con 'o' de olivas
Olivas y aceite, grandes manjares de la tierra
La comunidad aragonesa cuenta con dos Denominaciones de Origen Protegidas de Aceite de oliva: DOP Aceite Bajo Aragón y DOP Aceite de la Sierra del Moncayo.
Aragón es tierra de olivos. Por la Comunidad se extienden más de 40 variedades de estos árboles, algunos de ellos dispersos por la tierra y otros más concentrados en un punto.
Muchas de estas variedades están destinadas a la fabricación de aceite, como la arbequina, la cerruda o la farga. De otras se toman sus frutos para disfrutarlos directamente en mesa, como el blancal o el gordal del Somontano. Algunas, incluso, tienen un uso doble, como ocurre con la bodoquera.
Aceite de oliva DOP
La Comunidad aragonesa cuenta con dos Denominaciones de Origen Protegida de Aceite: DOP Aceite Bajo Aragón y DOP Aceite de la Sierra del Moncayo.
La DOP es un reconocimiento europeo que reciben aquellos productos agroalimentarios que atesoran una calidad diferenciada en virtud de sus características propias y diferenciales, que están relacionadas con el medio geográfico en el que se producen, las materias primas utilizadas o las técnicas con los que se elaboran. En definitiva, es un sello de calidad indiscutible que asegura las grandes bondades del producto que lo lleva.
La Denominación de Origen Protegida Aceite Bajo Aragón, constituida en el año 2001, se encuentra en la zona que lleva su nombre y agrupa un total de 77 municipios, con una superficie cultivada de 37.000 hectáreas. Este aceite está elaborado con las variedades empeltre, arbequina y royal.
La DOP Aceite de la Sierra del Moncayo, por su parte, se creó en el año 2009. Agrupa 34 municipios, ocupando una superficie cultivada de 2.500 hectáreas. Para la elaboración de este aceite se utilizan las variedades empeltre, arbequina, negral, verdial y royal.
Rutas y catas
Además de los excelentes productos que se engloban bajo ambas Denominaciones de Origen Protegidas, como aceite de oliva, aceitunas, paté de olivas o productos cosméticos, entre otros, se ofrecen otras magníficas experiencias en torno a ellas.
El camino de las oliveras centenarias del Bajo Aragón es un claro ejemplo. A través de diversas rutas senderistas en La Codoñera, Belmonte de San josé y Torrevelilla, los visitantes pueden contemplar olivos de grandes dimensiones con más de 700 años de edad. Se trata de ejemplares únicos y singulares que forman parte del patrimonio natural de la zona.
En la Sierra del Moncayo organizan también actividades en línea con las tendencias actuales de turismo activo, como degustaciones, catas, paseos por los bosques de olivos o experiencias gastronómicas nocturnas.
REALIZADO POR AML
Este contenido ha sido elaborado por Aragón Media Lab, unidad Branded Content de Henneo.
