Todos los tesoros desde la A, de Aragón, a la Z, de Zaragoza
Un recorrido, en orden alfabético, por el patrimonio histórico, artístico, cultural, etnográfico y gastronómico de Aragón, una tierra de contrastes donde el viajero se encontrará como en su casa. Mil paisajes para disfrutar y recargar las pilas de cara a una estación, el verano, en la que todo se ve con otros ojos
Si buscamos en el Real Diccionario Académico de la Lengua el significado de la A nos recuerda que proviene de la letra griega alfa, que a su vez tiene sus orígenes en "alep", la primera letra del alfabeto fenicio. Nosotros podríamos también señalar que la A es la inicial de Aragón; como la B es la inicial de baturro; la C, de cierzo; la E, de Ebro; la G, de Goya; o la J, de jota, sin olvidarnos de que la H, la T y la Z son, respectivamente, las primeras letras de las tres capitales aragonesas.
Y jugando con las letras, en estas páginas que ahora empieza a leer, hemos formado un rosco de ‘Pasapalabra’ Aragón, en el que los concursantes son ustedes y el premio es recorrer, a través de estos reportajes, los mil paisajes y paisanajes que conforman esta tierra de contrastes.
Una región, como bien dice su himno oficial, en la que es posible disfrutar "desde las blancas cimas donde duerme la nieve hasta los llanos rojos que mece el aire azul, un claro cielo enciende, con la frente en el agua, sus coronas radiantes de luz".
Una tierra de contrastes en la que el viajero puede perderse por desiertos de mil colores, montañas infinitas que conforman los parques naturales más singulares, lagos glaciares de ensueño o ríos que atraviesan esta tierra de norte a sur y de este a oeste, y que se han convertido no solo en fuente de vida para sus campos, sino también en reclamo turístico de primer orden gracias a la cantidad de actividades lúdico-deportivas que se practican en estas aguas.
Aragón nos ofrece una variedad de paisajes y ecosistemas como pocas comunidades en España. Y lo mismo ocurre en el caso de su rico y variado patrimonio cultural y arquitectónico. Bienes catalogados en muchos casos de Interés Cultural, que incluyen monumentos, jardines históricos, zonas paleontológicas y arqueológicas o lugares de interés etnográfico, además de los bienes muebles o los inmateriales (actividades tradicionales y patrimonio etnográfico), entre los que destacan las Fiestas del Pilar, el Compromiso de Caspe, la Contradanza de Cetina, el Primer Viernes de Mayo de Jaca, la Jota o la Semana Santa de Zaragoza y de los pueblos que conforman la Ruta del Tambor y el Bombo turolense, donde el fervor religioso convive con unas tradiciones ancestrales que se han transmitido de padres a hijos, generación tras generación.
Y si esto no fuera suficiente, en nuestra tierra hay muchos y variados ejemplos de Patrimonio Mundial, como el Parque de Ordesa y Monte Perdido, el Camino de Santiago, el Arte Rupestre del Arco Mediterráneo o el Arte Mudéjar de Teruel, ampliado al mudéjar aragonés, catalogado como "bien singular, universal e irreemplazable para la Humanidad" y ejemplificado en diversos monumentos: el Palacio de la Aljafería, la Seo del Salvador, la iglesia de San Pablo de Zaragoza, la colegiata de Santa María de Calatayud, la iglesia de la Asunción de Cervera de la Cañada o la iglesia de Santa María de Tobed.
Arte a raudales que puede disfrutarse también en las muchas salas de exposiciones que pueblan el territorio aragonés y que recogen algunas de las obras más significativas de nuestros grandes artistas aragoneses, con Goya a la cabeza.
Decenas de propuestas para deleite de la vista y el oído, pero si nos centramos en el sentido del olfato y el gusto no podemos olvidarnos de la rica y variada oferta gastronómica de esta tierra, conocida por sus Denominaciones de Origen, tanto del vino, como la DOP Aceite Bajo Aragón y DOP Aceite de la Sierra del Moncayo, u otros productos que hacen las delicias de los paladares más exigentes. Y todo ello, junto a sus quesos, frutas, repostería o carnes, productos con los que se podría hacer otro abecedario completo de productos exquisitos aragoneses.
En busca del 'like'
En estos tiempos que corren, donde los ‘likes’ son tan apreciados, Aragón se ha convertido en uno de los lugares más fotografiables para los ‘influencers’. Destinos muy ‘instagrameables’ como el Pirineo aragonés o los nueve pueblos de Aragón que National Geographic sitúa entre los 100 más bonitos de España, sin olvidarse de la ruta por las 13 localidades de las provincias de Zaragoza, Huesca y Teruel, que son consideradas como las más bonitas de España. Escenarios únicos para subirlos a las redes sociales y presumir de planes durante las vacaciones inolvidables.
