Nacido en la localidad catalana de Tarragona, Nacho Torre Solá es director general de Estrategia, Transformación y Dato de Ibercaja. Desde su entrada en el banco en 2007, ha trabajado en diversas áreas de la compañía, llegando a conocerla plenamente y compartiendo con ella valores como la confianza, la lealtad y el afán de superación.

¿Por qué han decidido acoger y patrocinar The Wave?

Con este congreso, el Gobierno de Aragón pretende mostrar las fortalezas y oportunidades de la región en el sector tecnológico, y todo lo que resulte beneficioso para la Comunidad es de interés para Ibercaja. Por ello, cuando se acercaron a nosotros para pedirnos ayuda, nos sumamos sin dudarlo. The Wave es una clara apuesta por el desarrollo del potencial tecnológico del territorio a largo plazo.

¿Cuán importante es para Aragón el sector tecnológico?

Según los datos de Tecnara, las empresas del sector emplean a más de 8.000 personas y generan 825 millones de euros de facturación anuales, lo que supone un 3% del PIB aragonés. A estas significativas cifras habría que sumarles todas las empresas que no son de base tecnológica pero que tienen personal dedicado a esta área, como es el caso de Ibercaja. Entre unas y otras, se estima que el crecimiento de empleo es de unas 2.000 personas al año, lo que convierte a la tecnología en uno de los principales motores de futuro de la Comunidad.

¿Qué peso tendrán los gigantes tecnológicos en Aragón durante los próximos años?

Este asentamiento comenzó con la apuesta inicial de Amazon Web Services, que decidió instalar tres centros de procesamiento de datos en el territorio. Le siguió Microsoft. Que empresas de esta magnitud apuesten por nuestra Comunidad es de gran relevancia por dos razones principales. En primer lugar, refuerza la ubicación de Aragón en el mapa, otorgándole una mayor notoriedad. Por otro, realizan inversiones buenas para el territorio y que atraen a otras empresas del sector.

Mucha gente ve en la inteligencia artificial una amenaza para sus empleos…

En todas las revoluciones tecnológicas de la historia se han destruido algunas tipologías de empleo, pero de ellas han emergido otras muchas, con más volumen y mejor calidad de vida para los trabajadores. Sucedió así con la imprenta, la máquina de vapor, la industria 4.0, Internet y quizá suceda ahora con la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías que están surgiendo. Las máquinas nunca podrán recrear aspectos tan humanos como la empatía, la creatividad o el juicio propio. La tecnología sustituirá procesos que puedan automatizarse, dejando más tiempo a los profesionales para tareas importantes que requieran de esas habilidades. Empatizo con el temor a lo desconocido y a salir de la zona de confort de algunas personas, pero hay una ley constatada que dice que es necesario destruir algunas cosas del presente para avanzar hacia el futuro. Eso sí, será fundamental acompañar a todas esas personas afectadas para que avancen con el progreso y que nadie quede atrás.

¿Cómo vive la banca el tema de la ciberseguridad?

La tecnología es una herramienta y de nosotros depende cómo la usamos. Aunque en términos generales nos han traído progreso y bienestar, es cierto que algunas personas se sirven de ella para intentar cometer fraudes. Para hacer frente a estas nuevas formas de delincuencia, la alfabetización digital es clave. Desde Ibercaja hacemos todo lo posible para ayudar a la gente a detectar cuando pueden estar siendo sujeto de un delito. Para el sector de la banca, la confianza de nuestros clientes lo es todo y evitar cualquier circunstancia que pueda perjudicarlos es esencial. Además, somos uno de los sectores que mayor supervisión y exigencia por parte de la administración, algo que celebramos y agradecemos, ya que tratamos con el dinero de familias y empresas, un tema muy serio que requiere de un control.

La innovación está siempre en la hoja de ruta de Ibercaja.

Tenemos 150 años. Hemos vivido guerras mundiales, civiles, la crisis inmobiliaria, la del petróleo, crisis financieras, una pandemia… Durante todos esos acontecimientos tan adversos, sumados a los cambios en los hábitos de los consumidores que el paso del tiempo supone, hemos sabido adaptarnos para seguir aportando valor. Esto solo se consigue manteniéndose fiel a un propósito e innovando. Durante los próximos años, queremos trabajar en cuatro grandes bloques dentro del sector tecnológico para crear ventajas competitivas internas sostenibles en el tiempo: el core bancario, la transformación de nuestros procesos, estudiar todas las posibilidades que nos ofrecen los datos y analizar las oportunidades que podría traer consigo la IA generativa.

¿Cómo ha cambiado el sector de la banca gracias a la tecnología en los últimos tiempos?

Nosotros creemos firmemente en las relaciones entre personas, pero nos hemos dado cuenta de que no siempre hace falta que sean presenciales. La pandemia cambió la forma en la que los clientes se relacionan con nosotros. Todas las apuestas que hacemos por la tecnología están orientadas a satisfacer los hábitos de consumo de empresas y particulares. Actualmente, el 75% de las operaciones que hacen nuestros clientes son no presenciales. Seguimos estando ahí para todo lo que necesiten, solo que les ofrecemos más posibilidades y flexibilidad para que puedan hacer sus operaciones tanto presencialmente como a través de la banca digital.

¿Retos de futuro?

Desde que Víctor Iglesias se pusiera al mando como consejero delegado de la entidad en 2015, en Ibercaja hemos estado trabajando en recuperarnos de la crisis inmobiliaria y adaptarnos a los crecientes hábitos digitales de consumo de nuestros clientes. Ahora, nos encontramos en un momento dulce. Somos una entidad solvente, fuerte y con un gran potencial de futuro. En los próximos años, queremos desarrollar un nuevo plan estratégico basado en el cliente, con impacto positivo en el entorno, sostenible, que apueste por el talento y que se sirva de la tecnología para llegar a nuestro máximo potencial.