A ojos de un ciudadano sin conocimientos en arquitectura, los edificios que ve por la calle le pueden parecer iguales, "más allá de su estética", aclara Adriana Martín, responsable de Comunicación de la junta de gobierno del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón. Sin embargo, esta afirmación se encuentra lejos de la realidad. Tal y como explica, Aragón posee un parque de viviendas envejecido, con gran cantidad de construcciones de más de 40 años de antigüedad de media, lo que supone que nuestras casas tienen determinadas deficiencias y mucho potencial de mejora, en un momento en el que la sociedad apuesta por la construcción sostenible.

¿Por qué es tan importante ser conscientes del estado de nuestras viviendas? Porque es fundamental conocer el alcance de las intervenciones de mejora que precisa el edificio con objeto de planificar las actuaciones. En estas últimas décadas, la construcción, la arquitectura y el urbanismo han cambiado debido a los avances en el conocimiento, el empleo de nuevos materiales y sistemas constructivos. Los arquitectos son los profesionales que cuentan con el conocimiento y la preparación para afrontar el análisis y rehabilitación de edificios de forma integral. «Somos plenamente conscientes del reto que supone la rehabilitación del parque edificado, pero podemos lograrlo», indica Marín.

Esto supone que Aragón cuenta con gran cantidad de edificios que necesitan una intervención. "La mejora de eficiencia energética es una asignatura pendiente en general a corto plazo, pero hay más aspectos que requieren especial atención como la accesibilidad, la renovación de instalaciones generales o la mejora de medidas de protección contra incendios, entre otros", añade Marín.

"Es muy común hoy en día realizar reformas parciales en el interior de las viviendas. Sin embargo, no se presta suficiente atención a los elementos comunes y generales del edificio", explica Marín, haciendo referencia a obras de mejora de la envolvente exterior del edificio, que permiten a los habitantes disfrutar de los beneficios de incorporar aislamiento térmico y acústico en sus viviendas, mejorando las condiciones interiores de habitabilidad al mismo tiempo que reduce la factura de los consumos de energía.

Para lograr los mejores resultados, tal y como aclara Marín, es fundamental contar con un arquitecto que aborde la intervención con un enfoque integral. "Muchas veces, se solucionan los problemas cuando surgen, de forma parcial, con urgencia y sin un plan", afirma. Hoy es posible actuar de otra manera.

El Libro del Edificio Existente es la referencia. Se trata de una herramienta digital en la que se analiza el estado actual del edificio, se realiza una revisión de las deficiencias observadas, se proponen medidas correctoras y se estudia el potencial de mejora de la construcción. Con todo ello se establece un plan de actuación por fases en función de las prioridades, necesidades y posibilidades de la comunidad de propietarios.

El Libro del Edificio Existente permite dar a conocer el estado del inmueble y planificar tanto las intervenciones como su mantenimiento. "Es fundamental trasladar a la ciudadanía la importancia del mantenimiento preventivo de los edificios que habitamos, hoy si cabe, más que nunca", culmina Marín.