de un grupo de medio ambiente a raíz de la presentación en 2019 de un proyecto a los presupuestos participativos del Ayuntamiento, que consistía en la naturalización de un descampado que hay en Valdespartera. Fue aprobado y una empresa privada se encargó de ello, llevándolo a cabo en una zona que hay entre el parque de la Razón y el cuartel de la Guardia Civil con la participación de los niños del colegio. "Después, los vecinos empezamos a colaborar. Sobraron unos árboles y se nos ofreció que hiciésemos nosotros la plantación. Plantamos unos 150 árboles y nos dimos cuenta de que era una actividad muy gratificante. Entonces, pedimos permiso al Ayuntamiento para hacer más plantaciones, pero como este no llegaba, algunas personas que tenían nociones sobre el tema identificaron zonas especiales y espacios del distrito y nos centramos en un área. Vimos en la web del Consistorio que había espacios catalogados como verdes que no estaban desarrollados, que eran descampados. Así que hasta que no se hiciesen esas inversiones no iban a cambiar, de forma que empezamos a plantar", explica Juan Valiente, integrante de la asociación.

Los voluntarios tienen acceso a bocas de riego y a un depósito de mil litros en el que llenan sus garrafas para regar los árboles
Los voluntarios tienen acceso a bocas de riego y a un depósito de mil litros en el que llenan sus garrafas para regar los árboles

Al principio acudieron al vivero forestal del Gobierno de Aragón y, con una pequeña inversión, tubos forestales y azadas empezaron a plantar. Siguieron pidiendo permisos pero estos no llegaban, y al cabo de dos veranos tenían una cantidad de árboles que hicieron que las cinco personas que se encargaban de ello no pudiesen abarcar todo el trabajo que se requería en materia de riego. "Aunque son especies autóctonas, cuando las plantas, sobre todo al principio, tienes que regar un poco. Pedimos ayuda al Ayuntamiento y nos la concedieron, dándonos acceso este tercer año a bocas de riego y llenándonos un depósito de mil litros donde no hay boca. Lo llena un camión cisterna y los voluntarios rellenan ahí la garrafa de agua para regar los árboles", afirma Valiente.

"Los árboles dan sombra, humedad, purifican el aire, forman suelos fértiles y tienen beneficios psicológicos"

La campaña de riego funciona a través de un grupo de Whatsapp (en el que están las personas que previamente se han apuntado a este formulario) en el que los responsables de la asociación indican a voluntarios los recursos con los que se cuenta y los detalles sobre las siete zonas en las que se puede trabajar, y ellos se organizan como consideran para abarcar los árboles que les tocan. "Es alucinante, porque el año pasado había 50 personas apuntadas y este 60. El mérito es de la gente, que le pone todo el empeño, y hay que destacar que, así como hay proyectos sobre este tema que salen de las instituciones o de las empresas, esto viene directamente de la ciudadanía. Con ello mejoramos el medio ambiente y establecemos vínculos con el territorio. Estos siempre han existido, pero en las ciudades a menudo no se dan, y cuando plantas un árbol o lo riegas creas un vínculo que te hace ser más cívico y querer defender más las cosas comunes. También sirve para crear comunidad, porque se generan redes de vecinos que sino no se producirían", manifiesta el miembro de la asociación.

Algunos de los integrantes de la iniciativa son educadores en centros de jardinería, trabajadores de Parques y Jardines o simplemente aficionados a esta actividad. En invierno deciden cuántos árboles pueden plantar de más en relación a la gente que está involucrada y, dada la buena respuesta que está habiendo en este sentido, van a pedir al Ayuntamiento permiso para poder plantar otros 150.

"Me ha sorprendido la respuesta de la gente, porque a menudo tenemos la sensación de que plantar un árbol sin permiso es algo malo. Pero si lo haces como se debe, en una zona adecuada y con especies autóctonas, las ventajas que estás obteniendo son muchas: los árboles dan sombra, muy necesaria en este momento, también humedad, purifican el aire, forman suelos fértiles y ahora se está demostrando también que tienen beneficios psicológicos", concluye Valiente. 

REALIZADO POR AML
Este contenido ha sido elaborado por Aragón Media Lab, unidad Branded Content de Henneo.

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