En 2015 la Cumbre el Desarrollo Sostenible de la ONU dio forma a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda 2030, y en 2019 dicha organización firmó un acuerdo con el Foro Económico Mundial para acelerar su implantación. Desde entonces, gobiernos y organismos internacionales dirigen sus acciones y se esfuerzan por involucrar a todos los agentes sociales en su consecución..

La sostenibilidad va más allá de lo ambiental, es también social y económica. Una empresa sostenible sería aquella que para satisfacer en el presente sus propias necesidades y objetivos no necesitara comprometer los de generaciones futuras.

Las empresas familiares cuentan con sólidos fundamentos para integrarse en el marco de una economía sostenible pues, tal como señalan desde el Instituto de la Empresa Familiar, la sostenibilidad forma parte del carácter de estas empresas. La idea de permanencia orienta sus estrategias hacia proyectos duraderos, estables y equilibrados, y, tradicionalmente, han mostrado una fuerte vinculación con su territorio más inmediato desde nociones como comunidad y arraigo.

Muestra de su concienciación es el Congreso Nacional de la Empresa Familiar de 2021 organizado por IEF, en el que surgió el compromiso de promover mejores prácticas enfocadas hacia la sostenibilidad medioambiental, social y económica.

Un nuevo escenario

Todo indica, sin embargo, que avanzamos hacia un nuevo modelo económico en el que la sostenibilidad va a cobrar una gran importancia, lo que despierta no pocas preocupaciones.

Según el informe ‘Empresa familiar y financiación sostenible’, de la consultora Valora, el 90% de las empresas admite que el objetivo de la sostenibilidad les exigirá mayores inversiones. Por otro lado, la nueva legislación es vista a veces como un problema por la imposición de plazos sin un adecuado conocimiento de las posibilidades de adaptación de las empresas.

No obstante, desde IEF subrayan que la sostenibilidad no ha de ser vista como una imposición regulatoria, sino como un componente más de la competitividad. Así, ya se habla del concepto de Gobernanza sostenible, que consiste en aquella dirección de la empresa que tiene presentes los riesgos medioambientales, sociales y corporativos en el desarrollo de la actividad.

Atracción de clientes

La sostenibilidad puede ser incluso una ventaja competitiva, según la consultora KPMG, pues puede atraer y fidelizar clientes y mejores profesionales, incrementar la reputación de la empresa y, así, resultar atractiva para nuevos inversores