¿Quieres dejar de fumar? Dile adiós al tabaco con ayuda de tu farmacéutico

Una vez se reconoce la adicción y se desea dejar de fumar, lo más conveniente es buscar ayuda de un profesional de la salud. Cuando un fumador intenta abandonar el tabaco por su cuenta, las posibilidades de éxito se cifran entre un 5 a 8%. En cambio, este porcentaje aumenta cuando se acompaña de un tratamiento farmacológico adecuado y el apoyo de un profesional sanitario, como el farmacéutico. En tu farmacia encontrarás asesoramiento individualizado, seguimiento del tratamiento y consejos de profesionales sanitarios accesibles y cercanos. El tratamiento de cesación tabáquica es complicado y puede requerir la realización de varios intentos antes de alcanzar el éxito. El asesoramiento farmacéutico te acompaña en el camino y aumenta las posibilidades de victoria.

Ana Sáez-Benito, vocal de Atención Farmacéutica del Colegio Oficial de Farmacéuticos, recomienda elegir un día para dejarlo. “Lo llamamos el día D, y no debe coincidir con días de tensión, cambios que alteren el estado de ánimo o celebraciones”, explica. Además, Arias recuerda que “las ganas de fumar no son eternas, pues desaparecen al cabo del tiempo”.

Beneficios de dejar de fumar

El abandono del tabaquismo y el simple hecho de dejar de fumar trae importantes beneficios en términos sanitarios, sociales y económicos tanto para el individuo, como para las personas de su entorno inmediato y para el resto de la sociedad, han subrayado desde el Gobierno de Aragón.

A corto plazo

El cese de consumo de tabaco produce beneficios inmediatos. A los pocos días el exfumador ya notará que mejora de su capacidad pulmonar, que se reduce la sensación de fatiga y que desaparece la tos y expectoración matutina.

 

A largo plazo

Aquí es donde radica la principal razón para dejar el tabaco y es que se consigue disminuir el riesgo de las importantes complicaciones asociadas al consumo de tabaco. Al cabo de un año, se reduce a la mitad el exceso de riesgo de enfermedades coronarias (infarto y angina). A los cinco años, se elimina el 50% del exceso de riesgo de cáncer de boca, faringe y esófago. Diez años después, se logra reducir a la mitad el exceso de riesgo de cáncer de pulmón, que se elimina totalmente a los quince o veinte años.

 

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Los farmacéuticos lo tienen claro. La respuesta es un rotundo sí. Por eso no se cansan de alertar sobre los riesgos de los cigarrillos electrónicos, conocidos como vapeadores. Su uso se ha popularizado entre la población joven con la creencia de que, a diferencia del tabaco, no presenta compuestos perjudiciales para la salud.

Sin embargo, su uso se ha asociado ya con enfermedades pulmonares, graves en algunos casos, confirmando la relación causa-efecto. De hecho, en la composición de los vapeadores se incluyen sustancias nocivas como, por ejemplo, anticongelantes como el propilenglicol, carcinógenos como las nitrosaminas o la propia nicotina, que es adictiva.

Además, las autoridades sanitarias consideran que los cigarrillos electrónicos no son una estrategia adecuada para dejar de fumar. La vocal de Atención Farmacéutica del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Zaragoza, Ana Sáez-Benito, recuerda que los vapeadores no están exentos de peligros y pueden llevar a una dependencia continua de la nicotina: “si se quiere dejar de fumar es mucho mejor consultar otros métodos, como los parches o los chicles, con tu farmacéutico de confianza”.